Estudio elaborado por la UdeC y encargado por la Subdere fue clave para dar luz verde al nuevo territorio. A partir de septiembre pasado, cuando debutó la Región de Ñuble, el plantel ha jugado un papel destacado, poniendo a disposición de las autoridades todas sus capacidades para abordar los nuevos desafíos.
A partir del 6 de septiembre de 2018, la Universidad de Concepción se transformó en birregional, junto con la U. del Bío-Bío. La creación de la Región de Ñuble trajo para el plantel de educación superior un nuevo desafío, el cual advirtió desde un comienzo, cuando se hizo cargo del estudio de línea base que en 2013 le encargó la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) para evaluar la posibilidad de crear el nuevo territorio.
“Línea Base, Consideraciones y Propuestas Técnicas para Determinar Pertinencia de Creación de la Región de Ñuble”, se denominó el trabajo, liderado por el académico de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía, Ricardo Utz.
Su objetivo era evaluar las variables territoriales, económicas, productivas, sociales, identitarias, entre otras, que justificaran la decisión del Ejecutivo de proponer al Congreso modificar la división político-administrativa del país.
Los resultados fueron entregados en enero de 2014, y el trabajo se realizó sobre la base de un análisis acabado de la situación de la exprovincia; la aplicación de un “índice de evaluación”, la realización de encuestas y la recolección de opiniones, todo lo cual permitió reconocer diferentes escenarios posibles (con y sin región), y estimar las ventajas y desventajas de la iniciativa. Asimismo, se avanzó en diseñar la nueva región propuesta, tanto en sus aspectos administrativos, como de sus costos de operación e instalación.
Fue este estudio el que dio pie a que en agosto de 2015, la Presidenta Michelle Bachelet enviara el proyecto de ley que creaba la Región de Ñuble al Congreso.
Al asumir la rectoría de la UdeC, el año pasado, Carlos Saavedra visitó al intendente de Ñuble, Martín Arrau, para poner a disposición el plantel para el desafío de construir región.
“Nos reunimos fundamentalmente para representar el interés institucional de colaborar con la instalación de la región. Incorporamos en aquella visita a todo el equipo directivo del Campus Chillán, mostrándole al intendente nuestra mejor disposición para apoyar el trabajo, ofreciendo las oportunidades y capacidades que tiene nuestra institución para abordar los desafíos que tiene el equipo directivo conductor de la nueva Región de Ñuble”, sostuvo el rector Saavedra, quien vinculó estos desafíos a los indicadores con los que nace el territorio.
“Trabajar con las instituciones de educación superior representa una oportunidad para el desarrollo regional, y eso es lo que transmitimos. Estamos atentos a conocer los intereses y problemas que tiene este Gobierno Regional, y aportar desde nuestras capacidades, de la experiencia que tienen nuestros investigadores en el trabajo y solución directa de distintas problemáticas, especialmente en el ámbito silvoagropecuario, pero también en ámbitos de formación de Enfermería, Derecho, y Economía y Negocios”, planteó.
El rector de la UdeC sostuvo además que la universidad, y el Campus Chillán en particular, tienen un desafío “tremendo” en estos momentos, a partir de la creación de la Región de Ñuble.
“Debemos ser proactivos en torno a la nueva región. Queremos abrir los espacios de conversación, pero no en forma centralista, básicamente estimulando los liderazgos que existen en el campus. Ya se encuentra en marcha la conformación de nuevos programas de posgrado para la nueva capital regional, y esperamos estar instalados pronto en Chillán con un magíster en Políticas Públicas y un magíster en el ámbito de la Educación, para formar directivos públicos para la Región de Ñuble”, resaltó.
La autoridad universitaria destacó el hecho que el Campus y la región deben crecer de la mano, aprovechando sus vocaciones similares.
“Se trata de una muestra más de la relación entre Ñuble, que se crea a partir de la proyección de potencia agroalimentaria en el país, con un Campus de la universidad que tiene tremendas fortalezas en este ámbito, con tres facultades clave: Ingeniería Agrícola, Agronomía y Ciencias Veterinarias”.
El director general del Campus Chillán, Pedro Pablo Rojas, relevó el desafío que significa liderar al plantel en el nuevo territorio.
“Debe haber un trabajo estrecho entre el campus y la comunidad, y esto se tiene que plasmar en hechos concretos, en una vinculación permanente y real, lo cual establece un desafío importante, que espero, con el apoyo de los académicos y autoridades regionales, logremos de la mejor manera”, manifestó el directivo, quien precisó que la vinculación del Campus Chillán con el desarrollo de la región es vital durante esta administración.
“Tenemos a miembros locales de la comunidad UdeC, como Fernando Bórquez y la directora del Cecal, Soledad Castro, ya colaborando en este proceso, por lo tanto, creemos que esta red de vinculación se seguirá dando de manera fluida”, sostuvo.
Precisamente, en el marco de esta vinculación con el medio, y en especial, del rol protagónico en el proceso de creación de la Región de Ñuble, la UdeC participó en la formación de la Mesa Regional de Instituciones de Educación Superior, conformada a fines del año pasado, e integrada también por la Universidad del Bío-Bío, Universidad Católica de la Santísima Concepción, Universidad Adventista de Chile, Inacap, Instituto Profesional Santo Tomás e Instituto Profesional Virginio Gómez.
Esta definió cinco comisiones de trabajo, las cuales se encuentran analizando los temas que deberán tributar a los siete ejes que contemplaría la Estrategia Regional de Desarrollo de Ñuble: social, institucional, económico, capital humano, ambiental, cultural y territorial.
Equipo directivo del Campus Chillán.
En tanto, en abril pasado se concretó el ingreso del campus Chillán de la Universidad de Concepción a la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Ñuble, con el objetivo de potenciar el trabajo colaborativo y aportar al progreso de la región.
La instancia está abocada, principalmente, a analizar el potencial económico, cultural y social del recién creado territorio, consensuando la importancia de generar compromisos que permitan avanzar y contribuir al crecimiento sustentable de Ñuble.
Para Pedro Pablo Rojas, la firma del documento es el primer paso para generar nuevas iniciativas en pos de la región.
“Para nosotros resulta una alianza estratégica que tiene como fin apoyar el desarrollo de la región, comprendiendo que el trabajo debe ser mancomunado, en donde cada actor, desde su área, debe ser un aporte constante. Este trabajo colaborativo permite poner ambas capacidades, tanto la académica como la empresarial, en busca de iniciativas que puedan aportar a este desarrollo. Estamos convencidos que podemos ser un ente potente para plasmar varias ideas que vayan en esa línea”, afirmó.