“Lamentamos mucho lo ocurrido y empatizamos con la familia. Nuestro rol como gobierno es estar en contacto con ellos y ponernos a su disposición”. Así respondió el intendente de Bío Bío, Sergio Giacaman, a las críticas por el actuar del gobierno, realizadas por la familia de Jorge Maulén Vásquez, el comerciante baleado en la cabeza, en una emboscada en Tirúa, el 13 de diciembre pasado y quien murió el 10 de mayo.

Su viuda, Ana María Martínez, acusó un total abandono del gobierno, puesto que no han sido contactados por el actual intendente, Sergio Giacaman, y no se ha cumplido la promesa de la gobernadora de Arauco, María Bélgica Tripailaf, quien comprometió un subsidio de arriendo para el departamento que hoy habitan, ya que debieron trasladarse a Concepción. Pero hasta hoy no ha pasado nada.

Consultado por ese hecho, la máxima autoridad regional señaló que “yo di la instrucción a la gobernación de Arauco. La gobernadora me señaló que ella ha estado en contacto con la familia”.

Sin embargo, tras conocer los dichos de Giacaman, Ana María Martínez insistió en que “sólo fui contactada en dos o tres ocasiones por la asistente de la gobernadora y ella fue quien apareció en el velorio de mi esposo. A la gobernadora sólo la vi una vez, cuando mi esposo fue atacado”.

La familia accedió a hablar con Diario Concepción el pasado jueves, tras dos semanas del fallecimiento de Maulén, quien fue dado de alta desde la Achs el pasado 10 de mayo y falleció en su casa cinco horas después de haber llegado del recinto médico.

“Nosotros, como familia, nos sentimos víctimas del terrorismo. El caso de mi marido no ha tenido ninguna importancia, porque nosotros no hablamos al principio y sólo nos concentramos en estar con él. Si hubiésemos hecho ruido, habríamos tenido más atención del gobierno, pero fue la decisión que tomamos como familia. Íbamos a hablar igual, pero con Jorge vivo”, dijo su viuda en esa oportunidad, donde insistió que analizan acciones legales contra el Estado por la muerte de su esposo.