
Entre Penco y Tomé se encuentra uno de los hallazgos más importante de los últimos 50 años. Se trata de bosque de queule, árboles endémicos en peligro de extinción y que se creía estaba erradicada en la Región del Bío Bío.
Son 150 árboles, y se cree tienen cerca de 200 años de vida y están en perfectas condiciones.
Muchas de ellas, incluso, llegan a los tres metros de altura, con un diámetro de 50 centímetros.
Con el fin de resguardar las especies de árbol nativo, la Coordinadora Regional del Bío Bío y el dueño del predio donde se realizó un hallazgo, ingresaron una carta a la Gobernación Provincial de Concepción para que sea declarado patrimonio ambiental y reserva de la biosfera, consignó Radio Bío Bío.