Embarazadas que se protegen contra el coqueluche superan el 63%

19 de Diciembre 2017 | Publicado por: Ximena Valenzuela
Fotografía: Cedida

Se transmite con facilidad a través de secreción respiratoria  y puede llevar a la muerte, especialmente, a lactantes que dejan de respirar producto de los accesos de tos.

Ya son más las de cinco mujeres, embarazadas sobre la semana 28, que han decidido protegerse contra el virus de la tos convulsiva, más conocida como coqueluche, que tiene origen infeccioso en el tracto respiratorio, pues para contagiarse basta estar expuesta a gotas de secreción respiratoria y, lo que es peor, se puede contagiar al feto a través de la placenta.

En total, son  5.671 embarazadas,  que han accedido en La Región a la vacunación preventiva, que lidera el ministerio de Salud, buscando reforzar la protección contra la tos convulsiva o coqueluche en lactantes menores de 6 meses, mediante inmunización traspasada al futuro hijo, a través de la placenta y la lactancia.

La vacuna, integrada al Programa Nacional de Inmunizaciones, viene a complementar la que actualmente se administra a los niños y niñas, a los 2, 4, 6 y 18 meses, así como durante la etapa escolar, en primero y octavo básico.

La tos convulsiva corresponde a una enfermedad infecciosa bacteriana, que afecta el tracto respiratorio, que observa su mayor cantidad de casos en mayores de 20 años y el grupo menor de un año. En este último segmento etario, el 85,2% corresponde a menores de 6 meses de edad, cuyo calendario de vacunación está incompleto.

En la Región  desde el 3 de octubre, momento en que se inició la estrategia, el territorio presenta un 63,2% de avance en cobertura, en un proceso considerado inédito por el seremi de Salud Mauricio Careaga, quien detalló que es liderado por Arauco, con 68.7% de cobertura y 552 embarazadas protegidas; seguido de Bío Bío, con 67.1% de avance y 1.245 dosis administradas; Ñuble, con 65.2% y 1.276 inoculaciones; y Concepción, con 59.5% y 2.598 gestantes vacunadas.

“A dos meses de implementarse esta vacuna, han accedido a la protección más del 63% de las embarazadas a  partir de la semana 28 de gestación. Esperamos que se sigan acercando a sus maternidades o vacunatorios para acceder a esta inmunización de carácter gratuita, que incidirá en la salud futura de sus hijos. El llamado es a adoptar este beneficio, que cuenta con la recomendación técnica del Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones, y que hoy es parte del Plan Nacional de Inmunizaciones, gracias a la decisión de la Presidenta Michelle Bachelet”, dijo el seremi.

El modo de transmisión es de un individuo afectado a uno susceptible, a través de gotitas de secreciones respiratorias, y el período de incubación es de siete a 10 días, excediendo en raras ocasiones los 14 días.

Para prevenir la tos convulsiva, la autoridad sanitaria recomendó mantener a los niños con sus vacunas al día, mantener a los lactantes y, especialmente, a menores de seis meses alejados de personas con tos o síntomas respiratorios.

Asimismo, afirmó que se debe educar a la población y promover la utilización de pañuelos desechables al toser o estornudar, desechándolos después de utilizarlos; lavar frecuentemente las manos con agua y jabón, evitar ambientes cerrados, ventilar diariamente los espacios, y evitar compartir besos, alimentos y bebidas boca a boca con los menores.

Síntomas

Luego de la incubación del virus, generalmente, los principales síntomas son estornudos, enrojecimiento de los ojos y fiebre leve. Sin embargo, después de una o dos semanas de evolución de la tos clásica aparecen accesos incontrolables, cada uno con cinco a diez crisis de tos violenta, espasmódica y sin interrupción que suelen terminar con una inspiración fuerte  y prolongada, a la que se suma un silbido o estridor inspiratorio característico, dado que el paciente lucha por respirar. Los portadores pueden transmitir el coqueluche desde la aparición de los síntomas hasta tres semanas después del inicio de los episodios de tos.

Es importante saber que el tratamiento farmacológico consiste en la administración de antibióticos como la eritromicina o la claritromicina en una fasetemprana de la etapa catarral. Lamentablemente, en la mayoría de los pacientes el diagnóstico se establece en el estadio avanzado de la enfermedad, cuando los antibióticos pueden ser poco efectivos, aunque eliminar la bacteria de las secreciones puede reducir el riesgo de que el paciente transmita la enfermedad.

El peligro está en los lactantes de menos de 18 meses que requieren supervisión constante porque la respiración puede detenerse temporalmente durante los accesos de tos. Cuando la enfermedad es grave, conviene hospitalizar a los menores de seis meses para permitir la creación de un mecanismo de vigilancia cardiorrespiratoria estrecha y la atención de personal especializado durante la fase aguda.