La ex Presidenta de la Sociedad Chilena de Medicina del Sueño, explicó que el horario de invierno es el que más se asemeja al que nos corresponde geográficamente y modificarlo es contra natura.
Este sábado 11 de agosto, cuando aún el frío no se ha retirado de la Región del Bío Bío, los relojes deberán adelantarse una hora dando paso al “horario de verano”, que obligará a comenzar nuestras actividades sin la luz solar que nos proporciona el actual “horario de invierno”.
Para la psiquiatra UdeC y ex presidenta de la Sociedad Chilena de Medicina del Sueño, Sochimes, Carmen Gloria Betancur, el horario que comenzará a regir desde mañana es nefasto para la salud, por varias razones según explica “ tomando en cuenta que nos ponen en el mismo horario de Groenlandia, desfasados geográficamente, nos obliga a actuar contra natura, obligándonos a funcionar en contra de la alternancia entre la luz y la oscuridad, lo que a largo plazo genera un riesgo en el organismo de la gente”.
Es por ello, que considera que es necesario mantener el horario de invierno debido a que es el que nos beneficia, física y mentalmente. “El horario de invierno es el más cercano al que nos corresponde geográficamente, por ende, los cambios bruscos en el huso horario, en este caso, al de verano, nos aleja del que debemos tener, teniendo en cuenta que nos corresponde el de Lima, Bogotá, Washington y New York, esto debido a que al levantarnos con sol nos permite funcionar de mejor manera, día a día”.
Otro de los problema que destaca la profesional es que al salir más temprano del trabajo, lleva al ser humano a tener una vida más vespertina, lo que conlleva en un aumento en la tasa de accidentabilidad laboral, disminuyendo la productividad de la gente, como también la incidencia a sufrir accidentes cerebro vasculares, “ teniendo de base que los chilenos dormimos poco, tenemos un déficit crónico del sueño y si a eso le sumamos un desfase de huso horario les estamos agregando un riesgo físico y mental a la gente”.
La profesional es enfática en aclarar que “el cambio de agosto, costará más desde el punto de vista de la fisiología humana, ya que la luz solar es muy importante para dar el arranque al día, porque de lo contrario actúas contra la naturaleza, ya que nosotros necesitamos la luz, no somos como los animales nocturnos, somos diurnos”.
Betancur indicó además que, al dormir menos, teniendo en cuenta que con el horario veraniego la gente sale más por las tardes y se acuesta más tarde, “esto conlleva al uso de mayores estimulantes para mantenerse despiertos para capear este tipo de vida, me refiero al uso excesivo, en alguno de los casos, entre los que se encuentran: el alcohol, drogas, cafeína y tabaco”.
La facultativa recordó además que los resultados de la encuesta CEP de 2015, cuando se decidió mantener el horario de invierno, reveló que el 58% de la población prefería este horario, algo que como sociedad científica ratifican, aludiendo que con este cambio de huso, existe un interés comercial detrás.
“La salud no vende y no ha vendido nunca, lo que sí vende es una sociedad consumidora, por lo tanto, con mayor presencia de luz en las tardes, la gente se volcará a las calles, no privilegiando la vida familiar”, cerró”.