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Parto respetado, una forma digna de nacer sin medicación

Por: Ximena Valenzuela 03 de Junio 2017
Fotografía: Diario Concepción

La técnica busca respetar los tiempos de nacimiento, por ejemplo, efectuando el corte del cordón umbilical cuando deja de latir.

Balones kinésicos, música ambiental de relajación y aromaterapia son sólo algunas de las alternativas que se utilizan para generar el llamado parto respetado, una nueva forma de dar tranquilidad a la madre y al niño, que genera una forma más digna de nacer y que garantiza los derechos de las madres en la gestación, parto y puerperio.

Y si bien, pareciera casi impensable que una mujer, a punto de dar a luz, reciba tales beneficios, la iniciativa ya se está desarrollando en el Hospital Las Higueras de Talcahuano, centro asistencial que sumó nuevas instalaciones para potenciar el parto respetado y que buscan eliminar al máximo la ingesta de fármacos para aliviar el dolor.

Con dicha instancia, que fue adoptada por la cartera de Salud en 2007 a través del programa Chile Crece Contigo, se vio favorecida Karla Zurita y su pololo Nicolás Norambuena en el nacimiento de su hija Monserrat, pues ambos al ser mudos pudieron contar con el apoyo de un especialista en lenguaje de señas, su amigo José Lazcano, para que les informara cualquier eventualidad que ocurriera y se sintieran más seguros.

Lazcano agradeció a nombre de los padres el apoyo brindado. “Destaco la labor de todo el personal, que siempre fue muy atento y que me facilitó el poder estar presente”.

La directora (s) del Hospital Las Higueras, Patricia Sánchez, detalló que en este caso el hospital permitió la participación del interprete para facilitar la calidad de atención, agradeció su voluntad de ayudar en el proceso y valoró el trabajo de su personal que cada día busca incorporar las mejores técnicas para facilitar el parto respetado.

Doris Henríquez, matrona jefe de gestión del cuidado de la matronería del Hospital Las Higueras, explicó que el objetivo es que la mujer se haga partícipe de su parto, que se convierta en protagonista de una experiencia única y que pueda integrar a ella a su familia, estando acompañada durante todo el trabajo de parto.

Culminación del proceso

Con el parto respetado se deja de ver dicho momento como un procedimiento médico, excesivamente medicalizado, sino que más bien se ve como la culminación del proceso de gestación, manifestó el especialista en Humanización del Parto y Nacimiento de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián, USS, Juan Carlos Chirino.

Es un proceso de cambios “psíquicos y físicos, en que la mujer experimenta el amor más sagrado, la exigencia más extrema y la responsabilidad más profunda con el hijo que espera, por lo mismo debemos acompañar y darle la bienvenida de la manera más amorosa y respetada”, dijo.

Agregó que la idea es facilitar la libertad de movimiento durante el trabajo de parto, la compañía de familiares significativos y sumar características como: ambiente cálido, silencioso, respeto a los tiempos del nacimiento, por ejemplo, efectuar el pinzamiento y corte del cordón umbilical cuando deja de latir.

También con el parto respetado se favorece el contacto piel con piel de madre e hijo, mínimo una a dos horas inmediatamente después del parto, pues ayuda a la adaptación a la vida extrauterina del recién nacido.

Estadísticas mundiales

De acuerdo a un informe sobre gastos en la salud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) de principios del 2017, Chile tuvo 47,1 cesáreas por cada 100 nacimientos, convirtiéndose en el segundo país con más cesáreas detrás de Turquía, quien realiza 51,1 cirugías por cada 100 nacimientos.

Según el especialista en patologías del embarazo y académico de la carrera de Tecnología Médica de USS, Jaime Gutiérrez, existen distintas situaciones en las que un parto vaginal puede poner en riesgo a la madre o al bebe y por cuanto el médico sugiere una cesárea, tales como el prolapso de cordón, desprendimiento de placenta, la placenta previa, posición fetal transversa o podálica, embarazos múltiples o distintas enfermedades graves de la madre como la preeclampsia.

Y Si bien, una cesárea anterior no es impedimento para que un segundo parto sea vaginal, es bastante común que en estas situaciones se practique una cesárea por indicación médica.

Sin embargo, añade el especialista, hay otras condiciones no médicas que incitan a las madres a solicitar un parto por cesárea, “según mi parecer son más bien culturales, muchas veces el miedo al parto en sí mismo, a las consecuencias de un parto vaginal, otras veces porque resulta más cómodo programar el parto”.

Una mujer que cursa con un embarazo saludable, debiera seguir con el proceso natural del parto, pudiendo elegir vivirlo al 100% o con anestesia, si así lo prefiere. El seguimiento médico de un embarazo es sumamente cuidadoso por cuanto un potencial problema puede predecirse.

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