El físico afirma que las reformas que impulsará serán todo lo graduales que se requiera para no afectar la estabilidad universitaria, sin rehuir del principal objetivo de su rectorado: un cambio cultural a nivel de plantel y corporación.
Carlos Saavedra (55), próximo rector de la Universidad de Concepción, tiene poco tiempo. A penas ha logrado celebrar el triunfo del 2 de abril, cuando se impuso en una estrecha segunda vuelta. Los requerimientos de la prensa y la comunidad, para él y su equipo, han estado primero.
Antes del balotaje las horas igualmente se le hacían escasas. De todas formas, en los ratos que regala el día, toma su Kindle y lee. “También me gusta el cine y algunas series. La última que seguí fue Peaky Blinders, británica”, cuenta el físico, cuya pasión en las lejanas vacaciones es el windsurf y la navegación en su vela laser.
“Ahora, la dedicación es total”, remarca Saavedra en ésta, probablemente la última entrevista que conceda a Diario Concepción en su oficina del Cefop. Desde el 14 de mayo las convocatorias serán en la tradicional “Casa Enrique Molina”.
– Su candidatura, respecto a 2014, maduró. ¿Está de acuerdo en que también se moderó?
– Más que moderar, yo siento que tuvimos más oportunidad de explicar exactamente lo que queríamos proponer, más que en 2014. En 2014 no hubo tiempo, me reuní con todas las facultades esa vez, pero una reunión por facultad no es lo mismo que las reuniones con cada una de las unidades que concreté en esta oportunidad. Conversamos, en total, con más de mil académicos.
– Esa fue la clave.
– Por supuesto, en forma definitiva. Parte de la maduración del proyecto es que nosotros entendimos de mejor forma las sensibilidades de la comunidad universitaria. Pudimos expresar que los cambios, las transiciones y las propuestas, son todo lo lentas y pausadas que se requieran para mantener la tranquilidad y estabilidad institucional en términos globales. Yo siempre he planteado esta imagen. Hay dos tipos de embarcaciones, las de exploración y los transatlánticos. La universidad no es una nave de exploración, es un transatlántico que se mueve en aguas profundas.
– ¿Cómo se va a materializar el tránsito al cambio que comprometió?
– Yo percibo que la comunidad está ávida de poder expresarse adecuadamente en su proceso de renovación. Yo reforzaría la palabra renovación por sobre cambio. Renovación en formas de establecer relaciones con el personal y los esfuerzos que tenemos que hacer en presencia nacional. No vamos a eludir ninguna pregunta, ningún espacio, y vamos a estar presentes en todos los lugares donde podamos expresar la voz universitaria.
– ¿Cuál es su prioridad en este primer año de instalación?
– En la primera fase de instalación se recogen los dos pilares. Lo asociado a lo relativo a la creación de la Vicerrectoría de Docencia, de manera de tener articulados todos los niveles de formación, la incorporación de tecnologías y los elementos de creación. Seleccionar y llevar adelante del orden de tres proyectos semilla en el Centro de Estudios Avanzados Interdisciplinarios y poder anunciarlos. También son prioridad los elementos de modernización organizacional, en particular de transparencia.
– ¿Se regulará el aumento de estudiantes según infraestructura?
– Nosotros pensamos que en pregrado estamos en el número máximo de estudiantes. Lo que viene son pequeñas adecuaciones y la creación de una carrera, al menos, que permita ampliar el proceso de formación cultural de los estudiantes y dar respuesta histórica a lo que ha aportado el teatro y las artes escénicas. Poder llevar adelante esta carrera es un compromiso. También el conservatorio, el trabajo asociado a la orquesta y generar espacios de formación para próximas generaciones de músicos en la Región.
– ¿Revisará la continuidad de carreras con menos demanda?
– En eso tenemos que tener mayores antecedentes, pero también escuchar mucho a las carreras. Sabemos que hay algunas que han tenido baja demanda, pero allí la pregunta es más bien cómo reforzamos.
– En cuanto a remuneraciones, usted ha dicho que espera que se mejoren.
– Lo que esperamos ahora es contar con antecedentes de manera de evaluar la efectividad inmediata de modificaciones. Nuestro planteamiento es que de todos los recursos extra que construyamos en los próximos cuatro años, la mitad de ellos estarán asociados a infraestructura y equipamiento y la otra mitad a condiciones del personal.
