La cruzada de los vecinos de Los Cerros de Talcahuano por tener una subcomisaría

09 de Junio 2019 | Publicado por: Carolina Abello
Fotografía: Raphael Sierra P.

La nula vigilancia policial y la presencia constante de delincuentes armados mantienen aterrorizados a sus residentes. Desde 1980 que esperan el regreso de la unidad policial que había en el sector.

El pasado 8 de mayo, un robo con homicidio sacudió a Los Cerros de Talcahuano: dos adolescentes, de 16 y 17 años, ingresaron a la fuerza a la casa de la familia Sánchez Vivero, ubicada en Los Lobos Viejos. El dueño de casa, Luis Sánchez Salazar quedó con graves lesiones intentando defenderse de sus atacantes, pero su hijo Luis, de 36 años, murió víctima del ataque.

El violento hecho reactivó la petición de los vecinos de tener una subcomisaría en el sector Los Cerros. Con protestas y velatones, los vecinos han hecho sentir el abandono que sienten por parte de las autoridades.

Jennifer Bobadilla fue dirigente vecinal del campamento Las Algas y ha vivido toda su vida en Los Cerros.

“Acá andan los cabros armados pasan por el lado de uno mostrando sus armas. Hay mucha droga, pero no hay nada de vigilancia, así que nos cuidamos entre nosotros, pero muchos tienen miedo”, reconoció.

Caminar por las calles de Los Lobos Viejos da cuenta, precisamente, del temor que relatan los vecinos, los que prefieren no identificarse ante las preguntas de Diario Concepción: los antejardines de las casas están enrejados por completo, y en las calles se ven animitas. Pero si en otros sectores conmemoran a fallecidos por accidentes de tránsito, éstas recuerdan a víctimas de homicidios, como Daniel Torres, Jimmy Sandoval y Michael Contreras, cuyos crímenes han atemorizado aún más a los residentes.

Carlos Cisternas es uno de ellos y vive hace 34 años en el sector. “Aquí ya no respetan ni a los mayores ni a los niños. Antes teníamos vigilancia, pero hoy la delincuencia se está tomando a la juventud y también a los niños. Los vecinos dicen que cuando está oscuro, ya no se puede salir, sobre todo las mujeres. Los hombres, bueno, confiamos en Dios y estamos en las manos de él, porque acá a la gente la asaltan por cualquier cosa y en pleno día”, dijo el residente.

Otro de los problemas que enfrentan los vecinos son los sitios eriazos que rodean las poblaciones, Oscuros y con basura, facilitan que las personas sean blanco fáciles de asaltantes y violadores, problema que han planteado a las autoridades sin recibir respuesta alguna.

Miguel Espinoza lleva 23 años siendo dirigente del sector y lleva todo ese tiempo intentando que sus vecinos vuelvan a sentirse seguros en el barrio que los vio crecer, pero aún no lo consigue. Recuerda con detalles cómo perdieron la unidad policial y luego el refuerzo de Carabineros que se les había asignado.

El dirigente inició en 1997, una campaña para recuperar la unidad policial, que existía desde 1980.

Recién el 29 de diciembre de 2017 la campaña comenzó a dar frutos, pues el Ministerio de Bienes Nacionales destinó un terreno ubicado en la calle San Vicente 1200 de la población Nueva Los Lobos, a Carabineros de Chile, para cubrir las necesidades de más de 5 mil personas.

El problema está en que desde esa fecha los vecinos no han notado avances significativos en la construcción de la unidad policial.

Esto, porque el cuartel ingresó a un reestudio, ya que su costo era demasiado elevado, ya que tenía $1600 millones más de las inversiones habituales que se hacen en esas infraestructuras.

Hoy, el informe está en la seremi de Obras Públicas, y tiene que seguir su curso hasta volver al Gobierno Regional.

 

Las animitas instaladas en las calles recuerdan a los vecinos que han muerto en las calles asesinados por delincuentes.

Vivir con miedo

“Somos nosotros los que vivimos la realidad en carne propia. Hay vecinos que han muerto en la calle, apuñalados o baleados, para quitarles celulares o dinero. Mujeres que han sido violadas en sus negocios o en sitios eriazos, entonces no podemos entender por qué seguimos esperando. Acá hemos visto mujeres a las que le han robado los aros rajándoles las orejas, a ese nivel de violencia hemos llegado”, fustigó Espinoza.

