El Hogar los Boldos recibe a pacientes mayores de 18 años, que pertenezcan a sectores rurales y no tengan lugar donde hospedarse durante el tratamiento.
La vida de Luis Retamal sufrió un cambio de 180° cuando en septiembre del año pasado fue diagnosticado con cáncer al pulmón. Un fuerte malestar, que en un comienzo relacionó con el consumo de un alimento, resultó ser el inicio de un extenuante tratamiento.
“Fui al hospital de Curanilahue porque tenía un fuerte dolor. Yo pensé que era por culpa de un queso que me había comido, pero después de hacerme varios exámenes, fue el de colonoscopia el que arrojó que tenía cáncer”, recordó Retamal de 78 años.
Desde ese día pasaron cerca de dos meses para que comenzara el tratamiento en Concepción. Una vez acá, dentro de sus preocupaciones estaba el tener un lugar donde quedarse y fue ahí que surgió la idea de hospedarse en el Hogar Los Boldos de la Corporación Regional de Oncología.
La organización sin fines de lucro, hace 29 años, presta un servicio gratuito a los pacientes con cáncer de la Región. Éste consiste en brindar alojamiento, alimentación, ayuda psicológica y transporte a los centros clínicos donde se realizan las radioterapias.
“Nosotros recibimos durante un máximo de seis semanas a pacientes de todos lados, pero damos prioridad a los que viven en las zonas alejadas de la ciudad. En su mayoría son personas mayores de 40 años”, detalló el director del Hogar y nutricionista, Patricio Fuentes Soto.
La casa de acogida tiene capacidad para recibir a 25 personas mayores de 18 años y cuenta con 19 voluntarios que visitan permanentemente el lugar y que son los encargados de organizar una serie de actividades recreativas que tienen como propósito solapar los efectos de los tratamientos.
Es en ese contexto como se desarrollan rifas, bingos y múltiples talleres. “Nosotros teníamos varias actividades. Durante el tiempo que yo estuve ahí, lo disfrute”, expresó Retamal.
Ayuda psicológica
La palabra cáncer es sinónimo de dolor. Los pacientes y las familias se ven afectadas por la noticia. Es por eso que resulta de suma importancia la contención psicológica.
“El cáncer es una patología que afecta múltiples factores como lo es la parte social, familiar, la red de apoyo muchas veces es vulnerada, entonces nuestros labor también es servir de red de apoyo”, señaló Fuentes.
Así fue el caso de Retamal, quien durante su estancia de seis semanas en el hogar, aseguró que fue visto por médicos que les explicaron en qué consistía su tratamiento y los pasos a seguir.
Ayer, Retamal terminó su tratamiento de radioterapia y sostuvo que en gran parte se debió al apoyo familiar y a lo bien que se sintió durante el tratamiento. “Jamás me sentí abatido. Mantuve la fe y por lo menos esta etapa está finalizada”, comentó esperanzado.