El caso fue resuelto ya que se encontró una mancha de sangre en la puerta de la cocina, que correspondía al hijo de la víctima.
Un inesperado vuelco tuvo la investigación del crimen de Eliecer Martínez Parra, de 55 años, ocurrido en Coronel en octubre de 2016, cuando fue encontrado con múltiples heridas cortantes en su domicilio, ubicado en la calle Juan Francisco Fresno 1732.
Según los peritajes efectuados por la PDI, se determinó que fue su hijo quien habría cometido el delito. Esto, tras comprobarse que una mancha de sangre que fue hallada en la manilla de la puerta de la cocina el día del crimen correspondía a él. Además, todos los accesos a la casa se encontraban sin signos de haber sido forzados.
El jefe de la Brigada de Homicidios, comisario Jorge Abatte, explicó que trabajaron durante un año para esclarecer el caso, y con las muestras analizadas por el Laboratorio de Criminalística lograron acreditar que el autor era su hijo, Ariel Martínez Salazar.
“Se estableció que ambos discutieron en su casa. Con los peritajes se materializó la orden de detención, y el hombre fue detenido en el centro de Concepción”.
El fiscal Julio Sánchez precisó que con la mancha de sangre precisaron la participación de Martínez Salazar.
“Es un contexto familiar que da cuenta de alguna circunstancia económica que habría desembocado en algún tipo de problema y que terminó con este desenlace”.
El abogado explicó que en un principio el hoy imputado fue tratado como testigo y dio varias versiones a lo largo de la investigación. Además, él tenía heridas profundas en sus manos, las que daban cuenta de un ataque o una defensa y nunca pudo dar una explicación sobre ese hecho”.