Aunque desempeñan una labor riesgosa a veces, en la que las mujeres de a poco han ganado espacios, todas coincidieron en que la institución les ha permitido ser madres y desarrollar sus carreras.
Aunque desempeñan una labor riesgosa a veces, en la que las mujeres de a poco han ganado espacios, todas coincidieron en que la institución les ha permitido ser madres y desarrollar sus carreras.
Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl
Visten uniforme, portan armas, persiguen delincuentes, pero al llegar a casa reparten besos, abrazos, revisan tareas y regalonean con sus hijos. En la semana donde se celebró el Día de la Madre, cinco jefas de la PDI contaron a Diario Concepción cómo compatibilizan ambas labores, como mamás y detectives.
La comisario Mirka Cuevas es jefa de la sección de Extranjería y Policía Internacional en Coronel, desde 2014. Tiene 22 años de servicio en la PDI y tiene un hijo de 17 años, Nicolás.
"Las mujeres no tenemos que perder la parte femenina porque trabajamos rodeadas de hombres. En las tareas no tenemos diferencias. En mi promoción eran 220 y apenas éramos 18 mujeres". Con los niños, las claves eran privilegiar la calidad del tiempo con los hijos, más que la cantidad, y el apoyo de los compañeros. "Ellos nos reemplazaban en los turnos para hacer nuestras labores de mamá".
Uno de los principales cambios este año fue que la jornada de los detectives dura hasta las 17.30 horas, para propiciar la vida familiar. Después de ese horario sólo quedan quienes están de turno.
Cuevas se desempeñó en la Brigada de Homicidios, lo que la hizo ser muy aprensiva. "Si mi hijo iba a una casa que quedaba cerca de una línea del tren, lo mandaba con cinco mil recomendaciones, porque uno ha visto tanta cosa. Pero para ser mamá y detective, hay que estar enamorada de tu hijo y luego de la placa, porque hay que cumplir los roles de la mejor manera", dijo la comisario, quien contó que es madre soltera y que su hijo está orgulloso de su madre detective.
Mamá y papá detectives
La comisario Karem Pizarro (43) es jefa de la Brigada de Investigación Criminal en Coronel desde 2015 y a la PDI ingresó en 1003. Es mamá de Patricia (19) y Antonia (14). "Y uno es policía 24/7, entonces había que acudir a llamados en horarios en que la gente común está en su casa. Entonces necesitamos apoyo de la familia, porque para uno el cuidado de los hijos es importante para poder a salir a trabajar tranquila. Ha sido muy satisfactorio ser una mamá policía, ver que tengo una buena relación con ellas aunque pase más horas en el trabajo que en la casa".
Para las niñas, que sus papás fueran detectives (ya que su padre también pertenece en la institución), era la atracción en sus colegios. "Querían saber si tenían pistolas, cosas que a ellos les llamaban la atención y que para mis niñas era normal. La más chica a veces me decía que le dijera a mis jefes que no podía ir a trabajar porque a ella le daba pena, entonces hay que darles tiempo de calidad para que no sientan que hubo una ausencia".
La oficial trabajó años en la Brigada de Delitos Sexuales, "y eso nos sirvió para fortalecer a las niñas y decirles las cosas como son. Ese trabajo me hizo andar más alerta, pero siempre con calma".
Como jefa de la plana mayor regional trabaja la comisario Yasua Oviedo (40), con 22 años de servicio y mamá de Matías (19) y Agustín (12). "Ser mamá y detective no ha sido más complejo que para cualquier mamá profesional. Conciliar mis dos funciones ha sido beneficioso para mi vida y para mi familia". Sí reconoció que es diferente "tener una mamá policía, que usa armas, pero mis hijos saben lo que yo hago y el papá también está en la institución, entonces la PDI es parte fundamental de nuestra familia". En cuanto a la naturaleza del trabajo, "nos hace estar más alertas, no sólo con nuestros hijos, sino que con todos los niños. Y hay que manejarlo, para no afectarlos con nuestras aprensiones".
Compatibilizar la casa y el trabajo
En la Brigada de Investigación Criminal de Talcahuano la jefa (s) es la comisario Claudia Chamorro (42) Sus hijos son Gabriela (22), Franco (11) y Constanza 9) y ha visto cómo la PDI ha ido apoyando más, con los años, a quienes son mamás. "Yo trato de dar todo en mi trabajo, pero agradezco este cambio de horario, que me permite ver a mis niños despiertos, porque antes llegaba y estaban durmiendo".
Fue una mamá aprensiva sólo con su hija mayor, y con los años se fue relajando. Pero tienen claras las orientaciones que le han dado sus padres detectives para que no sean víctimas de delitos. Y a ellos les llamaba la atención ver a su madre en la televisión cuando le tocaba informar sobre un procedimiento policial. En cuanto a los riesgos de su labor, ya se preocupó de dejar a sus niños respaldados económicamente, "porque en esta pega hoy estamos, pero mañana no sabemos".
Ana María Miño (48 años y 25 de servicio), también comisario, es la jefa del Departamento de Policía Internacional en Concepción. Tiene 3 hijos: Ana María (16), Miguel (14) y Luis (10). "A veces ha sido complejo, porque postergamos la vida familiar para construir una sociedad mejor. Mis hijos ya están acostumbrados a verme salir de noche a cumplir con mis servicios, para ellos ya es normal. Yo creo que la maternidad es compatible con la visión institucional y de a poco como mujeres hemos ido conquistando nuestros espacios".