El dirigente recordó que en 2008, ante la ausencia de la unidad policial, se les entregaron dos motos, dos vehículos, dos funcionarios a caballo, dos funcionarios que realizaban rondas y dos más que vigilaban la locomoción colectiva, para que sus conductores y pasajeros no fueran víctimas de asaltos, además de un carabinero que estaba de punto fijo en el consultorio Nueva Los Lobos. Todo eso lo perdieron en 2014, para destinarlo a otros sectores de la comuna.

“Y por eso hoy el delincuente tiene mucho más cancha para hacer lo que quiere, porque acá se dan el tiempo para escoger a sus víctimas, y actuar con violencia, donde el temor de la gente es evidente. Por eso yo les digo a las autoridades de Carabineros y de Prevención del Delito que sus estadísticas no tienen nada que ver con lo que ocurre acá”, insistió el histórico dirigente.

Por eso, el pasado 29 de mayo, Espinoza entregó una carta al presidente Sebastián Piñera, tras lo cual fue recibido por el intendente Sergio Giacaman, el gobernador Robert Contreras y el coordinador regional de Prevención del Delito, Claudio Etchevers, quienes comprometieron una visita al sector, la que se materializaría en los próximos días.

En esa cita estaba presente Luis Sánchez Sandoval (62), sobreviviente del asalto del pasado 8 de mayo, donde falleció su hijo, Luis Sánchez Viveros (36), y en que hay dos adolescentes imputados, que hoy están en internación provisoria.

Ese día, ambos imputados ingresaron al patio de la vivienda tras saltar el cerco, entraron en el inmueble rompiendo un vidrio y accedieron a la habitación del primer piso en la que dormía Sánchez Sandoval. Uno de ellos lo atacó con un cuchillo. Con los ruidos, desde el segundo piso bajaron sus hijos. Mientras el hombre ayudaba a su padre, la hija subió al segundo piso para llamar a Carabineros, pero fue interceptada por el otro adolescente., quien le quitó su celular y una billetera y luego bajó al primer piso, donde las víctimas, pese a que se estaban desangrando, retenían al primer atacante, quien había acuchillado a ambos. Entonces le pegó en la cabeza al dueño de casa con el palo que portaba, dejándolo inconsciente. Ambos huyeron del lugar, con las especies sustraídas, luego de que la mujer les abriera la puerta, cerrada con llave.

MIGUEL ESPINOZA, dirigente y su vecino Carlos Cisternas, llevan semanas encabezando manifestaciones en diversos lugares de la comuna, tras la muerte de Luis Sánchez Viveros.

A un mes de lo ocurrido, padre e hija viven aún vive en la casa donde vieron morir a Luis, intentando sobreponerse al dolor de la tragedia.

“Hace poco me recibieron el intendente y el gobernador, a quienes agradezco su buena disposición a escucharnos. Lamentablemente, el dueño de casa aún no aparece. El alcalde de Talcahuano, Henry Campos, ni siquiera nos acompañó en el velorio y funeral de mi hijo”, se lamentó.

Aún debe ir a médico para tratarse las heridas que le dejaron los asaltantes, y sigue con licencia médica, “pero el dolor no es nada comparado con el de haber perdido a mi hijo. No sólo lo mataron a él, sino que a la familia completa, porque teníamos muchos proyectos juntos”.

Uno de ellos era dejar su casa, para la que ya tienen un comprador y adquirir otra junto a su hijo. “Con mayor razón queremos irnos de acá con mis hijos. Hoy, mi hija y yo tenemos miedo, a pesar de que tenemos vigilancia de la PDI, pero quiero pedir el apoyo de las autoridades para poder concretar ese sueño. Yo no quiero que me regalen nada, sino que me hagan más expeditos los caminos para poder lograrlo”.

Ya tenían un lugar listo, para trasladarse, siempre en la comuna de Talcahuano, pero ahora están buscando otras posibilidades que les permitan sentirse más tranquilos y seguros, ya que, antes del homicidio, habían sido víctimas de un robo en la vivienda, donde sólo sufrieron pérdida de bienes, delito en el que también estaba involucrado el adolescente que asesinó a su hijo, delito por el que arriesga 10 años de cárcel.

“Esa pena es lo máximo a lo que podemos aspirar. Lo sabemos, pero vamos a seguir. Cuando llegue el juicio, vamos a tener que ser fuertes”.