La obra del Padre Hurtado ha tenido un rol fundamental en la protección menores vulnerados, transformándose en un organismo colaborador del Sename. Uno de los miembros de la organización analizó con Diario Concepción el pasado, presente y futuro del cuestionado organismo.
Paulo Egenau reconoce que la situación del Sename en la Región era una bomba de tiempo. En efecto, el director social del Hogar de Cristo revela que hace un año alertaron a las autoridades de lo que ocurría en el lugar, y que hoy se lamenta.
Egenau se ha transformado en un referente en temas de infancia, por lo que ha participado en la comisión del Ministerio de Justicia relacionada con justicia juvenil, en donde cada seis meses visita recintos como el pabellón juvenil de la cárcel El Manzano o el cuestionado CIP-CRC de Coronel.
En conversación con Diario Concepción, Paulo Egenau comentó cuáles debieran ser los ejes que debiese tener el gobierno en materias con menores vulnerados e infractores de ley, y adelantó lo que podría ser la gestión de Susana Tonda en el organismo.
– ¿Cómo ven ustedes la política pública que se está comenzado a realizar en materia de infancia, tras lo ocurrido con el Sename?
– Esta es una deuda histórica, con un olvido negligente de todos los gobiernos, de todo el Estado y en donde nos incluimos como sociedad civil, esto ha estado presente por mucho tiempo en nuestra sociedad y nunca salimos de esto, sino que siempre se ha mantenido, transformándose en una realidad. Ahora, pretendemos que las políticas públicas para este grupo vulnerable, deben ser construidas en bases a estándares que garanticen servicios de calidad, ese es el fondo central de la discusión. Necesitamos tener un programa, con servicios, metodologías, perfiles y profesionales que cuenten con las competencias que la evidencia, y la experiencia nos dice que son las mínimas necesarias para restituir los derechos vulnerados, impedir que se siga dañando al niño.
– ¿Y los recursos?
– Es una discusión que se viene en el último tiempo y nosotros como Hogar de Cristo creemos que hay que sacar el foco desde los recursos a los estándares que se deben garantizar, y allí recién realizar una valoración.
– ¿A juicio del Hogar de Cristo, ¿cuáles son los valores?
– Nosotros hicimos una investigación bastante larga y prolija sobre los estándares que deben tener los recintos, en ese entonces, convocamos a los candidatos para que incluyeran estas observaciones en sus programas de campaña, con 90 recomendaciones en seis dimensiones. Un ejemplo, es la cantidad de niños por residencia, acá tenemos 100 niños por residencia, mientras que la evidencia dice que no deben superar los 8 niños por residencias, con habitaciones individuales. Acá no hablamos de niños que no tienen donde vivir, sino que de menores con historias de graves negligencias que son constitutivas de trauma, que deben ser resguardados. El tema no está en los recursos, el debate son los estándares.
– ¿Entonces, lo que firmó el Presidente Piñera va en el camino contrario?
– Hay muchos actores de la sociedad civil que hace muchísimos años reciben unas subvenciones muy por debajo de lo que se necesita, por lo que un aumento de las subvenciones es una muy buena noticia, pero ahí no está la solución del problema y como política pública debemos garantizar estándares, y la polémica no está en el tema de plata, sino que ponernos de acuerdo en que a estos niños le entregaremos este tipo de profesionales con estas condiciones, acompañando de estos servicios. Teniendo esto claro, podemos hablar de los recursos que se necesitan.
– ¿Cuánto ayudó a la crisis del Sename, que el organismo fuese considerado como un botín político?
– Yo creo que la Alta Dirección Pública busca que ciertos servicios claves en la implementación de políticas sociales hacia los más pobres, estuviesen en manos de personas con las competencias y formación garantizada de que iban a hacer un buen trabajo, y así aislar a los operadores políticos, que no tenían las competencias y motivaciones necesarias para el cargo, es evidentemente algo negativo.
– Entonces, ¿ve con buenos ojos la llegada de Susana Tonda al Sename?
– La conozco personalmente, fue mi jefa y creo que ella tiene absoluta claridad en lo que se necesita. Ella no busca ningún retorno político ni económico, ya que tiene su vida bien resuelta. Susana tiene una extraordinaria capacidad de gestión y colocará todo el conocimiento profesional en esta institución que está abandonada hace muchísimos años. El Sename es un síntoma de la irresponsabilidad de la política pública en infancia.
– El Sename acá en la Región tiene dos problemas, uno es la demora en la reparación del Cread Nuevo Amanecer, que cuenta con recursos aprobados desde 2012 y los hechos de violencia en el CIP-CRC de Coronel ¿Cómo podemos ayudar a que esto no siga ocurriendo?
– Esto no es la crisis del Sename, sino que es la crisis de la política social de la infancia, de todos los gobiernos, independiente del color político. Estamos hablando de los niños más pobres de los pobres, en donde existe un abandono negligente del tema por décadas. El Sename no está articulada por personas no comprometidas, por lo que mirar de esta forma a la institución me parece injusto. El Sename es un síntoma y como gobierno no hubo la capacidad de asumir las responsabilidades que corresponden. Y lo que tú me dices sobre Nuevo Amanecer y Coronel, son otros síntomas de la crisis en la institucionalidad en infancia. Otro ejemplo, es la Ley de Garantías de la Infancia que lleva 20 años en el Congreso y esto es impresentable. Si esta ley existiera, quizás no estaríamos hablando de la crisis del Sename. Hay informes lapidarios sobre lo que ocurre en Coronel, que terminan siendo sistemas dañinos para los jóvenes. La ley de RPA hizo un compromiso que no se ha cumplido. Nosotros le dijimos al Senado que Chile no estaba preparado para un sistema de Responsabilidad Penal Adolescente como era el espíritu de la ley y las consecuencias 11 años después se encuentran a la vista.
Durante la visita a Concepción, Paulo Egenau recibió una noticia que lo dejó preocupado, se trata del aumento de personas en situación de calle en la intercomuna, llegando a 407 personas sólo en la comuna penquista.
Ante esto, Egenau comentó que “no nos genera preocupación esta cifra, lo que al Hogar de Cristo le preocupa es la ausencia de una política integrada para las personas en situación de calle. Hace décadas sabemos que existen, que sufren y que tienen muy pocas posibilidades de salir de la situación en que están”.
Para el directivo, que las personas en situación de calle este bajo esta situación “es otro síntoma del abandono, las personas en situación de calle son abordadas por el estado sólo en situaciones de emergencias y no existe una política integrada multisectorial. Acá debe estar el Ministerio de Vivienda y ellos no piensan en las personas en situación de calle”.
A esto se suman Salud, Trabajo y Desarrollo Social, así se podría evitar respuestas paliativas, si se trabajaran en soluciones reales.