“Con felicidad, alegría y bendición recibimos la noticia, porque la determinación de la Corte Suprema es un gran paso para mi hijo”, esas fueron las primeras sensaciones que experimentó la madre de Cristóbal Farías, Daniela Díaz al conocer que el máximo tribunal acogió el recurso de protección a favor de su hijo aquejado con Atrofia Muscular Espinal (AME).
En un fallo dividido el máximo tribunal determinó que las consideraciones de orden económico no deben involucrarse cuando está comprometido el derecho a la vida y la integridad física y psíquica de una persona, por lo tanto ordenó a Fonasa, el Servicio de Salud de Concepción y el Ministerio de Salud financiar el tratamiento.
Los padres del pequeño habían presentado, previamente, un recurso de protección en la Corte de Apelaciones penquista que fue rechazado a causa del alto costo que tiene el fármaco Spinraza, único que trata la enfermedad y que tiene durante el primer año un valor cercano a los $500 millones.
Es por eso que para Díaz la revocación es “un reflejo de que hay justicia en Chile y que la vida de nuestros hijos sí les importa al Estado”.
Cristóbal, de 1 año y dos meses, sufre la enfermedad del tipo 1, lo que significa que comenzó a perder sus funciones motoras al poco tiempo de nacido. Es por eso que para sus padres es fundamental y de suma urgencia iniciar lo antes posible el tratamiento.
“Eso significará frenar el avance de la enfermedad y, si Dios lo permite, recuperar lo que ha perdido. Lo fundamental para nosotros es no perder su sonrisa, sus expresiones”, detalló Daniela Díaz.
En los Tribunales de Concepción hay tres recursos de protección ingresados y uno en la Corte Suprema de los que fueron rechazados en primera instancia.
Otro es el caso de Lucas Pacheco, a quien la Corte de Apelaciones le acogió el Recurso, obligando a la Isapre Nueva MasVida a tener cobertura e incluir al menor al plan de salud de enfermedades catastróficas.