Que exista conexión entre áreas verdes, sistemas de conexión, lugares turísticos y se entienda la urbe como un sistema es la propuesta de destacados profesionales penquistas.
¿Cómo ven los expertos en Arquitectura y Urbanismo al Gran Concepción? ¿Cómo se lo imaginan de aquí a nueve años más?¿Cuáles son sus planes y propuestas para mejorar la ciudad?
Eso fue lo que quiso conocer Diario Concepción en su noveno aniversario, recogiendo las opiniones de destacados profesionales en ese ámbito.
A juicio de Bernardo Suazo, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Concepción, el futuro urbano de la zona está en que se haga una planificación sustentable, que considere todos los sistemas que influyen en la ciudad.
“Para hacer una planificación sustentable, tiene que haber una visión sistémica de una ciudad, y no una visión parcializada. Y eso es importante, porque el Gobierno a nivel central nos impone esta visión parcializada, entonces lo que deberían considerar la ciudad es tener la visión integrada”.
El académico precisó que hoy sólo se piensa en cómo hacer la ciudad más eficiente desde el punto de la vista de la movilidad “y ahí vemos preocupación por las ciclovías o los puentes, pero no hay una preocupación del sistema de áreas verdes. En el fondo, falta una visión sistémica, una integralidad, no sólo de la ciudad, sino que de toda la intercomuna, en la que Concepción debería ser el centro”.
Bernardo Suazo ejemplificó esto con lo que ocurre con el Mercado, “que es como el ícono de la recuperación del centro histórico de la ciudad. Yo creo que lo importante sería recuperar el centro histórico de la ciudad, no sólo en su patrimonio, sino en áreas verdes y transportes, hay que conservar el patrimonio, pero también construir cosas nuevas. A Concepción le falta creatividad, porque se supone que es universitaria y cultural, y un ícono de esto es el teatro que se está levantando al borde del río, pero la universidad está al otro lado, entonces están completamente desconectados, entonces no hay un planteamiento integral”, insistió el arquitecto.
En el tema de áreas verdes -continuó el decano-, “es muy importante que el Parque Ecuador se haya remodelado y sea inclusivo, pero la única opción de combinación es con la Universidad de Concepción, porque no ha pasado nada con el parque hacia el río, no hay un sistema común de áreas verdes, que debería ser la Universidad, el parque Ecuador, luego el parque de la Costanera, después el cerro Chepe, para seguir caminando hacia las lagunas. Ahora todo está salpicado en la ciudad, no hay una visión sistémica. Tiene que haber integración: que el Biotrén se conecte de verdad con los buses, colectivos, taxis;que los espacios se integren unos con otros, por ejemplo la plaza Independencia debería actuar en dupla con lo que se haga con el Mercado, porque si esto no es un sistema se pierden todos los esfuerzos que se hacen en una parte. Así debería estar la ciudad en los próximos nueve años.
Sergio Baereswyl, arquitecto, y premio nacional de Urbanismo, planteó una visión similar a Suazo y aseguró que en nueve años la ciudad debiera ser una urbe que consolide sus principales anhelos, algunos de ellos postergados por muchos años. “La ciudad debería estar ya integrada al río Bío Bío, porque el soterramiento de la línea férrea se habría ejecutado, con lo cual toda la plataforma ribereña del Bío Bío estaría integrada a la ciudad, por un sistemas de parques urbanos recorribles, representando una de las principales imágenes de la nueva ciudad, coronada por el nuevo Teatro Regional, el nuevo Museo de Historia Natural, el nuevo Museo Regional de la Memoria y múltiples nuevas edificaciones de servicio, que harían de este espacio un lugar muy atractivo y singular”.
