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Pablo Simonetti: “Nací en una familia con una voluntad heterosexual violenta”

Por: Tania Merino 15 de Junio 2017
Fotografía: Romilio Pasmiño G.

El director de la fundación Iguales analizó la salida de los niños y adolescentes de la discusión legislativa y el rol de las familias en temas como el desarrollo de la sexualidad.

En la familia del escritor Pablo Simonetti siempre existió una “voluntad heterosexual violenta… Había que ser muy macho o muy mujer”, describe el autor del recientemente publicado “Desastres naturales”, libro en que indaga en la figura paterna, las relaciones familiares y el desarrollo de la sexualidad.

Por eso, para Simonetti, director de la fundación Iguales, los padres no pueden ser quienes tengan la última palabra en cuanto a la sexualidad de sus hijos. “Eso atropella la idea misma de la autonomía, en que uno tiene la posibilidad de elegir la vida que quiere para sí y la que corresponde a su identidad de género”, critica.

Establecer cuál es el rol de los padres en la sexualidad de los hijos fue precisamente una de las aristas que complicó la discusión legislativa sobre identidad de género que actualmente se encuentra en el Senado. A tal punto llegó la presión que se determinó dejar fuera del debate a niños y adolescentes postergando nuevamente una solución para los menores de edad.

Proyecto de ley

En su paso por el Bío Bío, invitado por la Universidad de Concepción, el escritor critica con fuerza las iniciativas sobre identidad de género. Resta legitimidad, por ejemplo, a una de las propuestas que, si bien quedó atrás, luego de sacar a los menores del proyecto de ley, aludía precisamente a la responsabilidad de los padres y establecía que existiendo oposición de al menos uno de ellos el conflicto debía ser resuelto en tribunales.

“Se establece nuevamente un estereotipo sobre niños y niñas y adolescentes y no se respeta su autonomía y su vivencia profunda del género”, analiza. 

A su lado, la presidenta de la fundación de niños transgénero Renaciendo, Mónica Flores, agrega que “la identidad de género de un niño no podría estar determinada sólo por la decisión de los papás. El Gobierno se ha hecho cargo de firmar acuerdos internacionales donde se hace cargo de respetarla y, por tanto, el Estado tiene que acompañar y trabajar en procesos familiares donde no hay acompañamiento, aceptación, apoyo y validación de su hijo”.

El de los padres debe de ser un rol de acompañamiento en que es preciso contar con el apoyo de profesionales. Ella misma tiene una hija transgénero de 6 años y reconoce que “al principio todo era muy oscuro, toda la información que había estaba cargada de prejuicios, la palabra trans estaba vinculada a prostitución, al sida”.

Desde la Universidad de Chile, la premio nacional de psicología en especialidad clínica y experta en psicología del desarrollo, María Elena Gorostegui, si bien el género es una convención social, la condición de transgénero puede iniciarse en un niño muy tempranamente. “La identidad de género está muy relacionada con el medio, cuán valorado sea el género en el medio social va a influir en la percepción del niño”, dice. Por eso, alerta, el rol de los padres será determinante.

La recomendación de Gorostegui es mantenerse alerta a las señales que el niño o niña pueda enviar y luego, si es que estas persisten en el tiempo, asesorarse de pediatras, gentistas, psiquiatras, psicólogos y sexólogos infantiles, “El cambio de nombre y de género debe ser el último paso”.

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