Favio Ruiz y Vilma Araos respondieron a Sename con ese documento, ya que el organismo aseguró que el matrimonio no había realizado el proceso correspondiente. Corte debe decidir si pueden ser evaluados para ser padres adoptivos para B., de dos años, a quien cuidan desde que tenía cinco meses.
Con un documento emanado desde el mismo programa de Familia de Acogida Especializada (FAE), el matrimonio compuesto por Favio Ruiz y Vilma Araos, respondió al argumento emitido por Sename, que aseguraba que ellos habían manifestado su interés de adoptar a B., el niño que cuidan hace 18 meses, fuera de los plazos establecidos.
“Si una familia de acogida tiene interés en adoptar, debe seguir el proceso establecido por la legislación. En el caso del matrimonio de la Región del Bío Bío, no realizaron dicho proceso, por lo tanto, no pudieron ser propuestos ante el tribunal como familia adoptiva”, dice el comunicado emitido por Sename en respuesta a las consultas de los medios de comunicación.
Sin embargo, informes y correos electrónicos, a los que tuvo acceso Diario Concepción, acreditan que el 4 de diciembre de 2018 se decretó la susceptibilidad de adopción del pequeño, hoy de dos años un mes, a quien el matrimonio tenía a su cargo como familia guardadora desde el 15 de julio de 2017.
El 7 de diciembre, Vilma Araos concurrió al FAE para manifestar su intención de adoptar a B. Dos días antes, había enviado un correo a la directora nacional de Sename, Susana Tonda, comunicando su decisión, pero nunca obtuvo respuesta.
Así, el 14 de diciembre, recibieron, desde ese mismo organismo dependiente de Sename, una invitación para asistir a un taller informativo para las familias que quieran postular al programa de adopción, “con objeto puedan asistir para interiorizarse del programa de adopción, lo cual es requisito para incorporarse al programa como familia postulante”, que se realizó el martes 18 de diciembre, a la que asistió Vilma Araos.
Un día antes, el 17 de diciembre, había vencido el plazo para que algún familiar de B. se opusiera a la susceptibilidad de adopción.
Así, el 19 de diciembre, la coordinadora del FAE informó al juez presidente del juzgado de Familia de Talcahuano, tribunal que había entregado al niño al matrimonio Ruiz Araos, que ellos querían adoptar a B. “Con fecha viernes 7 de diciembre concurrió al FAE la señora Vilma Araos (…) Manifiesta que en conjunto con su familia han decidido realizar las gestiones para adoptar al niño. En el evento, se explica dificultades para tal decisión en el contexto legal actual y de las implicancias que esto tiene para ellos como familia, recordando la motivación por la cual ingresaron al programa. Refieren que el tiempo que han pasado en acogimiento con el niño fue un factor importante en su decisión, el que se ha prolongado por 16 meses”.
Para el abogado del matrimonio Cristian Echayz, el mismo comunicado de Sename reconoce “una gran verdad”, cuando afirma que “la ley no prohíbe que una familia de acogida pueda adoptar”. Sin embargo, a su juicio, “es una gran mentira que la familia no realizó el proceso”, tal cual como demuestran los documentos citados en esta nota.
“Es decir, el Sename siempre supo de la decisión de la Familia de adoptar al niño. Sin embargo, ellos comenzaron el proceso de adopción y dejaron a la familia afuera, cuando ellos pudieron haber informado al tribunal de Familia que la familia guardadora lo quería adoptar y no los incluyó en las tres carpetas de padres que le presentó al tribunal. O sea, Sename pudo haber hecho mucho más, pero lo que ellos quieren es que esto se resuelva lo más pronto posible, que el niño sea entregado lo más pronto posible y que esto deje de hacerles ruido por la prensa”.
La defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, enterada por Diario Concepción del caso, aseguró que esto deja de manifiesto “que uno de los aspectos que no se están teniendo en consideración es lo que se obliga, por la Convención de los Derechos del Niño, a tener en cuenta su interés superior. Aquí hay un pequeño, que lleva 18 meses con sus dos cuidadores, evaluados por el FAE, para saber cómo le han brindado amor y afecto, generando un vínculo que es tremendamente relevante para este niño. Y, por eso, llama la atención que, pese a que estos cuidadores notificaron de la intención de adoptarlo, Sename no informa de una manera oportuna al tribunal, sino que en un tiempo muy posterior a la información que tuvieron por parte de los cuidadores. Y esto genera que estos guardadores no sean incluido en estas carpetas para ser considerados como una opción, que es evidente en el interés superior del niño que está involucrado”.
La defensora agregó que “ lo grave es que acá las instituciones responsables de esto se hacen cargo de atender no sólo los temas administrativos, sino a su obligación de tener en consideración el interés superior de los niños, que desde nuestra perspectiva no está siendo debidamente atendido en el caso de este niño, porque no se está considerando el vínculo que se generó entre el niño y los guardadores durante estos 18 meses, que además dan cuenta de la incapacidad del sistema de adopción de responder al derecho de vivir en familia de los niños en un tiempo adecuado a la luz de sus necesidades y desarrollo”.