El urbanista agregó que el Metro de Concepción sería una realidad, “extendiendo su servicio entre la estación de EFE hasta la Universidad del Bío Bío. El Biotrén llegaría a Lota y Penco, con los cual gran parte del Gran Concepción contaría con un sistema de transporte de alto estándar”. Explicó que en el centro de la ciudad se contaría con nuevos paseos peatonales que unirían el parque Ecuador con el centro y el cerro Caracol. “El uso de la bicicleta sería una de las principales formas de movilidad, las lagunas urbanas se encontrarían ambientalmente recuperadas y rodeadas de parques urbanos, todos ellos bien interconectados entre sí. Los cerros Islas de la ciudad, como el cerro Chepe, Lo Galindo, Amarillo, entre otros, serían parques urbanos y miradores de la ciudad y su bello paisaje natural. Creo firmemente que esto, y mucho más, es perfectamente posible lograr en nueve años, no es una utopía, es pensar que sólo mejorando nuestras ciudades, mejoremos la calidad de vida de nuestros habitantes”.
El sueño adelantado
Pablo Altikes, director de la Carrera de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, explicó que como carrera ya se han reunido para soñar y proyectar la ciudad del futuro.
“En 2012, Arquitectura Concepción cambió su enfoque de proyectos de título y puso en valor la Región del Bío Bío y sus ciudades, comenzamos por Concepción y estudiamos las reales necesidades de infraestructura, temas ambientales como humedales y planes reguladores. Con el trabajo de un año y tres etapas de evaluación los alumnos desarrollaron propuestas reales de desarrollo sustentable y con miras a tener una ciudad que pusiera en valor la calidad de vida en relación a los ciudadanos y su territorio. Son varios proyectos de gran calidad y casi todos con nota 7. Entre ellos está el Parque de Conservación Humedal Lenga, el Centro Cultural Contemporáneo Concepción en el Parque Bicentenario, Parque de las Ruedas en el borderío; la reelaboración de la imagen en un damero tradicional en el seccional Víctor Lamas; el Teleférico de Concepción en el Parque Ecuador; y el Paseo Gastronómico CCU para rehabilitar las ruinas CCU en Pedro de Valdivia.
El académico agregó que también tuvieron una reunión en la seremi de Vivienda, “y vimos muchos proyectos país y regionales. La idea era conocer necesidades, problemáticas a solucionar y desarrollar proyectos que fueran detonantes y claves en el desarrollo de Concepción. Se abordaron las problemáticas medio ambientales con los humedales, las de borde río con el Bío Bío, las de cultura y esparcimiento con el centro cultural y gastronómico que a su vez tenía temáticas de un edificio abandonado como la CC y lo que ello implicaba como memoria y patrimonio, por último, el tema de normativa, con el desarrollo del eje Víctor Lamas y el parque Ecuador para potenciar y poner en valor el espacio público y la calidad de vida de personas que viven en edificios de altura”, proyectos que le podrían cambiar la cara a la ciudad en los próximos nueve años.
Claudia Hempel, presidenta del Colegio de Arquitectos, planteó que, pese a reconocer que el Gran Concepción logra rescatar y poner en valor su entorno natural y paisajístico, en 9 años ya debería estar soterrada la línea férrea “y que ésta ya no sea un obstáculo para integrar la ciudad y su principal río, haciéndose realidad el viejo anhelo de prolongar el centro cívico hacia el Bío Bío y lograr concretar una estrecha vinculación entre este recurso natural, sus equipamientos y parques de borde, con los barrios y áreas restantes del Gran Concepción”.
La arquitecta agregó que debería haber, “un área central fundacional protegida y enriquecida por sus vestigios históricos, limpia, con una altura edificada controlada, fachadas bien mantenidas con ciertos elementos que otorguen unidad, y con un espacio urbano iluminado, arborizado y libre de cableados. Un área central caminable, muy vitalizada con actividades diversas, cívica, servicios, comercial, educacional, residencial, integradas a la red de espacios públicos, plazas históricas, parque Ecuador, y sus cerros isla, Amarillo y Chepe, transformados en verdaderos pulmones verdes del casco central”.
