Ya sea en forma de dirección de género universitaria o política gubernamental. La transformación cultural que empujaron las mujeres este año no se detiene.
“Ya no hay vuelta atrás. Esa es la principal conclusión de las mujeres que hoy observan y son parte de la ola feminista que desde hace dos meses interviene en las calles de las ciudades, lidera el debate universitario y busca la fórmula para consagrar su incidencia política”.
De esta forma comienza la publicación de Diario Concepción del 1 de julio titulada “Otoño invierno feminista: ¿Hacia dónde camina la batalla cultural?”, que recogió voces activistas y académicas que opinaban sobre los sucesos que por esos días sacudían al país.
Cada una de las mujeres consultadas para la elaboración del texto coincidió en que la oleada de 2018 llegó en una forma distinta a los estacionales movimientos sociales. En efecto, afirmaron que la avanzada feminista de este año respondió a un principio histórico, que se adhirió a experiencias del sufragismo y la lucha por los Derechos Humanos.
“No es que apareciera de pronto, no es que sea una cuestión espontánea. Es más bien un proceso que se viene gestando hace bastante tiempo y que tiene que ver con una sensación de las mujeres de no estar dispuestas a seguir tolerando situaciones de abuso o de acoso”, apuntó Alejandra Brito, autora del libro “Autonomía y subordinación. Mujeres en Concepción, 1840-1920” e investigadora de las corrientes de género y la historia social.
“Visibilizan el femicidio como la expresión máxima de violencia que vivimos las mujeres, pero es tan necesario como visibilizar manifestaciones más sutiles, como las discriminaciones variadas, no solo en el campo de la pareja, también el acoso sexual, el acoso callejero, los trabajos precarizados, la feminización de la pobreza”, acotó por su parte Lorena Astudilo, coordinadora de la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres.
Nutridas de esas vivencias, las movilizadas rechazaron todo tipo de violencia en sus más variadas expresiones. Y dejaron en claro, con una demostración de fuerza que recordó a 2006 y 2011, que no cejarán en la conquista de derechos.
Así también lo manifestaron las mismas protagonistas. “Autoconvocadas en Concepción” se tituló la entrevista conjunta que concedieron seis voceras de las universidades de Concepción, del Bío Bío y Católica de la Santísima Concepción. La nota, liberada por este medio en la misma edición del cuerpo anterior, dio cuenta de sus vivencias y sensaciones, al tiempo que intentó poner en perspectiva la visión política de una naciente forma de organización.
“Antes nos quejábamos por no tener federación, pero hoy lo agradecemos. En la actualidad, somos las únicas que hacemos política en la universidad”, “la Confech no me representa y en la ‘U’ tenemos más que claro que la Confech no nos representa” y “ser autoconvocada es más que nada la oportunidad, al fin, de tener un pensamiento independiente. Que no esté el partidismo influenciando”, son algunas de las frases marcaron el pensamiento del mundo autoconvocado movilizado.
2018 también dejó escenas menos célebres de violencia y uso desproporcionado de la fuerza, como quedó registrado en los 42 detenidos del 16 de mayo durante la segunda marcha del año convocada por la Confech, la primera que tuvo carácter netamente feminista. Igualmente, el 6 de junio el rector UdeC Carlos Saavedra enfrentó a encapuchados que causaban desmanes al interior del campus universitario.
Los descolgados del movimiento feminista tuvieron también un espacio en las calles, aunque minoritario. La voz que se escuchó fuerte fue la de las mujeres, que, a rostro o torso descubierto, gritaron una vez más no a la educación sexista.