Sistema educacional se alista para aumento de estudiantes extranjeros
16 de Febrero 2018 | Publicado por: Javier Cisterna
El flujo migratorio en Chile es una realidad que escapa a la Región Metropolitana y la zona minera, en el norte del país.
En regiones como la del Bío Bío, donde priman oportunidades de trabajo ligadas al sector servicios y menor medida al industrial, también se ha experimentado un notorio aumento de la presencia extranjera.
Según cifras del Departamento de Extranjería y Migración, sólo en la Provincia de Concepción, durante 2017 fueron entregadas 2 mil 629 visas a migrantes.
En ese grupo destaca con fuerza el componente de venezolanos, quienes han arribado a la zona en un alto volumen el último tiempo.
Y los números en este caso son elocuentes. Si en 2014 se entregaron 40 visas a nacionales de Venezuela en la repartición provincial, en 2017 éstas se alzaron hasta las mil 173, experimentando un incremento de más del 90%.
Luego de los venezolanos figuran colombianos, peruanos, estadounidenses y argentinos como los principales solicitantes de documentación.
Más atrás se encuentran los haitianos, que si bien no suman un grupo considerable, sí han crecido en su presencia.
En 2014, el Departamento de Extranjería y Migración local ingresó 3 visados a ciudadanos de Haití. En 2017, las visas al segmento se empinaron a 165.
Esta situación general trae consigo otro fenómeno, que guarda relación con los más pequeños de las familias que se asientan y su formación muchas veces inconclusa. Se trata de la adscripción al sistema educativo en alguna de sus dependencias y niveles.
En ese sentido, según informó la Seremi de Educación del Bío Bío, el número de estudiantes extranjeros en las aulas de la Región se amplió de 676 en 2016 a mil 110 en 2017. Es decir, prácticamente se dobló su presencia en un año.
Y aunque los organismos oficiales piden que no se sobredimensionen los cálculos -el total de extranjeros aún es muy menor comparado con los casi 418 mil niños y jóvenes chilenos dentro del sistema en el Bío Bío-, éstos responden a una tendencia irreversible en el tiempo que la institucionalidad ha optado por naturalizar.
Hacia una política de inclusión
Andrés Soffia, coordinador de la Unidad de Inclusión y Participación Ciudadana del Ministerio de Educación, afirmó que “el fenómeno migratorio ha irrumpido en el sistema educativo a nivel nacional generando transformaciones que impactan la trayectoria educativa de niñas, niños, jóvenes y adultos tanto nacionales como extranjeros”.
El coordinador destacó los elementos que considera la Ley de Inclusión y también el trabajo entre las distintas unidades ministeriales, que, recalcó, apuntan a disminuir las brechas de segregación.
A partir de lo anterior, Soffia indicó que el Identificador Provisorio Escolar (IPE) es fundamental, ya que permite a los niños extranjeros en condición irregular -y que no cuentan con RUN- inscribirse en establecimientos educativos.
A ello se suma, entre otras acciones, el convenio de reconocimiento de estudios con Haití, que facilita la homologación de estudios de los niveles de enseñanza básica y media de los estudiantes, y el plan Chile te Recibe, que junto con el Ministerio del Interior facilita a que estudiantes extranjeros regularicen su situación migratoria y puedan acceder a los beneficios.
“También se trabaja en la elaboración e implementación de un modelo de gestión que aborde la inclusión de estudiantes provenientes del programa de Reasentamiento Sirio y fortalecer la colaboración en la pesquisa de estudiantes en condición de hijos de extranjeros transeúntes en el marco del programa Chile Reconoce”, añadió Andrés Soffia.
Barrera idiomática y otras dificultades
“Una vez dentro del colegio, hay programas especiales que se inician, por ejemplo, ahora en marzo, para romper la barrera del idioma, que es una de las primeras trabas con las que se encuentran muchos niños extranjeros”, comentó el director (s) del Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem) de Concepción, Jorge Riffo.
El encargado subrayó que el manejo del español es una de las principales preocupaciones de las autoridades en este proceso de apertura, por lo que han surgido iniciativas tanto desde organismos oficiales como la sociedad civil, particularmente orientadas a ciudadanos haitianos.
“En el Liceo República de Israel los sábados en la tarde trabaja un grupo de voluntarios que se reúne con niños y padres para ayudarlos a romper la barrera del idioma. Hay otro grupo en el Cesfam Tucapel, donde se reúnen más de 80 haitianos y una fundación les enseña español”, contó el director del Daem.
La autoridad municipal también sostuvo que no se han experimentado episodios de discriminación y que la convivencia ha sido central, particularmente porque ayuda a los niños a familiarizarse con las dinámicas del país.
Educación superior y gratuidad
En materia de formación superior, los números dan cuenta de cerca de 20 mil estudiantes extranjeros cursando pregrado o posgrado en Chile.
De ese total, se estima que cerca de 900 residen en la Región del Bío Bío en alguna de sus diferentes casas de estudio.
Dicha situación ha generado que el mecanismo de gratuidad también haya ingresado al debate, particularmente tras denuncias de carencias en cuanto a su inclusión de foráneos.
Fue el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) que realizó la denuncia, al cuestionar el caso de siete estudiantes a los que se les negó el acceso a la gratuidad por no contar con la residencia permanente, pese a ser beneficiarios del programa Pace y contar con buenos antecedentes académicos.
“Esto nos parece que es una discriminación arbitraria y, además, un acto ilegal, porque el requisito que pide la glosa presupuestaria que regula el beneficio de gratuidad es que las personas tienen que tener residencia definitiva, y es claro en el decreto que esa residencia se obtiene desde la primera residencia temporaria”, expresó en una cita abierta Pablo Valenzuela, director nacional del SJM.
Frente a esta situación, el Seremi de Educación del Bío Bío, Sergio Camus, mencionó que “hasta ahora la exigencia, tratándose de extranjeros, es que tengan la visa correspondiente que permita la residencia y cursar los estudios”.
“Avanzar hacia mejores condiciones, que permitan hacer efectivo el beneficio, va a requerir también modificaciones legales para que eso ocurra. Los avances que está teniendo el país, como las mejoras que se espera experimente en su economía, pudiesen también permitir estudiar una medida de mayor amplitud”, agregó la autoridad respecto de los postulantes sin asentamiento definitivo.