Ciudad

Vuelta de comerciantes a la calle provoca cierre de Feria Caupolicán

Su negativa a pagar los arriendos y la insistente competencia que tenían de otros vendedores ilegales motivo la clausura. Municipio analiza soluciones.

Por: Diario Concepción 27 de Abril 2017
Fotografía: imagen_Principal-471.jpg

Su negativa a pagar los arriendos y la insistente competencia que tenían de otros vendedores ilegales motivo la clausura. Municipio analiza soluciones. 
 

Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl

En abril del año pasado se anunció la apertura de la Feria Caupolicán, ubicada en esa calle entre Maipú y Los Carrera, donde formalizarían su actividad una treintena de ambulantes, dentro del plan impulsado por el municipio y la gobernación penquista para sacar el comercio ilegal de las calles. 

Sin embargo, a un año de su inauguración, el recinto cerró sus puertas tras la Semana Santa, luego de que 21 de ellos decidieran no seguir siendo parte del proyecto y volver a las calles. 

Sergio Villar, encargado de la Oficina de Fomento Productivo de municipio penquista, recordó que en 2016 gestionaron el lugar para que los ambulantes pudieran trabajar. 

Una de las grandes dificultades fue encontrar a alguien que estuviera dispuesto a arrendar a personas que venían de trabajar en las calles, porque, explicó Villar, existía el temor de que no cumplieran con los pagos. Y por eso se exigió al municipio, por lo que se buscó a una persona que operara como inversor y administrador y que acondicionó la bodega escogida como local para instalarlos. 

La dueña del recinto es una mujer de Santiago, que arrendaba a un empresario penquista, que a su vez le arrendaba a Unimarc y que éste recibía el arriendo de los locatarios, gestionado a través de un administrador. 

Inicialmente partieron pagando $280 mil. Estaban divididos en dos rubros: frutas y verduras y pescados y mariscos. 

"Pero con el transcurso del tiempo ellos fueron volviendo a la calle, porque no les gustó pagar. De hecho, lo primero que ellos hicieron fue pagar el segundo mes de arriendo con el mes de garantía, entonces el encargado se vio colapsado, porque él tenía que cumplir con el supermercado Unimarc. 

No fue una sorpresa

Al enfrentar este contratiempo, se gestionó para que se redujera el monto del arriendo, y los comerciantes pagaran $200 mil, además los gastos comunes que eran mil pesos diarios. 

Villar recordó que la gobernación llevó equipamiento y mejora de la infraestructura, como heladeras y cortadoras de cecinas, con recursos del Ministerio del Interior, y además el mismo municipio se encargó de la publicidad "para que la gente supiera dónde estaba la nueva feria de Caupolicán, que era fruto de los acuerdos con ellos, nada era impuesto". 

Sin embargo, este mes recibieron la noticia que el supermercado Unimarc desistió de seguir arrendando el espacio, y notificó a los administradores, "porque de los 30 locatarios apenas que quedaban nueve, entonces ya no es sustentable", agregó Villar, por lo que el recinto cerró sus puertas. Sin embargo, estos nueve no quieren volver a la calle, por lo que se está buscando una solución, ya sea reabrir el recinto o reinstalarlos en otro lugar, porque "ellos se dieron cuenta de que prefieren estar establecidos que volver a la calle". 

Agregó que, además de la reticencia de los locatarios para pagar sus arriendos, la otra gran dificultad fue lidiar con la competencia desleal de los ambulantes, quienes se instalaban afuera del recinto aprovechando que los carabineros no podían estar todos los días, apoyados por un público que, pese a los continuos llamados de las autoridades, seguía comprando en las calles. 

"No nos vamos a cansar de pedirle a la gente que compre en los locales que tienen su permiso. El comercio ambulante hoy está masificado, y disputa el metro cuadrado con el peatón y eso es lo que no queremos. Hay que seguir trabajando en esto, en coordinación con Carabineros, para garantizar la seguridad de la población, dijo Villar, más aún que hoy comienza la remodelación de esta vereda de la calle Caupolicán, trabajos que se extenderán por 90 días, lo que podría provocar conflictos con los ambulantes que insisten en instalarse en ese sector del casco histórico penquista. 

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