Según prueba aplicada a la realidad regional, la brecha socioeconómica se redujo ligeramente. En cuanto a desempeño por género, se consolidan los mejores resultados de las estudiantes mujeres en la prueba de Lenguaje.
Ayer se conocieron desagregados por Región los resultados del Simce, prueba que mide el dominio de estudiantes de 4°, 8° Básico y II° Medio de temas del currículo escolar.
En el Bío Bío, la presentación estuvo a cargo del seremi de Educación, Fernando Peña, y el director de la Agencia de Calidad de la Educación (ACE) macrozona centro sur, Gino Cortez.
En su exposición, el profesional de la ACE indicó en términos generales que “hemos visto cómo en Matemática y en Lenguaje en 4° Básico, la brecha entre estudiantes de grupos socioeconómicos (GSE) altos y bajos se ha acortado. En la última década vemos que la brecha se ha acortado en 19 puntos en Lenguaje y notamos que los desafíos están puestos en II° Medio, donde los resultados de los hombres de GSE altos en Lenguaje han ido disminuyendo”.
Por su parte, el seremi Peña comentó lo que calificó como el resultado más preocupante: la situación de los estudiantes de estrato bajo en lo que respecta al examen de Matemática. “Si uno analiza cuál es el puntaje que sacan los alumnos (de II° Medio) en niveles socioeconómicos bajos, si se compara cuáles son los contenidos que se están aprendiendo, eso los sitúa en Octavo, lo que genera preocupación porque se nota un deterioro en general desde 4° a 8° Básico”, señaló la autoridad.
En 4° Básico, en la prueba de Lenguaje y Comunicación, se registró un aumento de 15 puntos en la última década, alcanzándose una puntuación de 269. En cuanto a GSE, la brecha se reduce por un ligero aumento del estrato bajo.
En el mismo curso en Matemática, se apreció un aumento de 14 puntos en diez años, llegando a 261. La brecha por GSE también se redujo, aunque motivada por la caída de las capas altas.
Asimismo, en Ciencias Naturales, los números caen (256).La brecha igualmente disminuye, dada a su vez por el peor desempeño de esferas más acomodadas.
En 8° Básico, en Lengua y Literatura, el total se empinó tres puntos desde 2014, anotando 243. Aquí la brecha se acortó por un declive sostenido de todos los grupos.
Dicho nivel, pero relacionado con la prueba de Matemática, mostró estabilidad en una década (258), tanto en la puntuación como en la brecha.
Ciencias Naturales bajó en Octavo Básico -256 puntos-, pese a con anterioridad expresar alzas. El GSE decayó, lo que contribuyó a una menor brecha social.
En 4° Básico, un 54% de los estudiantes de la Región declaró tener una autoestima académica “alta”. En 8° se impuso la percepción “media”, con un 56%.
Respecto a clima de convivencia, en 4° Básico un 69% la puntuó “alta”, mientras que en 8° hizo lo propio un 53%.
En participación ciudadana, los estudiantes de 4° Básico en un 75% la calificaron “alta”. En 8°, un 63% también tuvo buena consideración.
En cuanto a hábitos de vida saludable, 4° Básico mostró un 55% de calificación “alta”. Por su parte, 8° preocupó con su 68% de “media”.
En II° Medio, un 54% respondió “medio” en autoestima académica; un 51% “alto” en clima de convivencia; un 53% “alto” en participación ciudadana y un 73% “medio” en hábitos de vida saludable.
En cada presentación del Simce se abre el debate por su pertinencia de cara a la realidad educativa país.
Daniel Rodríguez, director del centro Acción Educar, cree que la prueba no solo es válida en sus distintos indicadores, sino que se ha validado en el tiempo.
“Hay que valorar que sostenidamente, a través de varios gobiernos, se vaya ampliando la mirada de la evaluación, pasando de una perspectiva basada solo en lo estandarizado hacia otras formas de medir logros. Es una herramienta que tiene un uso específico, que es medir los logros de aprendizaje del país para comparar rendimientos. Los cuestionamientos tienen que ver con criterios políticos”, mencionó el investigador.
Boris Figueroa, presidente del Colegio de Profesores del Bío Bío, calificó de “nefasta” la prueba Simce, ya que estaría diseñada para entregar buenos resultados en estratos socioeconómicos acomodados y un mal desempeño en establecimientos con menos recursos.
“Lamentablemente los colegios entran en una competitividad por salir bien de evaluaciones estandarizadas que no condicen las competencias que tienen los alumnos con la evaluación que ellos rinden. Creo que es nefasta esta evaluación Simce, lo único que hace es encasillar a algunos colegios como ‘buenos’ o ‘de calidad’ en desmedro de otros, pero eso dista mucho de la realidad”, señaló el docente.