Autoridades hablan de proporcionalidad en cuanto a los ataques, mientras al Indh siguen llegando denuncias por violencia desmedida contra los ciudadanos.
Son cerca de 50 denuncias en la Región del Bío Bío. Con un toque de queda que no ha sido respetado y la seguridad a ratos sobrepasada, los casos que han llegado hasta la oficina regional del Instituto de Derechos Humanos empiezan a sumar y sumar.
“Somos cinco personas, estamos en terreno y no siempre es fácil hacer nuestro trabajo”, comentó su directora, Carolina Chang. En casos como el del joven que sufrió un disparo en la remodelación Paicaví, aseguran que, incluso, “trataron de darnos una versión falsa de los hechos”. También acusan otras irregularidades.
“Andábamos con el equipo del Indh en terreno viendo las manifestaciones, junto al accionar de carabineros y militares. En eso nos encontramos con una persona herida, nos acercamos al lugar y le solicité la información oficial al capitán, que no se condice con lo que está en el video que todos hemos visto. El capitán indicó que la persona se había abalanzado y atacado a los militares y que el funcionario hizo una advertencia antes de disparar. En el video claramente se aprecia otra cosa”, aseguró.
Chang agregó que “tenemos que conversar con la víctima, porque estaba tan impactada que no pudo contarnos mucho. Luego de eso presentaremos las acciones judiciales correspondientes, en caso de que él así lo decida”.
Dando más detalles de las denuncias que han llegado, señaló que “en la Región del Bío Bío son alrededor de 50 y en la provincia de Concepción, unas 30. Ahora, van llegando más, al margen de visitas que hemos constatado en terreno y otras en las comisarías. Somos poquitos y no es fácil porque a veces sientes que te tratan de esconder cosas, los camiones y los uniformados no llevan identificación. Si alguien se va en un camión es imposible saber en cuál, son todos iguales”.
Chang aclaró que “en un estado de excepción no se suspende la integridad física o psíquica de las personas ni el derecho a la vida. Aquí no existe ninguna facultad por parte de militares o carabineros, para causar lesiones o atentar con estos derechos. Los usos de las fuerzas están en protocolos internos que deben ser proporcionales a los ataques recibidos. La mayoría de los relatos que tenemos son de personas que se manifestaban de manera pacífica y recibieron perdigones, golpes o mal uso de bombas lacrimógenas. Son medios mal utilizados”.
Sobre el escenario que vive actualmente la Región, manifestó que “hay prácticas que parecían olvidadas y esperamos que no se repitan. Tenemos una querella presentada y alrededor de cuatro en tramitación. No estamos en guerra enfrentándonos unos con otros. Simplemente la mayoría de los ciudadanos se está manifestando pacíficamente sin armas”.
El contraalmirante Carlos Huber, una vez consultado por la violación de los derechos humanos, afirmó que “estamos siendo transparentes y quien tenga algo que denunciar, que lo haga en los canales que correspondan. La gente que está bajo mi mando tiene reglas de enfrentamiento y uso de la fuerza bastante claras. Hay un tema de proporcionalidad y autodefensa en caso que sean atacados. Cualquier cosa que se salga de eso, será investigado por fiscalía y los tribunales”.
En ese sentido, ¿la gente le perdió el miedo al toque de queda? Sergio Giacaman, intendente del Bío Bío, aseguró que “esa herramienta, lo que pretende, es restablecer el orden y seguridad, no dar miedo. La mayoría de la gente lo ha respetado. Conversamos sobre flexibilizar los horarios y esperamos, por lo mismo, que la violencia disminuya”.