Sismólogo de la Universidad de Cambridge desarma mitos sobre predicción de terremotos

23 de Junio 2018 | Publicado por: Ximena Valenzuela
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Los factores analizados deben estar en todos los eventos para ser considerados. Explicó que cambios en el campo electromagnético serían los primeros acercamientos.

Los sismos son parte de la vida de los chilenos, de ahí la importancia de trabajos científicos para intentar predecirlos. Precisamente de eso se trató la charla  llamada ¿Predicción de Terremotos? que dictó el director del departamento de Geofísica de la Universidad de Concepción, Matt Miller, dictó esta semana en la capital regional.

El doctor  en Ciencias de la Tierra  aseguró en el ciclo de charlas La Fiesta de las Ciencias, que se realizó en el Café Rendibú,  que existen  acercamientos de la ciencia que podrían predecirlos, pero que hasta el momento “no es posible predecir los terremotos con precisión, de forma sistemática a corto plazo”.

Explicó que los terremotos son hechos tan caóticos que es imposible determinar y aseguró que en Chile cada día se producen muchos de  baja magnitud, en el que el deslizamiento en la falla está sólo a unos milímetros, en un área pequeña. “Ahí la chance de que cada terremoto pequeño se convierta en uno grande es simplemente  aleatorio”.

El experto en sismología de la Universidad de Cambridge, dijo que  aún falta observación de todos los fenómenos posibles antes de un terremoto no sólo la medición de sismos, sino que otros factores pueden ser relevantes.

Al ser consultado sobre si hay cambios en la atmósfera que pudieran  indicar que viene un terremoto, el director de Geofísica, dijo que “antes de algunos terremotos históricos se ha observado cambios en el campo magnético de la tierra, una baja. “Hay estudios, en California, Estados Unidos, que muestran que antes de algunos terremotos el campo magnético, que se mide con magnetómetros, tiene un comportamiento inusual”.

Pero advirtió que no están diciendo que se podría predecir terremotos, sino que sólo antes de algunos de ellos existen comportamientos análogos del campo magnético, que podría tener efectos secundarios en la ionosfera que tengan alguna influencia de transmisión “en señales de ultra baja frecuencia que afecten el comportamiento de animales”, dijo.

Eso sí, advirtió que los animales, en general, tienen un comportamiento extraño. Por ello, afirmó que se debe asegurar que su comportamiento no cambió por otra causa. “Es cierto que  antes de algunos terremotos vienen algunos precursores y algunos animales pueden estar más sensibles a ellos,  pero eso no es de ninguna manera confiable de predicción”, dijo y agregó  que está documentado en la literatura que los peces, llamados Catfish,  pueden sentir los cambios del campo magnético.

“Hay un estudio en Perú, con  biólogos que están monitoreando en un parque nacional con gatillos de sensores de movimiento. Ellos  observan cuántas veces al día las cámaras gatillan a diferentes tipos de animales e indican que una semana antes de un terremoto los animales han bajado su actividad respecto a la normal”.

Al mirar por dentro de la tierra, según el experto, se puede ver un comportamiento anómalo del campo magnético, con corrientes eléctricas, probablemente, a lo largo de las fallas, lo que genera  acumulación de electricidad estática dentro de la falla, las corrientes eléctricas cambian las propiedades químicas, por ejemplo, del agua, afectando el comportamiento de algunos animales.

Miller duda que a corto o largo plazo se llegue a predecir los terremotos, pero destacó que existe interés en la comunidad científica que está realizando estudios en la Nasa, Estados Unidos, instalando magnetómetros en zonas donde podrían ocurrir sismos.

Comentó  que al analizar la ocurrencia de los sismos, no es novedad indicar que en lugares como Iquique, que no han tenido un terremoto en más de cien años, en algún momento ocurriría un terremoto sobre 8,5 a 9 grados, pero que el chance sería en período de 50 años. En cambio en la Región tras el terremoto de 2010 comenzó un nuevo ciclo, por lo que no habría otro similar en unos cien años, hasta que se acumule nuevamente una energía suficiente para un sismo grande, pero en cualquier momento puede haber uno en la zona central, como el de Chillán de 1939, que tiene un mecanismo distinto al del ciclo sísmico, uno del que se tiene poca información, pero que se produciría a gran profundidad, con un efecto fuerte en superficie por generarse justo debajo de zonas habitadas.

“En conclusión antes de algunos terremotos, existen algunos precursores, que podrían atribuir al terremoto, pero para una predicción se necesitan datos confiables y observables antes de todos los terremotos,  no sólo antes de algunos, sino de todos eso es para una predicción confiable y no estamos en este punto”, aclaró.

Por tanto, el llamado que el científico realizó a la comunidad es a siempre estar preparado para enfrentar un terremoto y recalcó que si bien aún no se pueden predecir los sismos, su análisis contribuye a tener una mejor calidad constructiva, entender los patrones de amplificación de energía hasta que den guías de movimiento de suelo en tiempo real para ayudar a ciertas regiones y determinar cuáles son las más afectadas.