
El pequeño Benjamín durante 10 años enfrentó un daño hepático crónico. Su familia agotó todos los recursos posibles antes de su deceso.
La luz del pequeño Benjamín Velásquez se apagó este jueves, tras una larga lucha por encontrar un donante de hígado, el cual nunca apareció.
El menor, durante 10 años, enfrentó un daño hepático crónico el que, a pesar de todos los esfuerzos de su familia y cercanos, terminó con su vida, consignó La Discusión.
“Lo único que quería era descansar, estuvimos toda la noche sufriendo el dolor, pero ya estamos más tranquilos por una parte, porque ya está descansando de todo el sufrimiento que tuvo durante estos 10 años”, afirmó su padre Víctor Velásquez.
Los padres de “Benjita“, como le llamaban sus seres queridos, agotaron todos los recursos para que sobreviviera, no obstante, el trasplante siempre fue esquivo y más aún con una larga lista de espera.
Su padre, incluso, se sometió a diversos exámenes para poder donarle parte de su hígado, sin embargo, su órgano no era compatible con Benjamín, comenzando una dura batalla contra el tiempo, que ya llegó a su fin.
“Ayer no perdíamos la esperanza de que él pudiera salir de la crisis, de las tantas que tuvo pero ya su cuerpo no daba más, estaba tan cansando que en los últimos segundos de vida se rindió, porque su cuerpo ya no era el mismo”, expresó el padre del menor.
La Región de Ñuble se conmovió luego de conocer el deceso de Benjamín, quien a pesar de todos los esfuerzos médicos falleció en un consultorio de San Ignacio. Tras ello, fue trasladado hasta una iglesia de Chillán, donde está siendo velado. Este sábado será sepultado.
“A pesar de que nuestro hijo partió, nosotros vamos a seguir generando conciencia, apoyando la fundación y transmitiendo nuestra experiencia, que en la vida todo se puede siempre cuando la familia está unida en todo sentido”, sentenció el padre del valiente Benjamín.