Ciudad

La faceta más desconocida del Huaso Puentes en su centenario

Por: Diario Concepción 29 de Octubre 2017
Fotografía: Cedida por Alejandro Mihovilovich Gratz

Por: Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo Histórico de Concepción

Reconocido por su aporte al folclore y las tradiciones en nuestra región, pocos saben que en sus años de juventud se hizo un nombre en el fisicoculturismo, levantando pesas y desafiando al mundo, décadas antes de la aparición de los esteroides.

Los penquistas del lejano siglo XX, que tuvo en nuestra ciudad tiempo de alegrías, de telúricos movimientos, de angustias y reconstrucción, de movimientos sociales, nuevas ideas y personajes dentro de los cuales podemos destacar, los que aún quedan en el recuerdo y la retina del penquista, entre ellos podríamos nombrar a Críspulo Gándara, al famoso pata bendita, (Osvaldo Castro), el cacharro Tibot, el pescado Gaete, el chascón Río, nuestro popular condorito Toledo de Deportes Concepción, el periodismo Bernardo Pelén, Arnoldo Peña, el León de Collao, y entre todos estos típicos personajes de nuestra ciudad, no puede ni debe faltar, nuestra centenario “Huaso Puentes”, al cual rindo hoy un sentido homenaje con motivo de cumplirse el día 24 de octubre del año en curso, 100 años de su nacimiento.

En el recuerdo y el corazón, de cada chileno bien nacido, tanto en las pampas del norte como en los hiélidos glaciares de la Patagonia, o el sector central del país, vibran con un sentimiento patriótico que se refleja en una serie de tradiciones que poco a poco se han ido diluyendo en nuestro querido Chile, y que personajes como nuestro Huaso Puentes, mantuvieron de por vida.

Aún hoy, al pasar por calle Rengo, mi vista se dirige al antiguo lugar donde mi memoria sigue viendo bellos chamantos, estribo labrados de madera, correas, zapatos de huaso, olletas, y en la puerta del local, como adorando el fogón, diría el poeta, mi querido amigo Huaso Puentes, guitarra en mano ensayando una tonada, o poniendo música a algún poema o, preparando en su ágil mente de payador alguna décima chispeante que sacara el aplauso de la Galería o quizás recordando el cabalgar de sus mancos brujo, ella no más, chirón, armonioso, instruido o yesquero, y porque no haciendo memoria de sus años de juventud, cuando premunido de viril estampa, desarrollaba el deporte de la halterofilia, levantando pesas y desafiando al mundo.

Hoy te recuerdo querido amigo Huaso Puentes, porque pusiste en mí una chispa de alma criolla y tu amor por Chile, al cual siempre representaste, no disfrazado, sino vestido dignamente con nuestros ropajes de huaso, apodo que llevaste a la muerte y que hoy estarán luciendo en algún lugar del firmamento, montado en alguno de tus potros, portando una bella manta de Doñihue, para luego de realizarle a San Pedro un lindo manejo de riendas, acompañado de tu fiel perro ovejero Gueñi, tomarte un trago de vino y cantarle una tonada.

Creo de alguna manera, interpretar el sentir de los que te conocieron, y si por ahí nos volvemos a encontrar, decirte que aquí no te olvidaron, tan sólo esperamos tu regreso.

 

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