Si bien el viernes oficializó su intención de llegar al sillón de Enrique Molina, recién en diciembre se inscribirán oficialmente las candidaturas.
Si Bernabé Rivas, el actual vicerrector de la Universidad de Concepción, llega a convertirse en rector, lo hará cuando se cumplan casi 50 años desde que ingresara como estudiante al plantel que se apronta a celebrar, en 2019, su primer centenario.
Ayer el investigador lanzó su candidatura al cargo que actualmente ocupa Sergio Lavanchy, y lo hizo descartando un afán refundacional. “Mi énfasis estará en los principios que inspiraron a los fundadores de esta universidad”, dijo categórico.
Sobre su trabajo, agregó, intentará fortacelecer y potenciar los logros conseguidos por la institución en 98 años de historia.
– Lavanchy mencionaba que esperaba del nuevo rector la continuidad de temas como el Parque Científico Tecnológico, la excelencia académica y la vinculación con el medio. ¿Su trabajo irá en esa línea?
– El parque científico tecnológico ya está en marcha. En los próximos años 5 o 10 años vamos a tener el parque instalado con las primeras empresas allí y eso va a significar una manera distinta de desarrollar ciencia, tecnología e innovación en nuestra universidad, un cambio en el entorno y en su relación con la ciudad. Si soy el rector, obviamente lo voy a seguir apoyando para que se consolide.
Seguiremos trabajando también en materia de cooperación internacional, eso significa adaptarse a través de la flexibilización administrativa en distintos ámbitos. Queremos ser una universidad más activa de la que tenemos hoy día en el componente internacional.
También avanzaremos hacia una UdeC más justa e inclusiva socialmente. Hoy hacemos mucho, pero queremos hacer más.
– Usted fue por largo tiempo vicerrector de Investigación y Desarrollo. ¿Qué desafíos persisten en el área?
– El rector Enrique Molina lo mencionaba en el año 29, de la importancia para una institución como la Universidad de Concepción, que sus laboratorios y sus académicos se abrieran al mundo con su investigación y que ésta tuviera impacto con la comunidad.
Nuestra universidad tiene todas las componentes para seguir desarrollándose y creciendo. Administrativamente la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, oficina de Transferencia y Licenciamiento, incubadora, oficina de patentes, unidad de Propiedad Intelectual, todo ello lo que tiene que hacer ahora es contribuir para que acortemos la cadena entre la investigación en laboratorio y el producto. En el mundo son distintos actores los que forman parte de esta cadena, pero nuestro país todavía el núcleo de investigación acompaña casi todo el proceso, lo que es inviable. Tenemos que integrar distintos actores y ver dónde toma la posta cada cual.
– Otro desafío que le tocaría es la celebración de los 100 años…
– Me tocaría ser rector en el centenario habiendo sido mechón en el cincuentenario, por lo tanto, he visto cómo ha ido creciendo y cambiando esta universidad. Va a ser, no quepa la menor duda, una gran celebración.
– ¿Se siente preparado para defender a la universidad en términos de los cambios legislativos que se están haciendo y que a veces tienen una mirada muy centralista?
– Por supuesto, voy a defender los intereses de nuestra casa de estudios. Van a estar siempre nuestros principios fundadores y eso significa que estaremos siempre buscando alternativas para que nuestra institución no esté en desmedro frente a una reforma de la educación superior, que se ha ideologizado tanto que hoy, por un lado, vale solo lo estatal y lo que no lo es, aunque sea público, es considerado de menor cuantía, lo que no corresponde, cuando hay una educación de excelencia.
– Viene también un cambio de gobierno. ¿Qué debiera garantizar un futuro presidente en términos, por ejemplo, de la gratuidad o de financiamiento de la educación superior?
– Debe haber gratuidad, aunque creo que el país no tiene las condiciones para una gratuidad universal, pero tiene que avanzar y por lo tanto buscar otros mecanismos de apoyo, becas o créditos. El país tiene muchas necesidades, en educación, pero también en salud, por ejemplo. Por eso va a haber que analizar con cifras, con estudios, hasta dónde es posible avanzar, pero la gratuidad es algo que llegó y que no debe eliminarse.
– ¿Y el CAE?
– El CAE cae, pero también es cierto que no se puede hacer borrón y cuenta nueva. Lo que tiene que haber ahí es un cambio de mecanismo, es imposible que el Estado pueda condonar todo, porque además sería injusto con quienes lo pagaron ¿o no?