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Carmen Gloria Betancurt, psiquiatra UdeC: “Horario de invierno es beneficioso sólo si se mantiene estable todo el año”

Especialistas coinciden que los cambios dos veces al año son inapropiados y anti naturales puesto que afectan el desarrollo psicológico, cognitivo y productivo de las personas.

Por: Mauro Álvarez 12 de Mayo 2018
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Una hora más de sueño tendrá la población chilena a contar de las 00.00 horas de mañana, cuando el reloj se atrase una hora, es decir los 60 minutos que se deberá retroceder el reloj aumentará a “25 horas” el día hoy  a excepción de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, que continuarán con el actual horario de verano.

Esto, según Carmen Gloria Betancurt, psiquiatra de la UdeC y ex presidenta de la Sociedad Chilena de Medicina del Sueño, Sochimes, es beneficioso sólo si la medida se mantiene fija por el resto del año, al igual como ocurrió el año 2015.

“Devolvernos a nuestro horario de invierno (GMT-5), que es el más cercano al huso de horario geográfico que deberíamos tener (GMT-4), es decir más cerca del huso de Perú y Ecuador,  nos va a permitir descansar una hora más, lo que conllevará a un mejor funcionamiento tanto intelectual como físico para toda la población. Por lo tanto, cambiar la hora este fin de semana no es malo, porque nos devuelve a lo más cercano que nos corresponde fisiológicamente, a diferencia del actual (horario de verano) igual al de Groenlandia y Brasil”, explicó.

Ilustración Andrés Oreña P.

Efectos negativos del horario de verano

Cambiar la hora nuevamente en agosto es perjudicial, explica la psiquiatra, pues a su juicio existe una deuda crónica pendiente con el sueño. Si a esto se le agrega un desfase horario, todos los días que deban trabajar versus los días libres tendrán una mayor presencia de falta de sueño. “Este efecto es comparable a un viaje transmeridiano, como si viajáramos a Europa, entonces todos los lunes la gente funciona más lento, por lo que no puede desarrollar sus actividades al 100% durante la mañana, por la somnolencia en sus organismos la gente no reacciona del mismo modo, la secreción de cortisona y otras hormonas que tienen que ver con el estado de alerta y con la buena capacidad de respuesta al estrés, están a temprana hora en niveles bajos, por lo que mantener el horario de invierno durante todo el año es lo más prudente, lo contrario no tiene sentido”, recalcó la profesional.

Opinión que coincide con la del doctor John Ewer, del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso, quien indicó que “Chile ocupa un huso horario errado. Nos corresponde geográficamente el mismo de Perú, pero en la actualidad tenemos el de Brasil / Atlántico y cuando cambiemos la hora tendremos el de Bolivia. Como la luz del sol es la que encarrila nuestro reloj biológico y le dice cuándo comienza el día, porque es la fuente más fuerte de luz a la cual tenemos acceso, significa que la mayoría de la población arrastra un déficit crónico de sueño de dos horas, por sobre el que seguramente ya tiene, y en adolescentes la situación es peor”.

Efecto Jet Lag 

Los especialistas coinciden en que estos cambios bruscos son completamente inapropiados y anti naturales para el ser humano, puesto que afectan su desarrollo psicológico, cognitivo y productivo.

“Las personas pueden sentir un jet lag de hasta tres semanas, hasta que logran la adaptación horaria de una hora, con diversas molestias y pérdida de concentración. Necesitamos crear conciencia en las autoridades en relación a que los humanos no somos un reloj de arena y que no funcionamos de la misma manera a cualquier hora”, comentó Erwin Plett, director de Alfa Lux y vicepresidente de la comisión de energía del Colegio de Ingenieros de Chile, AG.

La luz del sol es la que sincroniza el  reloj biológico en los seres humanos  y le dice cuándo comienza el día, por lo tanto, cuando a mí me ponen una hora que no es lo cercano a mi huso horario fisiológico, yo tiendo a despertarme mucho más tarde, los días que me lo permito por libertad, a diferencia de los días que me toca hacerlo con el despertador.  En Chile tenemos situaciones más relevantes que resolver, en cuanto a salud pública. Es absurdo someter a las personas a un estrés, preguntándose ¿cuándo es o no el cambio de hora? Las autoridades deberían hacer una ley en la que se establezca el huso horario GMT -4 para todo el año, ya que esta situación de forma constante sólo afecta a la población”, enfatizó Carmen Betancurt.

¿Ahorro energético?

Los especialistas coinciden en qué la justificación de “mayor ahorro energético” no es correcto porque si se invirtiera en tecnologías LED y sistemas inteligentes de domótica, se podría bajar el consumo eléctrico en iluminación de un 19% a sólo el 2% del total de energía eléctrica en Chile, ahorrando energía permanentemente, ayudando así al medio ambiente.

“El argumento del ahorro energético ya no es válido como lo fue hace un siglo atrás, cuando se empezó con esta costumbre. Los únicos ahorros calculados eran en iluminación (porque motores y calefactores eléctricos gastan lo mismo), pero eso cambió radicalmente, a fines del 2015, con la prohibición mundial de las ampolletas incandescentes que entregaban sólo el 5% de luz y el resto en calor. Si el país quiere ahorrar en iluminación, el mejor camino es usar moderna tecnología LED, ya que el ahorro será en forma permanente, económica y sustentable sin incomodar a nadie”, precisó Plett.

“Desde el 2015 que estamos advirtiendo de los efectos adversos que provoca en las personas el cambio de hora, a causa del llamado ´ahorro energético´, ya que no hay evidencia que el cambiar la hora sea favorable o tenga algún aporte a la población, por el contrario hay efecto deletéreo, que se producen cuando se pasa de horario de invierno a horario de verano”, sostuvo la psiquiatra UdeC.

Agregó además que, según la encuesta CEP de 2015, cuando se decidió mantener el horario de invierno,  reveló que el 58% de la población prefería este horario, porque tenían más luz en las mañanas, situación que han conversado con la sociedad científica concluyendo que, existen intereses económicos, con el uso de los horarios de invierno y verano.

“Detrás de los cambios de hora hay intereses económicos, que tienen que ver con que una sociedad transformada en vespertina,  se vuelve consumidora. La salud no vende y no ha vendido nunca, lo que sí vende es una sociedad enferma, por lo tanto con mayor presencia de luz en las tardes, la gente consume más, fomentándose la venta tanto en el retail como en las farmacias, con la venta de medicamentos, ya que una sociedad enferma genera mayores ingresos”, concluyó la psiquiatra Carmen Betancurt.

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