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Tras dos meses en ascuas, los funcionarios a contrata de la casa edilicia obtuvieron una respuesta negativa y que, nuevamente, deja en suspenso el retorno de 49 trabajadores.
Esta vez sin insultos entre los concejales y la alcaldesa Katherine Torres, fue rechazado por segunda vez el aumento presupuesto en la Municipalidad de Hualpén, medida que habría permitido que 49 de los 94 trabajadores que se encuentran a contrata, retomaran sus funciones.
Por cinco votos en contra, tres a favor y la abstención del concejal Rubén Ulloa, no se aceptó el aumento por 455 millones de pesos, que serán destinados al pago de salarios y fondo común municipal.
De acuerdo al jefe de Control, Gonzalo Araya, el presupuesto se encuentra financiado.Según él, desde Contraloría le explicaron que “hay 49 funcionarios que tienen confianza legítima y que serán contratados desde el 1 de septiembre, aunque estemos en noviembre”. Es ahí, cuando los concejales pidieron el informe respectivo, que no ha sido emitido, pero que la alcaldesa acusa que se deben basar en los publicados en marzo y junio pasado.
En tanto, los concejales insistieron en que se encuentra superado el 40% de personal a contrata y que no quieren volver a caer en un notable abandono de deberes, ya que temen repetir una denuncia de Torres ante el Tribunal Electoral Regional.
Para la alcaldesa Katherine Torres, este rechazo demuestra que “existen otras motivaciones detrás de los concejales, que escapan al rol y funciones que deben realizar y lamentó la situación, ya que le generan un daño a los vecinos y organizaciones sociales de la comuna”.
Nueva propuesta
La nueva propuesta de modificación presupuestaria, consta de un nuevo presupuesto por 405 millones de pesos, los que serán destinados, de forma íntegra, al pago de sueldos.
Para obtenerlo, nuevamente se hará una redistribución de dineros entregadas a otras reparticiones, siendo nuevamente Educación, la que sufrirá el mayor recorte con $121 millones. Mientras que otras siete áreas tendrán rebajas que fluctúan entre uno y siete millones de pesos.
Uno de los ítems que generó mayor controversia tuvo lugar en la votación realizada el pasado 27 de septiembre: allí el presupuesto pedía autorizar 622 millones de pesos de gastos por percibir. Ahora, en cambio, fueron solo $2 millones.
El concejal Oclides Anríquez consideró que el nuevo presupuesto cumple con lo requerido, pero que falta la autorización de la Contraloría.
En tanto, la alcaldesa Katherine Torres estimó que este nuevo presupuesto significa un esfuerzo, “pero lo efectos no se logran, ellos no quieren nada, ni que se reintegren estos trabajadores”.
Dimes y diretes
Durante estos dos meses, sin los funcionarios, entre los concejales y la alcaldesa Katherine Torres han existido una serie de acusaciones cruzadas.
En un principio, la autoridad comunal acusó que los ediles pretendían cogobernar y acusó otros intereses “existe una arbitrariedad al rechazar esto y se demuestra que a ellos los mueven otros intereses y no el bienestar de la comuna”, expresó Torres tras la primera votación.
Recordemos que en esa ocasión, el aumento presupuestario fue rechazado, en forma unánime, por los concejales, ya que no existía un respaldo financiero de $622 millones, que corresponden a gastos por percibir. Allí, el director de Control, Gonzalo Araya, indicó que “hasta la fecha de hoy, se han reunido 192 millones de pesos, por lo que en tres meses es casi imposible alcanzar la cifra de $622 millones que pide la alcaldesa”.
Otra situación que avivó la polémica, fue la presentación que realizó la alcaldesa Torres ante la Contraloría, para que se investigaran presuntas irregularidades en la confección del presupuesto para este año, que se habrían producido en la Secpla, Dirección de Administración y Finanzas, además de la comisión de Hacienda de la anterior gestión.
A lo que agregamos, las mediaciones realizadas por la Asociación de Municipalidades del Bío Bío y la gobernadora Andrea Muñoz, por petición expresa del intendente Rodrigo Díaz, que, según los concejales no sirvió para nada. Ayer los ediles se volverían a reunir con ella, pero no asistieron, puesto que los horarios calzaban con el horario del concejo.