La organización sin fines de lucro organiza talleres y charlas especializadas para concientizar sobre la trata de personas y la esclavitud moderna.
En 2016, un grupo de mujeres profesionales, que desde sus cargos habían participado en la Mesa Intersectorial sobre trata de personas, de la Subsecretaría de Interior, decidieron iniciar la Fundación Libera, organización sin fines de lucro que lucha para prevenir y combatir la trata de personas y la esclavitud moderna.
Una de ellas es la abogada penquista Carolina Rudnick, quien explicó que hoy, como primera necesidad, se han dedicado a difundir e informar sobre el tema, al Estado, al sector privado y las personas.
“La trata de personas es traerse a alguien de otro país, engañado o forzado, para explotarlo sexual o laboralmente”, precisó la profesional, quien agregó que este delito, además, implica romper las redes de apoyo de la persona.
En Chile, las víctimas reportadas son 228 entre 2011 y 2018, según datos de la mesa intersectorial, con 37 causas formalizadas. En Bío Bío, en ese lapso hay dos niños víctimas de trata, oriundos de Ecuador, delito que se descubrió en 2017, los que fueron encontrados con otras víctimas de trata, pero adultos, hacinados y con privación de alimentos. Incluso, presentaban signos de desnutrición.
La profesional reconoció que el delito ha crecido junto con la llegada de migrantes a Chile. “La migración está expuesta al riesgo de la trata, porque aumenta este mercado criminal de personas que engañan a otras para explotarlas”.
En el marco de la agenda 2030, que establece los objetivos de desarrollo sostenible, la fundación está dedicada hoy a desarrollar la iniciativa glOCAL, o el Programa de Difusión Global para lo Local. Con el formato de una serie de charlas especializadas para diferentes actores clave en la sociedad, el objetivo es que la gente despierte y comprenda la relevancia del rol que cumple en su prevención, detección y combate, talleres se han realizado en Santiago y Concepción.
“Con esto, las empresas tienen la obligación de respetar los derechos humanos. Por lo tanto, si tienen esclavitud moderna en sus cadenas de suministro, ellos tienen la responsabilidad de hacerse cargo, según el plan de Acción Nacional de Empresas y Derechos Humanos”.
Así, en 2018, Libera inició un programa de formación del sector privado, donde capacitan a grandes empresas, emprendedoras y estudiantes universitarios.
“Allí les enseñamos cómo usar las orientaciones de los principios rectores de Naciones Unidas en empresas y derechos humanos, y las nuevas orientaciones de la Ocde como un instrumento de abordaje para la prevención de violencia de género y la trata de mujeres”. Esto, porque el 70% de las víctimas de trata son mujeres, quienes son, además, explotadas tanto sexual como laboralmente.
Así, en Concepción trabajan con IncubaUdec, de la Universidad de Concepción, quienes aportaron a las emprendedoras que fueron capacitadas en comercio justo y consumo consciente, “porque estamos impulsando que el sector privado empiece a mirar lo que ocurre en su cadena de suministros, para que puedan prevenir”.
En la Fundación ya detectaron algunos rubros donde puede darse más la trata de personas. “Bío Bío es una zona donde han ocurrido casos de trata o es un lugar de tránsito. Y la OIT ha identificado como áreas peligrosas la agricultura, la construcción, hotelería, restoranes y fábricas. Además, hay migrantes realizando estas tareas, por lo que hay que estar atentos para que esto no siga creciendo”.