Entre los alumnos que hasta el momento se sabe que obtuvieron la máxima calificación en la PSU en la Región, hay deportistas de elite, matemáticos y apasionados por la historia.
Si bien los paradigmas en la Educación centrada en la competencia están cambiando, sigue siendo un hito importante para los colegios tener alumnos que alcancen uno o más puntajes nacionales.
De momento, han trascendido los nombres de 4 de los 9 establecimientos de la Región con alumnos entre los puntajes nacionales; los cuatro son privados, dos con sello religioso (Itahue y Pinares), uno masónico (Concepción de San Pedro) y uno de colonias (Chileno-Árabe). Curiosamente, de los cuatro, este año tres están emplazados en la comuna de Chiguayante y uno en San Pedro de la Paz
Diario Concepción conversó con estos cuatro jóvenes, a la espera de que se conozca el nombre del resto de los estudiantes -y colegios- que alcanzaron el puntaje máximo en distintas pruebas de la PSU. Y allí nos encontramos con una sorpresa digna de Todo Deportes: dos de ellos son deportistas de elite, que han dejado en alto el honor de su región en hándbol y básquetbol.
Para ninguna de sus compañeras del Colegio Itahue fue una sorpresa que Fernanda Celis (18 años) obtuviera el puntaje máximo de la PSU en Historia. Y es que hace menos de un mes, “la Feña” recibía durante la ceremonia de graduación, dos premios importantes: el de Excelencia Académica y el de Historia.
Premios más que merecidos para alumna que desde temprano se sintió fascinada por el saber antiguo, en especial por las Guerras Mundiales y las relaciones internacionales de la posguerra. “Siento que los hechos del pasado nos dicen cosas, nos enseñan… Y si escuchamos bien en el presente, podemos evitar que repitamos los mismos errores, una y otra vez”.
Pero la actualidad no le es ajena. Consultada por el debate sobre las políticas hacia la migración, considera que Chile ha dejado pasar demasiado tiempo antes de preocuparse del tema, y que ahora se ven las consecuencias.
Si bien inició su formación en el colegio inglés Saint John’s, asegura que se siente itahuina desde el día que pisó por primera vez el establecimiento, cercano al Opus Dei. “La preparación del colegio para la PSU es espectacular, en el ambiente, en los hábitos de estudio… Todos estábamos preocupadas de dar el máximo. Mi profesora jefe Valentina Villagrán y mi profesora de Historia, Erica Arroyo, me acompañaron y apoyaron todo el año”, explica.
Con la misma seguridad, cuenta que quiere estudiar Derecho en Santiago, en la Pontificia Universidad Católica.
Cristóbal Valdés Acevedo (17 años) es de pocas palabras, pero muy claro en sus ideas. Desde chico que siente que tiene una cabeza matemática, aptitud que supo encausar participando en Olimpiadas y demostrando en muchas oportunidades sus talentos. Ahí reconoce que tanto su colegio, el Chileno-Árabe, como sus profesores de matemáticas, jugaron un rol importante. Y buscando profundizar esta pasión, espera encausar sus 850 puntos en la PSU de Matemática estudiando Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de Concepción.
Cuenta que tiene dos hermanos, Fernanda y José, y que sus pasatiempos favoritos son tocar la guitarra y jugar “FIFA”. Pero tampoco le son ajenas las problemáticas de su tiempo. Consultados sobre los cambios que ha experimentado la educación superior en los último años en Chile, considera que si se quiere estar a la par con el resto del mundo, se debe trabajar desde la base, de la educación básica y media. “En la educación municipal se pierden potenciales talentos por no tener bases o herramientas necesarias, y termina siendo muy injusto”, recalca.
El hasta ahora único representante sampedrino, el estudiante del Colegio Concepción SP, Rodrigo Vidal Troncoso, no esconde su alegría por estar en el selecto grupo de los Puntajes Nacionales, con sus 850 puntos en Matemática.
Y pese a que sabía que no sería fácil, confiaba en que podía lograrlo, tal vez con la misma confianza con la que se enfrenta al aro de básquetbol cada vez que le toca defender a la camiseta del Deportivo Alemán, o de su región. Sí, porque en 2016 y 2017, el “Yoyo” fue figura destacada de Bío Bío en los Juegos de la Araucanía.
La pasión que siente por el básquetbol queda bien reflejada en esta anécdota: cuenta que lo llamaron a las 19.10 horas para informarle que había sido Puntaje Nacional, pero que justo en ese momento iba saliendo a un partido de básquetbol. Así que primero jugó, y una vez que terminó, le contó a sus amigos y a su familia, a eso de las 21.30. Claro, era una noticia tan buena que sus papás no se iban a enojar por eso. “Mis papás y mis amigos se sentían orgullosos, me felicitaron, fue un momento muy lindo”.
Ahora quiere seguir encestando en Ingeniería Civil Industrial UdeC, tanto en los ramos de Cálculo, como en la cancha de la Casa del Deporte. “El Campanil tiene un gran equipo universitario. Se que quedar ahí no será fácil, pero si lo logro, será otro sueño hecho realidad”, confiesa.