Se trata del Plan de Resiliencia Urbana Interfaz Rural que busca disminuir y prevenir los riesgos de los sectores rurales y otorgar condiciones que permitan la convivencia entre los vecinos y las empresas emplazadas en esos territorios.

Con el propósito de evitar que la Región vuelva a ser víctima de los incendios forestales de magnitud, como lo ocurrido durante la temporada verano, el intendente Rodrigo Díaz junto a miembros de la Asociación Regional de Municipalidades, la Subsecretaria de desarrollo regional (Subdere), Universidad del Bío Bío (UBB) y representantes de las empresas Arauco y CGE, firmaron un protocolo denominado Plan de Resiliencia Urbana Interfaz Rural (PRUIR), que busca disminuir la vulnerabilidad de la población y generar condiciones que favorezcan la convivencia entre la actividad económica y los habitantes de sectores poblados.

“La región del Bío Bío es la capital forestal y energética de Chile, pero también nos hemos dado cuenta que tenemos un problema severo en las zonas de interfaz, o sea, en el límite de las zonas urbanas y rurales de la ciudad. Por eso, buscamos evitar los riesgos a través de una unión de esfuerzos entre distintos actores del ámbito público, privado y académico”, detalló el intendente, Rodrigo Díaz.

El convenio parte con una mesa técnica de trabajo, que incluirá un Plan Maestro de Prevención y Mitigación Urbana, Modelo de Gestión de Riesgo, Capacitación y Difusión Ciudadana.

La gestión de conocimiento y aprendizaje será llevará a cabo por el equipo de trabajo de la Facultad de Arquitectura de la UBB, quienes poseen la experiencia de haber realizado igual tarea post tsunami en 2010. La Conaf por su parte, trabajará directamente en la prevención de las zonas de interfaz y la Subdere comprometió  a la Asociación de Municipalidades, asistencia técnica y recursos para desarrollar proyectos que permitan materializar las tareas en conjunto.

Cada municipalidad será la encargada de servir como puente y contacto final entre los resultados del proyecto y la comunidad. Es por eso, que para el presidente de la Asociación de Municipalidades y Alcalde de Santa Juana, Ángel Castro, reviste de suma relevancia este avance en materias de prevención de catástrofes. “Esto está orientado en ir generando cordones de seguridad para evitar incendios forestales. Se ha instalado una mesa de trabajo en la que vamos a participar con mucho énfasis porque no queremos seguir viviendo lo que ocurre cada año, donde muchas familias pierden sus casas y otros la vida”, afirmó.

Qué dicen las empresas

En medio de la emergencia, las más cuestionadas fueron las empresas forestales y de electricidad. La primera por plantar árboles muy cercanos a las viviendas y la segunda por la falta de mantención del tendido eléctrico.

Conscientes de esa realidad, se sumaron a la firma del protocolo y  aseguraron haber realizado un análisis profundo que llevó a que la emergencia alcanzara tales niveles de magnitud.

Así es el caso de Empresa Arauco, quienes a través de su gerente de Asuntos Públicos, Iván Chamorro,  indicó que el incendio que enfrentó la Región fue 10 veces peor que el de las temporadas previas, donde las cifras alcanzan los 1.500 incendios anuales y agregó “hay que entender las variables que hicieron que este siniestro se fuera de las manos y en ese sentido estamos trabajando en distintos frentes, donde el más importante es la prevención”.

En lo que concierne a la compañía de electricidad, Miguel Veloso, subgerente de Servicio al Cliente de CGE, reconoció que las líneas podrían provocar accidentes eléctricos y que ellos como empresa también han sufrido las consecuencias.

Según detalló Veloso, dentro de las medidas adoptadas por la compañía está la incorporación de “15 veces más brigadistas de las que  comúnmente trabajamos y lo que queremos es aportar, ser proactivos, trabajar mancomunadamente con el ámbito público y privado.

Se espera que los resultados estén visibles para octubre.