El vigilante participó en la detención de cuatro hombres que vendían droga en la Universidad, pero que quedaron libres y volvieron a intimidarlo. Pidieron medidas de protección.

Una querella por amenazas de muerte en contra de un guardia del campus presentó ayer la Universidad de Concepción, en el Juzgado de Garantía penquista.

La acción legal fue gatillada por los hechos ocurridos el pasado 4 de mayo, cuando los vigilantes detectaron a un grupo de personas vendiendo drogas en la casa de estudios.

De inmediato, se llamó a Carabineros “y el guardia que acompañamos hoy en esta presentación fue uno de los que participó en la detención de cuatro individuos que estaban cometiendo este delito al interior del campus de la universidad”, explicó Enrique Águila, abogado que representó a la casa de estudios.

El problema es que, menos de una hora después, los sujetos fueron dejados en libertad y tres de ellos volvieron al campus y profirieron amenazas muy graves en contra del guardia, “el que está obviamente muy asustado y por eso requirió la protección de la Universidad, que es lo que estamos haciendo mediante esta presentación, para que este hecho no quede impune”.

De hecho, el vigilante asistió a la presentación de la acción legal, pero por su protección se solicitó no ser fotografiado ni que se revele su nombre.

Medidas de protección

Como parte de la acción legal, la Universidad solicitó diligencias, “como que se tome declaración a los testigos que participaron en el hecho, y medidas de protección al guardia para proteger su vida y su integridad física, es decir, rondas policiales periódicas en su domicilio y en la universidad”, precisó el abogado.

El profesional precisó que se había acreditado que desde hace tiempo el grupo vendía drogas en el campus, y recordó que el mes pasado, el mismo rector Sergio Lavanchy presentó una carta al intendente denunciando esta situación y pidió que se generaran medidas adicionales de protección a la casa de estudios.

En esa misiva, Lavanchy solicitó a Díaz su intervención para que Carabineros y la PDI realizaran rondas preventivas al interior del recinto universitario, debido a que el servicio de seguridad había detectado un incremento considerable de tráfico de drogas y otros delitos asociados.

“Por eso han aumentado las rondas periódicas de Carabineros y en los últimos días se han realizado detenciones frente a la comisión de delitos, y se está trabajando con la policía para poder generar otras medidas para que la delincuencia salga del campus”, precisó Enrique Águila.

En cuanto a la venta de drogas en el campus, declarado Monumento Nacional, el abogado aseguró que aún no han interpuesto acciones legales, “pero se está trabajando en ello y tendremos noticias en los próximos días”. Todo ello con un objetivo muy claro: “No podemos permitir que la delincuencia se adueñe de la Universidad”.