Iniciativa apunta a niños de entre quinto y sexto básico que en el futuro tendrán un entorno laboral en que saber de programación será tan clave como saber inglés.
Formar 1024 programadores, es decir, el equivalente en niños al número de bytes dentro de un KB es el trabajo que inició el nodo e-Services en una serie de establecimientos educacionales del Gran Concepción, entre ellos, el colegio Paulo Freire de San Pedro de la Paz, donde iniciaron sus actividades la semana pasada.
En síntesis, explica el responsable del nodo, Alexis Salas, se trata de un proyecto para la creación de academias computacionales dirigidas a niños y niñas entre 5º y 6º básico. “El objetivo es darles herramientas a los niños y niñas para que puedan crear con tecnología. Hoy día estamos en una sociedad de consumo más que de creadores de tecnología y queremos aprovechar la capacidad creativa que los niños tienen”, detalla.
Para esto, el equipo, en que participan además de Salas, programadores seniors que capacitan a los monitores (la mayoría estudiantes del área de programación), ha adaptado las metodologías del programa Code.org. En 1024 también participan expertos en educación que han apoyado a los monitores con herramientas pedagógicas para hacer más amigable el acercamiento de códigos y un lenguaje altamente especializado al mundo infantil.
“También utilizamos un sistema al que denominamos las tres PRO, Provisionar, Programar y Proyectar”, describe el líder del programa. Esto significa capacitar para la comprensión del entorno digital, la enseñanza del lenguaje de programación y del desarrollo de softwares.
Impacto en el aula
La reacción en los niños, comenta Salas ha sido de inmediato interés. “Aquellos más desordenados terminaron concentradísimos”.
Efectivamente, en el colegio Paulo Freire, el bullicio de la sala desaparecía rápidamente ante el trabajo en los computadores y en la colección de códigos binarios que los alumnos intentaban descifrar. Todos estaban interesados. Un ejemplo , el de Joaquín Jiménez, de 11 años, que vio en esta iniciativa la posibilidad de “ser como mi tío que es ingeniero en computación”. En otros casos, como Catalina Roca, de 10 años, la programación será la herramienta a partir de la que “voy a poder crear mis propios juegos y en el futuro mi propia empresa”.
Octavio Spierccolli, coordinador de monitores en el proyecto explica que se trata de un trabajo muy personalizado en que cada monitor aborda un grupo no mayor a siete, en que en dos horas quincenales, van trabajando de forma teórica práctica “y tienen que hacer tareas a través de una plataforma en que están las unidades y contenidos para que puedan ir avanzando”, detalla.
Spierccolli agrega que distintas investigaciones emanadas no sólo desde el equipo profesional del nodo, sino también desde el mundo público apuntan a que “en el futuro, tener conocimientos en programación será el equivalente, en términos laborales, a contar con licencia de conducir o manejo de Office, será algo cada vez más demandado”.
Por el momento, 1024 trabaja sólo en establecimientos municipales, de los que 8 pertenecen a la comuna de Hualpén, dos a San Pedro de la Paz y uno a Santa Juana, entre ellos, el Thomas Jefferson, Cristóbal Colón y Paulo Freire, que fueron los primeros en activar el programa.
A la fecha hay más de 300 niños inscritos para participar de la iniciativa que proyecta por tres años, el primero para Provisionar, el segundo para Programar y el tercero para Proyectar.
Quienes deseen participar de la iniciativa pueden acceder a la página https://1024programadores.cl.