Comisión Nacional de Acreditación tuvo el viernes la primera consulta pública destinada a buscar las pautas para los criterios de acreditación institucional de universidades y centros técnicos.
Sólo 528 de los 19 mil 745 programas que se ofertan no son presenciales, sin embargo, la matrícula en estos programas ha ido creciendo exponencialmente, al punto que hoy la modalidad de enseñanza online abarca el 7% de los inscritos en el sistema de educación superior, con cerca de 60 mil estudiantes.
Comienza a apreciarse en Chile un interés creciente por este tipo de programas, que ha puesto en alerta a la Comisión Nacional de Acreditación que por primera vez prepara las pautas para una acreditación institucional para planteles que imparten programas de formación virtual o combinados, objetivo para el que el viernes recién pasado convocó a la primera consulta pública con las instituciones en que participaron representantes del consejo de Rectores y de la Corporación de Universidades Privadas, CUP.
La meta es poner sobre la mesa las temáticas necesarias para una formación de calidad, de modo de tener las primeras definiciones durante la primera quincena de agosto para lo que será la acreditación institucional de casas de estudios con programas presenciales o semipresenciales conducentes a títulos o grados.
“La preocupación nuestra era que, en la medida en que la matrícula existía y los programas se iban incrementando, vimos que era indispensable clarificar las condiciones de calidad con que éstos se tienen que impartir, para poder establecer ciertas orientaciones y superar las desconfianzas existentes, que se han construido a través de fracasos, de traspiés, de la percepción de que pueda existir una mayor preocupación por el ingreso de plata que una por el nivel de calidad”, clarificó Alfonso Muga, presidente de la CNA.
Muga explicó que por el momento la acreditación está pensada en la modalidad institucional. “Vamos a formar y capacitar a pares evaluadores y construir una nómina de gente que pueda mirar con mayor precisión estos programas. La calidad del resultado debe ser equivalente al sistema presencial, es un desafío muy grande, pero eso es lo que buscamos”.
Para José Durán, director del Programa de Educación a Distancia de la Universidad de Concepción desde el punto de vista académico, la modalidad de estudio a distancia no debería diferenciarse del programa académico tradicional, en cuanto a que el egresado de una determinada carrera o grado académico, en ambas modalidades debe ser idéntico. En particular en lo relativo a perfil de egreso, desarrollo de competencias, habilidades y aptitudes.
Sin embargo, aseguró “desde un punto de vista de la institución y organización, evidentemente que estas líneas de formación deben contar con el apoyo y compromiso de la institución educativa. Por lo tanto, deben existir las definiciones de planificación estratégica, políticas y normativas que fundamenten en forma sólida el desarrollo de los estudios a distancia”.
Un factor relevante también, dice Durán, es el desempeño de los docentes, guías o tutores . “Debieran tener dominio de competencias básicas para el uso de tecnologías de información. “Dadas las brechas existentes en los docentes en cuanto cultura informática, y su relación con los procesos de aprendizaje, sería casi un prerrequisito que los recursos humanos tuvieran una capacitación ad hoc, manifestó.
En cifras
La matrícula semipresencial y no presencial corresponde al 7% de la matrícula total de 2016 y del total de matrícula online (58.681), más de un 70% se concentra en Institutos Profesionales.
De acuerdo a antecedentes del Sistema de Información Estadística del Mineduc, en términos relativos, hay más matrícula online en Postítulos (12%), Magíster (9%) y Carreras Técnicas (8%).
El área de Administración y Comercio concentra cerca del 50% de la inscripción total online, le sigue el área de Educación (18%), Ciencias Sociales (15%) y tecnología (11%).