La dependencia que tiene la gente sobre sus automóviles se debe, principalmente, a que el sistema de transporte público es deficiente y requiere una cirugía mayor que sea integrado, accesible universalmente y con pago automático.
La creación de un Metro en Concepción no es un privilegio que la Región quiera obtener para asimilarse, aunque sea un poco a Santiago, sino que con el pasar del tiempo se ha convertido en una necesidad que se hace evidente, especialmente, en hora punta, donde el avance vehicular es cercano a cero.
Según cifras del INE la provincia de Concepción tiene 256 mil 146 vehículos motorizados, cifra que aumentó en 58.853 desde 2002 a la fecha, principalmente, debido al aumento del poder adquisitivo de la población y porque el sistema de transporte público no ofrece las comodidades esperadas para usarlo.
Con un parque automotor que crece en forma sostenida, un mercado de vehículos nuevos y usados que cada año rompe récords en ventas, y una conectividad deficiente con obras públicas que al momento de inaugurarse quedan obsoletas para los flujos existentes, el panorama futuro se torna caótico y desolador, si no se implementen medidas radicales.
En efecto, vale la pena destacar que desde 2005, el Gran Concepción ya cuenta con un sistema análogo al Metro: el Biotrén, una solución de transporte eficiente y segura para unas 40 mil personas al día, pero que se encuentra trunco, al no poder ingresar a las zonas de más alta demanda, como el centro de Concepción, los Tribunales, el Hospital Regional, la UdeC , el Terminal de Buses y la UBB, entre otros.De concretarse el proyecto, el número de usuarios del sistema, crecería exponencialmente.
Para Juan Córdoba, vecino de Collao, que cada día se dirige al centro penquista, la situación se ha vuelto un calvario. “Amo vivir en Concepción, pero en el último tiempo la congestión vehicular hace imposible avanzar, provoca estrés y hace perder tiempo que podría dedicar a mis hijos”.
Como Córdoba son cientos los afectados por la congestión, provocada, según expertos, no por falta de vías, sino por la dependencia que las personas tienen del automóvil debido a que el transporte público no satisface sus necesidades y no les resulta atractivo ni seguro.
Pero, ¿qué necesitaría el transporte público para lograr más adeptos? Según expertos, una modificación total que permita que sea un sistema sustentable, que no contamine la ciudad y, por sobre todo, que cuenten con accesibilidad universal, pues en estos momentos para una persona en situación de discapacidad es, prácticamente, imposible subirse a un bus, que por lo demás no son buses, sino camiones carrozados adaptados para el transporte de personas.
Cabe destacar que la primera y única licitación que se realizó al transporte público local fue en 2002, lo que en la práctica no implicó cambio alguno, pues los actores siguieron siendo los mismos y no ingresaron al sistema nuevos competidores. Ahora sólo se realiza el llamado perímetro de exclusión que, si bien permite regular lo existente e incorporar tecnología y control, hasta el momento no ha mejorado la competitividad de las máquinas ni las condiciones adecuadas para adultos mayores o personas con movilidad reducida.
Además, entre las expectativas está que el nuevo sistema de transporte sea integrado con otros modos que tenga sistema de pago automático, que ofrezca seguridad en las frecuencias, a través de un sistema GPS que informe de manera automática y en tiempo real dónde se encuentra el móvil y cuál es su tiempo de desplazamiento esperado.
Dentro de la modificación del sistema de transporte público se instala, según los expertos, la creación de un Metro que permitiría mejorar los desplazamientos considerablemente y entregar un viaje de calidad, sin contratiempos ni demoras.
Ahora, si se considera que por día son más de 700 mil personas las que utilizan el transporte público en el Gran Concepción y que el proyecto de Metro, que fue evaluado en 2015, cuenta con una rentabilidad de 6,67%, superior a la exigida para dichos proyectos, la decisión está clara, debe ser una obra de Estado pensada en el bienestar de la comunidad.
En los últimos días, parlamentarios de todos los colores políticos apoyaron en forma transversal la creación de un Metro para Concepción y se comprometieron a realizar las gestiones necesarias para que se concrete en un mediano plazo.
El Gobierno, hasta el momento, no se inclina por ninguna opción y asegura que deben ser estudiadas todas las alternativas para emitir una opinión con fundamento.
En tanto, la provincia seguirá bogando por la construcción de un Metro que alivie a la zona de la congestión en que está inmersa, facilite los desplazamientos y mejore la calidad de vida que con el paso de los años y un deficiente sistema de transporte público se ha deteriorado considerablemente.