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Universidades están en “tierra de nadie” en materia de acoso sexual

Por: Tania Merino 11 de Agosto 2017
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Sólo las universidades de Chile y la UdeC tienen una oficina abocada a temas de género, el resto de los 60 planteles del país no han regulado el tema o lo han hecho sólo parcialmente.

En Chile existen cerca de 60 universidades (27 de ellas al interior del Consejo de Rectores), sin embargo, sólo dos instituciones en el país, las universidades de Chile y de Concepción, cuentan hoy con una oficina de igualdad de género dedicada a enfrentar temas tan delicados como, por ejemplo, el acoso sexual.

A julio de este año, al menos seis planteles registraban denuncias formales relacionadas con esta práctica, una cifra que representaría sólo una pequeña porción de un fenómeno que está presente en prácticamente todas las instituciones.

En el caso de la Chile, fue en 2012 cuando se tomó la decisión de crear una Oficina de Igualdad de Oportunidades de Género y su directora, la ex ministra del Sernam, Carmen Andrade, explica que desde su puesta en marcha han tratado directamente una veintena de casos, aunque no todos han sido denunciados formalmente. Agrega que existen otros que se canalizan por otras vías, por ejemplo, a través de los decanatos y que no llegan a atenderlos personalmente. Lo que muestra que, en realidad, las denuncias formales registradas a lo largo del país son apenas una pequeña muestra de una realidad más cruda.

En el principal plantel estatal la decisión fue dura e implicó hacerse cargo de las consecuencias negativas que tendría para la imagen de la institución el hacerse cargo de la existencia de esta práctica. “Sabíamos lo que iba a pasar, estábamos conscientes de que esto iba a significar aparecer en los diarios, que todo se hiciera público, pero lo hicimos, estuvimos dispuestos a pagar ese costo”.

Un costo que ha implicado además la desvinculacióndel plantel de algunos docentes, cuando se comprobó el acoso hacia alumnas.

Cambio en el modelo

Para la creación de la unidad de género se realizó un estudio que permitió comprobar que el plantel no estaba exento de estas prácticas. “Yo resumo diciendo que la Chile es igual a Chile”, grafica la socióloga hermana del ex presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade.

En este estudio se detectó que el comportamiento al interior de la casa de Bello sigue la misma tendencia de los análisis internacionales: “las acosadas son principalmente mujeres y dentro de ellas las estudiantes y los acosadores son hombres, profesores que acosan a alumnas y estudiantes que acosan a sus compañeras”, detalla.

Frente a esto se generaron protocolos de denuncia, se incorporaron asignaturas de pregrado para la reeducación en temas de género y Derechos Humanos y se capacitó a profesores y personal en general para detectar y prevenir este tipo de prácticas.

Un trabajo que, por el momento, es exclusivo de la Universidad de Chile, pues en la UdeC esta etapa todavía se encuentra en proceso.

¿Y qué pasa con el resto de la instituciones? Sucede, dice la ex ministra, que cuentan con autonomía para el tratamiento de estos temas y, por lo tanto, no están obligadas a abordarlos, salvo en los casos de comprobación de un delito. “No es el Gobierno, por ejemplo, el que puede regular los protocolos, cada universidad lo hace y todas son muy celosas de su autonomía”, detalla.

En este sentido, agrega, las expectativas están puestas en que políticas públicas, como la ley de violencia integral, que mejora la regulación en cuanto a la violencia intrafamiliar e incluye nuevas formas de violencia de género, puedan tener un impacto en el mundo universitario. “Hemos estado en conversaciones con el Ministerio de la Mujer para que se regule la violencia de género en el ambiente educativo, porque hoy día estamos en tierra de nadie. Queda al arbritrio de cada universidad establecer sus protocolos”.

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