Agregó que los nueve años deberían reflejarse “en una ciudad de espacios públicos generosos de gran dinamismo y calidad, limpios y valorados por sus propios habitantes, verdes, integrados en un sistema de equipamientos y de parques o áreas de valor naturales, muy bien conectados con los barrios, accesibles. Reconocer el parque Laguna lo Galindo y su anfiteatro, integrado al barrio norte, o la Laguna Redonda por su lado integrado a todo el sector Lorenzo Arenas, el borde río con su explanada verde, el teatro, sus museos en funcionamiento y las piezas residenciales, o la laguna grande de San Pedro con su centro de esparcimiento y recreación integrado a la Villa san Pedro”, finalizó Hempel.
Lo que quieren los vecinos para sus comunas
Ciudades limpias, con un buen sistema de transporte, con áreas verdes para poder pasear con las familias, que rescaten el patrimonio y los lugares turísticos, con normas claras en cuanto a la construcción de edificios en altura, que tengan un buen sistema de seguridad, con cuarteles policiales, es el anhelo de los residentes de las principales comunas del Gran Concepción, plasmado en la voz de representantes de las uniones comunales de juntas de vecinos.
Así, se les pidió a ellos que soñaran sus respectivas ciudades, y muchos de ellos también se concentraron en falencias, proyectos inconclusos de sus comunas, considerando que éstos deben estar presentes en la urbe ideal para los próximos nueve años.
Y, aunque con un lenguaje más coloquial, y más centrado en cada una de sus comunas y con problemáticas más puntuales, los dirigentes vecinales coincidieron con los expertos urbanistas en plantear ciudades ordenadas y sustentables, con respeto al patrimonio y a la historia de cada ciudad, con un transporte público moderno. Que destaque las áreas que en cada comuna son potencialmente turísticas, y que sean seguras para sus residentes.
Así, aparecieron proyectos como reforzar el atractivo del Parque Pedro del Río Zañartu, en Hualpén; un parque que integre a la comunidad, en el humedal Los Batros de San Pedro de la Paz; una mejor planificación urbana y turística para Concepción; el rescate de la historia y de la cultura de Talcahuano, a través de la conservación de sus viviendas históricas y una proyección hacia el río y hacia los cerros en Chiguayante, para que se conviertan en una atracción turística para residentes y visitantes.
Hemar Grollmus, presidente de la junta de vecinos del parque residencial Laguna Grande y miembro fundador de la Asociación San Pedro Sustentable, afirmó que el principal objetivo es luchar contra la desigualdad, ya que está tipificada como la más desigual del país. “Y por eso la visualizamos en la próxima década como una comuna integrada, menos segregada, lo que podría lograrse con una planificación de desarrollo urbano apropiada, porque hay una realidad vulnerable hacia el borde costero y una más acomodada hacia la villa y el sector alto, separadas por el humedal Los Batros”.
Así, la propuesta consiste en convertir este sector en Santuario de la Naturaleza, el que se transformaría en un punto de inclusión social, “tal como es el Central Park en Nueva York, que es un parque artificial, y que tiene la misma superficie que el humedal Los Batros. La idea es no rellenarlo, sino que activarlo y aprovechar sus ecosistemas, para que se puedan realizar actividades respetando las zonas que ya están normadas”. Además, agregó que la infraestructura vial debe promover esta integración, por lo que el sueño es que no se realice la ruta Pie de Monte, sino que se conecte la comuna a través de la ruta costera, que conecte todos los puentes con una costanera por el lado sur del Bío Bío, “sin invadir la comuna, que es lo que pretende hacer el proyecto actual”
Miguel Ángel Opazo, secretario de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Hualpén, en nueve años más debería ser una comuna turística, promoviendo su patrimonio natural, como el museo ballenero de Chome, Lenga y el sector del Parque Pedro del Río Zañartu, con el santuario de la Naturaleza de la Península de Hualpén.
“Ahí hay un gran atractivo turístico, pero no se ha hecho nada en serio al respecto. De hecho, el parque es administrado por autoridades de Concepción, sin injerencia del municipio de Hualpén”, dijo Opazo.
También aspiran a que el transporte público esté ordenado, a través del eje Colón, con ciclovías integradas a Concepción, una conexión con el Biotrén, y con una mayor seguridad para los vecinos, con la construcción de una comisaría que reemplace la antigua estructura que alberga hoy a los carabineros, y con un edificio para la PDI.
