La meta es plantar un millón de árboles en cinco años. Cada hectárea tiene un costo sobre los dos millones de pesos.
La verdadera catástrofe que generaron los incendios forestales, la mayoría intencionales, durante febrero del año pasado, no sólo dejaron a su paso cientos de viviendas dañadas, sino también una gran pérdida de bosque nativo que suma más de 95.000 hectáreas entre la región Metropolitana y la del Bío Bío.
Por ello, Cultiva -organización sin fines de lucro creada en 2000 para contribuir cuidado del medio ambiente y a la educación juvenil- está promoviendo una campaña llamada Reforestemos el Bosque Nativo, de tal manera de recuperar los terrenos degradados.
Enrique Gellona, director ejecutivo de Cultiva, afirmó que cuentan con un modelo llamado Regeneración Socioambiental que busca integrar a las comunidades afectadas, conocer sus necesidades y reactivar las economías locales.
“Buscamos generar conciencia con respecto al tema de los incendios, la importancia del bosque nativo, los objetivos sociosostenibles que tenemos como país y los efectos del cambio climático, que son temas muy relacionados a lo que se generó con los incendios”.
Explicó que además de la plantación de mil hectáreas que se han propuesto, contratarán mano local para realizar un sistema de riego semitecnificado, por un período de dos años, lo que contribuirá al crecimiento seguro de las especies y a la reactivación local.
De hecho, afirmó que los siniestros forestales pusieron de manifiesto que el modelo de desarrollo que hemos implementado como país ha ido en desmedro de los recursos naturales, en desequilibrio con el ecosistema y sin el debido resguardo de la biodiversidad, afectando directamente el bienestar del ser humano.
En este contexto explicó que “el principal objetivo es crear conciencia en las personas, comunidades y organizaciones, transformando su relación con el mundo, a través de la regeneración de bosques nativos y ecosistemas degradados. Además de mirar cual ha sido nuestro modelo de desarrollo y replantearnos el manejo que hemos tenido con nuestros bosques y recursos naturales”.
Gellona hizo un llamado a que los privados se sumen a la iniciativa para reforestar con especies nativas, que en promedio tiene un costo de dos millones 800 mil pesos por hectárea, donde el 55% de los recursos será destinado a plantar y educar y, el restante a mantención y seguimiento.
Cultiva cuenta con el patrocinio del ministerio de Medio Ambiente para realizar el proyecto y tienen un convenio de apoyo firmado con Conaf que permitirá que “ellos donen árboles y entreguen apoyo técnico”.
Explicó que actualmente Cultiva se está financiando a través de concursos nacionales e internacionales, “ya tenemos financiadas 20 hectáreas para el 2018, se empezaría a reforestar después de las primeras lluvias, abril o mayo, empezaríamos por la región Metropolitana”.
Sin embargo, ya cuentan con un convenio firmado con Indap en Ñuble que permitirá realizar una actividad de reforestación en San Nicolás que incluye a siete hectáreas.
La iniciativa, que espera lograr plantar un millón de árboles en cinco años, sólo se logrará, según Gellona, con la participación de todos los actores de la sociedad que, de manera colaborativa, con las comunidades, colegios, municipios, gobierno, empresas privadas, instituciones y las Ongs. ”Es una meta súper grande la que nos propusimos, porque un millón de árboles corresponde a dos mil hectáreas, claro que si lo comparamos con las 95 mil perdidas es nada. En esta catástrofe todos debemos apoyar para recuperar nuestro bosque nativo”, dijo.
Las especies que serán plantadas dependerán de cada lugar afectado, pero existe una metodología, llamada asociatividad de especies, es decir, de manera aleatoria, lo más parecido a un bosque nativo “donde hay muchas especies arbustivas y árboles que se ubican de manera desordenada. En la Región del Bío Bío podría incluir Roble, Quillay y eventualmente Litre”
La idea busca que las empresas privadas “se hagan presente a través del financiamiento de hectáreas de reforestación nativa (…) Ahora bien todas las personas pueden colaborar, desde cualquier monto. Otro mecanismo de apoyo es la posibilidad de adoptar un árbol, que tiene un valor de $8.000, árboles que son utilizados para regalos o donaciones por alguna festividad o, incluso, donarlos por una defunción donde con una tarjeta digital o en papel si así lo requiere la persona”.
Además, según dijo, están abiertos a recibir voluntarios para trabajar en la reforestación del bosque nativo de la región a la que pertenezcan.
Quienes deseen sumarse a la iniciativa pueden hacerlo a través de www.cultiva.c