– ¿Le acomoda su rol de primera autoridad de la corporación?
– Lo que nosotros vamos a proponer es construir y generar las condiciones para llevar adelante un gobierno corporativo moderno, y esos gobiernos corporativos no ponen a una misma persona que dirija todas las estructuras de la corporación, como sucede actualmente. Es parte de los ajustes que tenemos que hacer en los estatutos y esa es una propuesta que haremos más adelante con calma y todos los cuidados que se requiera.
– Prefiere entonces un rector concentrado en la actividad universitaria.
– Me gusta más, pero yo no diría universitaria, diría educación superior en su conjunto. Tenemos la universidad, el Instituto Virginio Gómez y el CFT Lota Arauco. Me gustaría tener una visión más armónica de la construcción de estas tres, de forma coordinada, y probablemente el rector allí sí deba tener un rol más relevante.
– ¿Piensa en las corrientes que existen en el directorio y la junta de socios?
– No me preocupa. Yo sé que vamos a contar con el apoyo de todos los directores para llevar adelante esta tarea. Ellos desarrollan un trabajo desinteresado y dedicado, y nosotros facilitaremos su gestión con información a través del contacto con profesionales. En la junta de socios vamos generar mecanismos de acercamiento permanente, de manera de que los socios no solo participen una vez al año en la aprobación de una cuenta que reciben pocos días antes, sino que los informaremos y me gustaría que pudiésemos generar actividades en que los socios no académicos puedan tener elementos de formación u otros de vinculación.
– Usted ha planteado una reforma a los estatutos en orden de limitar las reelecciones. ¿Es la única modificación o piensa en una reforma mayor?
– Hay algunos puntos que se deben abordar. Limitar las reelecciones consecutivas es uno, pero no el único. Nos interesa también autonomía para el contralor, para la defensa universitaria, también mayores atribuciones para el directorio para que pueda generar oposición de funciones, así que lo que pensamos es poner todo esto en forma integrada y planteárselo a la junta de socios con información efectiva de la comunidad académica.
– ¿Cuál es la llave para aumentar el financiamiento institucional?
– Creación de valor a partir del conocimiento, con selección de dos a tres proyectos anualmente al interior de la universidad con financiamiento externo, esperamos público-privado; el cuarto campus, la formación no presencial; la obtención de recursos a partir de la Ley de Donaciones; la expansión de magísteres profesionalizantes y, finalmente, el reconocimiento a los valores reales de nuestros aranceles por parte del Estado al tener siete años de acreditación.
– Cuando habla de democratizar la universidad, ¿se acerca al cogobierno o la triestamentalidad?
– No es eso. Nuestra propuesta es la creación de un órgano de participación de la comunidad, donde estén estudiantes, actuales y titulados, en segundo lugar, que se incorpore también personal administrativo y de servicio y personal académico. Esta será una propuesta que emitiremos como equipo directivo superior y la entregaremos primero al cuerpo académico, de manera de que se adopte una decisión al interior de dicho espacio.
– Independiente de los esfuerzos, las marchas siempre culminan en calle Chacabuco. ¿Cómo se resguarda el campus?
– Nosotros en 2011, no sé si va a ser ese el camino, pero como Asociación de Académicos participamos en marchas contra el lucro e hicimos dos actos muy simbólicos: todos los académicos que participamos en esas marchas, que fuimos más de 300, rodeamos el frontis de la universidad, lo resguardamos. Esa fue una señal muy potente de nuestro compromiso con la educación de calidad y nuestra institución. Créame que no voy a tener dudas en que expresemos nuestro interés porque no se repitan hechos de esa naturaleza.
– ¿Qué nivel de participación proyecta en el Cruch y el G9?
– Asumiremos los liderazgos que correspondan para tener la representación equivalente a la historia y tradición de la universidad en esas instancias.
– ¿Maneja certezas frente al proyecto Pacyt?
– Yo quisiera tener más información, pero le puedo adelantar que a fines del mes de mayo probablemente vamos a dar los primeros pasos internacionales para comprometer la participaron de empresas de vuelo mundial en este parque.
– ¿Avizora ya un rectorado de ocho años?
– No lo sé, eso lo decidirá la comunidad. Sí hay tareas que nos hemos plateado a ocho años y sería deshonesto anunciarlas como si fuesen a cumplirse en cuatro. Estamos pensando en la universidad de los próximos 50 años.