La máxima autoridad universitaria comentó la situación que se vive a raíz de las manifestaciones estudiantiles y también detalló el rol que espera que jueguen los planteles en descentralización.
Una semana como rector de la Universidad de Concepción completa mañana Carlos Saavedra, físico de 55 años que el lunes 14 de mayo, en el marco del aniversario 99 de la casa de estudios, recibió de manos de Sergio Lavanchy la medalla que lo distingue en calidad de máxima autoridad del plantel penquista.
En estos primeros días las citas protocolares se han llevado buena parte de su tiempo, pero no son las únicas materias que rondan en la Casa Enrique Molina. La contingencia apremia, sobre todo cuando la demanda por una educación no sexista toma fuerza y se mantiene presente en el debate.
Claro lo tiene Saavedra, que en su jornada inicial como rector recibió una carta de parte de un grupo de “autoconvocadas” de la UdeC.
– ¿Qué mensaje hay para las estudiantes que hoy se movilizan en las universidades?
– Pienso que este movimiento debe llamarnos a la reflexión a todos. Estamos interpelados a abordar los mecanismos y relaciones entre las personas, garantizando que no existan espacios de violencia al interior de nuestros lugares de trabajo, pero especialmente en el ambiente universitario, donde estamos formando a las próximas generaciones. Pienso que es un llamado de atención que debe ser atendido con la profundidad que requiere.
– ¿Hay que definir mejores procedimientos internos?
– Nos interesa ser certeros en dos mensajes. Debemos cuidar en todo momento la dignidad de las personas, por un lado las personas que nos indican que han sido afectadas, pero también aquellas que podrían haber sido o participado en estos hechos. Pensamos que es algo que salvaguardar, garantizar que en todos los casos vamos a llevar adelante un debido proceso para su análisis. Pienso que es clave incorporar la presunción de inocencia, así como atendiendo a las posibles víctimas. Esto requiere de adecuaciones institucionales para dar respuestas efectivas a lo que se nos ha planteado. Estamos comprometidos con este tema.
– ¿El sistema educacional tiene una deuda con las mujeres?
– Esta es una deuda de la sociedad en su conjunto. Hay que recordar que en Chile el Decreto Amunátegui, que permitió el acceso de las mujeres a la universidad, data del año 1878. Las dos primeras doctoras, como cuenta Diamela Eltit en su libro acerca del sufragio femenino en Chile, se graduaron en torno al año 1888. Una de ellas se fue a especializar a Alemania y allá se encontró con un problema aún más serio, porque en ese país las mujeres no estudiaban medicina. Qué quiero decir con esto. Que, a veces, la sociedad chilena, pese a que estamos lejos y somos un país pequeño, genera elementos donde se producen avances significativos en la generación de condiciones.
El rector Saavedra les otorga un papel central a las casas de estudio en el impulso a la desconcentración, tanto económica como del conocimiento.
En ese marco, recalca, quebrar el paradigma de competencia y reemplazarlo por uno de colaboración es el objetivo número uno.
– En su discurso de asunción prioriza el rol de la UdeC en descentralización. ¿Cuál será?
– La universidad ha sido partícipe de procesos históricos, políticos y sociales en sus 99 años de existencia, y pienso que actualmente los hechos más relevantes en términos políticos y sociales son dos. Primero, la reforma a la Educación Superior; segundo, el proceso de descentralización. Pienso que son un llamado de atención a las universidades hacia la construcción de conocimiento, pero también hacia la generación de condiciones adecuadas para que haya una descentralización efectiva. La única forma de que así sea, es que la educación tenga un cierto nivel de equidad o uniformidad en los distintos niveles.
– ¿Cuánto daño ha hecho la competencia entre planteles?
– La Ley de Educación Superior, con todos los defectos que pueda tener, permite abordar al menos una parte del financiamiento institucional a partir del financiamiento a los estudiantes a través de gratuidad, lo que va a permitir descomprimir ciertos elementos de competencia, porque al regular el número de estudiantes o la posibilidad de crecimiento de las ofertas, entonces el crecimiento no va a pasar fundamentalmente por esa vía.
– En las universidades del Bío Bío, ¿está la voluntad de colaborar?
– Absolutamente. Ya hemos conversado con los rectores de la UCSC y la UBB, tenemos propuestas preliminares abordadas y espero que podamos anunciarlas en conjunto. Hay al menos tres áreas de trabajo donde hemos encontrado afinidad o comunidad de intereses para poder avanzar. Espero que una vez que me integre formalmente al Cruch podamos generar los anuncios de los esquemas de colaboración con estas casas de estudio, y por qué no otras.
– ¿Le agrada la idea del rector Schmitz de consolidar un “zonal Bío Bío” del Cruch?
– Absolutamente, los rectores Schmitz y Gaete han avanzado en ese tema y espero que sí podamos generar esa estructura regional y mi disposición va a ser muy amplia en el fin de construir este consejo o unión de rectores del Bío Bío, sobre todo con el sentido y deber que tenemos como instituciones. Hay espacio para ello.