En cuanto al crecimiento de la comuna, agregó que proponen tener un parque inundable en los sectores de crecida del río Bío Bío, como una solución de mitigación ante las inundaciones, como una alternativa a las barreras y encauce de ríos, “para contener la fuerza del agua.
Guillermina Miranda, presidenta de la Unión Comunal de la Junta de Vecinos de Concepción, planteó que aspiran a que se respete el patrimonio de la comuna, especialmente de barrios emblemáticos, que deben conservarse como están diseñados, como Lorenzo Arenas o Prieto Cruz, sectores donde se están construyendo edificios, “sin ningún respeto por los vecinos que han vivido en casa toda su vida, lo que atenta contra la identidad de la comuna”.
Para la dirigenta, en nueve años debería haber una visión clara de ciudad, que hoy no existe. “Hoy Concepción está entregado a las inmobiliarias, en el sector urbano, y a las empresas forestales, en el rural, y eso debe cambiar en la próxima década. Las inmobiliarias deciden Concepción, y no entiendo por qué tienen ese poder y no nosotros”. Por eso, agregó que se debe decidir en qué sector habrá edificios en altura y dónde no.
Por eso, en nueve años más debe haber una clara planificación urbana, tomando en cuenta también el rescate de zonas con potencial turístico, como el teatro del Liceo Enrique Molina (“que está abandonado”); o las cinco lagunas de la ciudad, o el río Andalién, “que es un río navegable y no se aprovecha. A la laguna Redonda se puede ir a pasear, pero ¿y las otras? No hay guías turísticos, nada de eso. Y en cuanto a la zona rural, está descuidadas, sin orden, sin agua potable. Eso tiene que cambiar”.
Sandra González, secretaria de la Unión Comunal de la Junta de Vecinos de Chiguayante, afirmó que los residentes desean una comuna “amigable con el medioambiente, por lo que estamos en contra de los edificios en altura, porque no va a haber costanera que aguante. Los tacos aquí son insoportables cuando hay un accidente, por lo que queremos que eso no ocurra y que la gente de Chiguayante se quede a vivir en la comuna”.
Por eso, agregó que proyectan una ciudad sin edificios en altura, para que no se pierda el sentido de barrio que ha imperado por años en la comuna, por lo que sueñan con que esas estructuras no se construyan, ya que sirven para hacer “viviendas sociales con gente de otras comunas, que no se conoce ni se organiza, lo que atenta contra la identidad de la comuna”.
Además, proyectan una ciudad que aproveche mucho más los cerros y el río, “porque hay un parque a la orilla del río, pero que no es conocido por mucha gente. Ojalá hubiera mejores accesos al cerro Manquimávida, para que la gente lo disfrute y sea una atracción para los turistas”. Por último, imagina un Biotrén con más frecuencias, para que se más utilizado.
Maritza Vergara, presidenta de la Unión Comunal de la Junta de Vecinos de Talcahuano, planteó que ya debería estar finalizada la ruta interportuaria por el sector Gaete, que hubiera mejoras en el casco histórico de la comuna, aún invadido por sitios eriazos tras el terremoto de 2010, “y espero que en nueve años se haya reconstruido, ojalá con locales comerciales en el sector del centro. Que también haya proyectos habitacionales en esa zona”.
En la próxima década se debe respetar el patrimonio urbano, protegiendo las construcciones antiguas de la comuna “porque nos hemos despreocupado de eso y han desaparecido muchas construcciones que eran históricas. Porque no queremos tener un puerto muy bonito en nueve años más, pero que sea un puerto sin historia”.
Agregó que también se debe rescatar el patrimonio cultural de la comuna, como el Teatro Dante, “para que en la comuna se realicen todo tipo de actividades. Hay personas talentosas, pero hay muy poca difusión y como no existen lugares apropiados, se dispersa todo. Y con el número de habitantes que tiene la comuna, debiera haber una oferta cultural estable”.