120 niños del Sename pasarán a residenciales familiares en el Bío Bío

21 de Diciembre 2019 | Publicado por: Ximena Valenzuela
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Contarán con sólo 15 menores, que tendrán dormitorios para un máximo de tres, personal capacitado para atender sus necesidades. Posterior a ello, se destinarán dos inmuebles para el Capurro y, en 2021, se dará solución a los lactantes.

De un lugar donde candados y rejas abundan, los dormitorios son compartidos por 20 niños, las comidas se entregan porcionadas en bandejas, sin la posibilidad de elegir un alimento específico; ahora los menores de Sename experimentarán, a partir de enero, una vida más familiar, donde la reparación de sus derechos será prioridad.

Las múltiples carencias de los Centros de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread), quedarán en el pasado con la apertura de las Residencias Familiares, modelo propuesto por el Gobierno, que privilegiará la contención emocional y su seguridad.

Las primeras beneficiadas en el país fueron 120 niñas del Cread de Playa Ancha, que, tras su cierre en abril, fueron distribuidas en cuatro residencias en la Quinta Región.

Según anunció en agosto el Presidente Sebastián Piñera, antes de fin de año se abrirán otras 12 a nivel país, dos de ellas en Concepción para acoger a los menores de Cread Nuevo Amanecer. Sin embargo, producto del estallido social, la falta de empresas disponibles para realizar trabajos de construcción y mejoramiento de las instalaciones, su apertura se realizará en enero.

Los cambios anunciados en agosto por el Gobierno, reforzados en los últimos discursos del Presidente ante de la crisis social que vive el país, buscan crear el nuevo Servicio de Protección a la Niñez y poner fin al Sename, para revertir la vulneración de derechos de la que han sido víctimas niños a su cargo.

La transgresión a la protección de los niños fue revelada en 2017 en un informe de la PDI, que investigó a 240 hogares de menores, concluyó que “el Estado de Chile viola sistemáticamente los derechos de los niños que están bajo su tutela”, pues se constató 2.071 casos de violencia y maltratos graves, de los cuales 310 eran de connotación sexual.

A dichos maltratos deben sumarse las 1.313 muertes en centros de Sename que fueron reportados tras el fallecimiento de la menor de 11 años, Lissette Villa, que murió en abril de 2016 en el centro Cread Galvarino de Estación Central en Santiago. Dicho centro inició su cierre en septiembre y se espera que pronto sea historia.

Realidad regional

Los centros residenciales Nuevo Amanecer, Capullo y Arrullo, destinados a niños, niñas y lactantes respectivamente, albergan a 200 niños de la Región en un año, que fueron gravemente vulnerados en sus derechos, ya sea por familiares o quienes los tenían a su cargo y que por una orden judicial del Tribunal de Familia se indica que deben ser removidos de sus casas y puestos al cuidado del Estado.

Sin embargo, de esos 200, un total de 80 niños está en vinculación con su familia, es decir, no duermen en los Cread, por lo tanto, la medida beneficiará a cerca de 120 por año.

Ligado a ello, Sename trabaja en cerrar sus Cread y así dar paso a las nuevas Residencias Familiares. Ximena Morgan, directora regional de Sename, explicó que se busca dar más calidad de hogar y atención personalizada que, en un lugar masivo, era imposible.

Ahora las residencias acogerán máximo a 15 niños que contarán con 28 personas, entre profesionales y técnicos, que ya fueron capacitados para resolver sus requerimientos.

“Queremos atender sus necesidades, descubrir sus talentos y potencialidades para prepararlos para desenvolverse en la sociedad. Ahora los dormitorios son para máximo tres, ya no tendrán el comedor institucional con fila y bandeja”, dijo.

Los jóvenes serán criados como cualquier hijo, donde podrán hacer su cama, ordenar su ropa, turnarse para poner la mesa, incluso, al compartir su comida.

Comenzarán con el Nuevo Amanecer con 24 menores que serán distribuidos en dos residencias ubicadas en el centro de Concepción, para que tengan cercanía con colegios y más oportunidades de desarrollar potencialidades, por ejemplo, canchas de fútbol si le gusta o escuelas de música, en caso que tenga una veta más artística.

Luego de ello, vendrán otras dos residencias para las niñas del Capullo y se espera que posterior al 2021 esté funcionando el modelo de residencia que se está trabajando para los lactantes.

Buena acogida

Francisco, 14 años, uno de menores del Cread Nuevo Amanecer, que en enero vivirá en una residencia familiar, comentó “de primera pensaba que era malo el Sename, porque en las noticias se escuchaban tantas cosas malas, pero ahora viviendo acá logré ver que quieren lo mejor para uno, hay varios tíos (educadores de los centros) que me apoyaron, me siguen apoyando y eso es súper bueno”.

Al ser consultado sobre el cambio del Cread a residencias dijo que le gusta la idea de “tener más privacidad, va a estar cerca del centro, va a ser algo bueno. Me la han descrito como una casa bonita, más grande con comodidad. Espero tener una vida mejor, dedicarme a la música y poder desarrollarme en ello”.

Ximena Morgan señaló que espera que la comunidad acoja a los jóvenes y los integren a la vida del barrio. “En general, cuando sale Sename en los medios es por cosas malas, lo que también marca a los niños como un problema, piensan que tienen conflicto delictual, que está involucrado en un portonazo (…). Este no es el caso. Son niños que se han sido vulnerados en sus derechos, lo que no quita el hecho que tengan sus complejidades. Por eso, necesitan un ambiente enfocado en sus potencialidades”.