En los planes de la subcomisario Evelyn Aburto (36) no estaba ser detective, ni menos pasar sus jornadas investigando delitos de robo. Había estudiado Biología en la Universidad de Concepción, y por eso ingresó como oficial profesional, pensando en investigar delitos medioambientales.
“Pero en la escuela de formación me llamó la atención el tema de trabajar en una unidad más operativa, más en la calle. Y con el tiempo, cuando llegué a Concepción a trabajar, el mismo jefe de unidad solicitó que yo llegara acá”.
Antes, había estado en la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de Concepción, donde le correspondió ver delitos de amenazas y hurtos, “pero esta unidad es más compleja y especializada”.
Hoy, la oficial tiene ocho años de servicio, y una hija, Florencia, de 12 años. “Y hay que reconocer que es complicado compatibilizar el trabajo como funcionaria de la PDI, ser mamá y aparte soltera, es un tema complejo”.
La mayor parte de sus horas los dedica a resolver complejas investigaciones policiales relacionadas con delitos contra la propiedad, entre las que se cuenta el robo al camión de valores ocurrido en el mall Plaza del Trébol, el pasado 2 de abril, donde delincuentes huyeron con 900 millones de pesos.
Sin embargo, la unidad dio con los autores, que hoy están en prisión preventiva. Hoy, su motivación es encontrar y detener a los autores del robo ocurrido a principios de este mes a la joyería Rometsch, ubicada en el mismo centro comercial, donde desconocidos asaltaron el local armados y se llevaron millones de pesos en joyas, hecho que causó conmoción esa tarde, ya que los sujetos huyeron realizando disparos al aire. En ese caso aún no hay detenidos.
“En el caso del camión de valores, uno trata de que la investigación llegue a buen término, con resultados. Tratamos de que el trabajo sea muy profesional, y es muy gratificante cuando logramos resultados positivos, y como mujer más aún, porque en esta unidad la mayoría son hombres”. Más aún, la alegría tras una investigación exitosa, a su juicio, refleja el sacrificio que realizan todos los detectives de la Biro y de toda la PDI.
“Es harto el tiempo que uno dedica a este trabajo. No es que una cumpla un horario y se retire, sino que además después uno anda pendiente de si ocurren delitos en la calle”.
Aburto sabe que hoy hay más mujeres en su institución, “y lo bueno es que hay un buen trato por parte de tus pares y de jefaturas”.
Y también cree que las mujeres aportan una mirada diferente al trabajo policial: “Es algo de lo que me dado cuenta con los años. En el sitio del suceso, una es más detallista, una ve cosas que los colegas hombres pasan por alto. Las mujeres son más metódicas y ordenadas”.
Sin embargo, no todo es investigar. Su tiempo libre -no mucho- es para Florencia, el deporte, y la pintura en óleo, actividad a la que se dedica desde que estaba en el colegio: “Eso es todo para lo que me alcanza, por ahora”.