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Menores con niveles de materiales pesados comenzaron tratamiento

Por: Daniela Salgado 01 de Noviembre 2017
Fotografía: Archivo

Entre los exámenes que se les realizarán a los afectados y sus familias están los de sangre y tomar nuevamente el toxicológico, además de algunos complementarios.

Tras darse a conocer los resultados de Screening, que arrojó que 10 menores de la Escuela Rosa Medel Aguilera de Coronel, tenían niveles de materiales pesados en el organismo, la Seremi de Salud procedió a la inmediata notificación de los pacientes para luego ingresarlos al sistema de vigilancia.

Entre los casos, hay 9 escolares con presencia de arsénico y uno con níquel, correspondiente al 15,3% y 1,7% de la población evaluada (71 muestras de sangre y 59 de orina).

La notificación consideró consejería en salud, investigación epidemiológica ambiental con identificación de expuestos domiciliarios, así como la asignación de horas para el ingreso al sistema de vigilancia en salud o atención clínica, tanto para los casos expuestos como para los familiares que comparten con ellos el domicilio; siempre bajo la confidencialidad de los casos de muestra, de acuerdo a la Ley 20.585 art. 12 y 13, y la Ley 19.638 art. 2.

De esta forma, durante la jornada de ayer, ingresaron cuatro menores a centros de atención, donde se les realizarán exámenes físicos, nuevamente el toxicológico y otros complementarios. Para el jueves y viernes está planificada la atención de los seis restantes. Los familiares de los menores, también será evaluados para descartar posible niveles de exposición de los metales pesados.

“El ingreso de los escolares y los expuestos familiares que habitan la misma vivienda a un sistema de vigilancia en salud tiene como objetivo determinar claramente su situación y contexto de exposición, ya sea aguda o crónica, y especialmente la existencia o no de efectos en la salud, además de determinar las intervenciones siguientes que correspondan”, declaró el seremi de Salud, Mauricio Careaga.

Por su parte, la jefa del Departamento de Salud Pública de la Seremi de Salud, Cecilia Soto, explicó que “sólo la exposición crónica o prolongada a metales tiene efectos directos en la salud de las personas, lo que en el caso del arsénico implica aumento del riesgo de alteraciones a la piel visibles, desórdenes en el sistema circulatorio y cáncer de piel no melanoma, vejiga y pulmón; mientras que la exposición crónica a níquel puede generar hipersensibilidad respiratoria o dermatológica”.

Esto significaría que el individuo hubiese experimentado una exposición crónica, es decir un contacto permanente en el tiempo de la sustancia química. “La literatura indica que la cronocidad se puede define cuando la exposición dura por lo menos el 10% de la vida de una persona”, puntualizó Soto.

De haber sido ese el escenario, los niños podrían arriesgar, en el caso del níquel, contraer hipersensibilidad respiratoria o dermatológica, y por arsénico riesgo de presentar alteraciones o cáncer a la piel, vejiga y pulmón o desórdenes en el sistema circulatorio.

En el caso de los estudiantes, ninguno de los evaluados presentó dicha característica. Situación similar ocurrió con los 18 menores que presentaron índices de materiales pesados en 2016.

 

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