Indicaron que las pruebas presentadas para sus detenciones carecen de fundamento. Acusan que los manifestantes están muy angustiados.
Exigir la libertad de todos quienes han sido detenidos, tras el estallido político-social, fue la consigna que llevó a familiares y amigos a manifestarse a las afueras del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Concepción, más conocido como cárcel El Manzano.
Esto, ya que en las últimas semanas han aumentado las cifras de detenciones y prisiones preventivas, lo que genera momentos de angustia entre los imputados y sus familiares.
“Tenemos a la fecha 155 prisiones preventivas, de las cuales dos se han derogado, por arresto domiciliario total, que son los casos de Catalina Fuentes, estudiante de Medicina Veterinaria de la Universidad de Concepción; y del paramédico Bastián Toledo, quienes fueron detenidos el tres de diciembre, acusados de daños y desórdenes en la vía pública”, comentó Javiera Avello, del colectivo “No más presos por luchar”.
En cuanto a la convocatoria que reunió a los familiares, Avello explicó que “esto es para visibilizar la prisión política, es para entregarles apoyo, muchos de ellos están muy afectados, ya que muchos de ellos están por primera vez dentro de la cárcel”.
Tal es el caso de Constanza Valdebenito, joven estudiante de cuarto año de Biología Marina de la Universidad de Concepción, que se encuentra recluida por el delito de robo en lugar no habitado, en el contexto de las movilizaciones y sin mayores pruebas que haber estado en la calle en ese momento, según indicaron sus familiares.
“No hemos podido hablar con Constanza, recién hoy (ayer) pude registrarme para poder verla, pero hemos estado apoyando a la familia. Ella está muy desesperada, sólo quiere salir de la cárcel, ese lugar no es para ella, ya que está con toda la población penal”, señaló Elena Arredondo, tía de la joven estudiante de la UdeC.
Otro de los casos expuestos durante la jornada, fue el de Carlos Peyrin, detenido la noche del dos de diciembre, acusado de portar un artefacto explosivo. “La situación de él es incierta, hubo un cambio de abogado, pero no sabemos qué puede pasar. Su detención se gestó a raíz de un seguimiento que le hicieron a Carlos, tomándolo detenido en calle Freire, confundido sólo por su ropa, está con un daño psicológico, está muy mal, sólo queremos que esta situación se aclare, no sólo por él, sino por todos quienes han sido detenidos injustamente”, concluyó Igor Peyrin, hermano del detenido.