Si hace dos años el sistema reprobaba con un 3,5, en la más reciente encuesta aplicada por la Universidad Andrés Bello pasó a tener una evaluación "regular" y un 5,1.
Si hace dos años el sistema reprobaba con un 3,5, en la más reciente encuesta aplicada por la Universidad Andrés Bello pasó a tener una evaluación "regular" y un 5,1.
Tania Merino Macchiavello
tania.merino@diarioconcepcion.cl
Magros resultados consiguió el transporte público de Santiago, Valparaíso y Concepción, de acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Investigación para la Sustentabilidad (CIS) de la Universidad Andrés Bello.
Las estadísticas muestran una mala evaluación sostenida en el tiempo por parte de los ciudadanos hacia la red de buses (micros), especialmente en el caso de Santiago. La mayoría de los santiaguinos utiliza con más frecuencia el metro (36%) que cualquier otro medio de transporte, calificando al servicio de trenes con un 4,6. En nuestra ciudad, en tanto, la evaluación de los buses muestra una amplia mejoría, pasando de una mala evaluación en 2015 (3.5), a una evaluación regular en 2016 (5.1).
En Valparaíso y Concepción este servicio es también el mejor evaluado, con un 5,5 y un 5,3, respectivamente.
En relación al uso de automóvil, éste continúa siendo más frecuente, mientras que la bicicleta no logra posicionarse como una alternativa al transporte público.
En Concepción, 44% de los encuestados utiliza la micro como medio de transporte cotidiano, superando ampliamente a la proporción a nivel nacional (29%), le sigue el automóvil particular (30%). El medio menos utilizado es el taxi, correspondiente sólo al 4%.
Sólo el 25% de los encuestados a nivel nacional declara utilizar la bicicleta, con las proporciones más altas de uso en Santiago (26%) y en Concepción (23%).
La cobertura de ciclovías, en tanto, es mayormente evaluada como "regular" en Santiago y Concepción (44% en ambos casos) y como "mala" en Valparaíso (49%). Ahora bien, la ampliación de la red de ciclovías es señalada por la mayoría de los encuestados en el país como una condición para considerar andar en bicicleta (37%).
"Estos resultados reafirman la idea de que incrementar la red de ciclovías y centros de transferencia bicicleta-otros medios, es una inversión necesaria a fin de aumentar la participación de la movilidad no motorizada en las ciudades. Si bien no es un camino que dé solución a los problemas estructurales al respecto, son inversiones tremendamente costo-efectivas y que sientan las bases para una movilidad sustentable", afirma Julio Villalobos, director del Centro de Transporte y Logística (CTL) de la Unab.
El uso de bicicleta es visto principalmente como un medio de transporte que facilita la distracción de quienes la utilizan (30%), mientras que en segundo lugar se encuentra el hacer ejercicio mientras se desplaza al lugar de trabajo (23%) y, en tercer lugar, para ahorrar dinero en transporte (22%). Esta tendencia se repite en las tres ciudades consultadas, siendo el ahorro de dinero una razón con más menciones en Santiago (24%) que en Valparaíso y Concepción (9% en ambas ciudades). "Los resultados confirman el bajo uso de la bicicleta a nivel nacional y reflejan que esta no es vista como un medio de transporte alternativo para la mayoría de la población", sostiene el director del CIS.
Mala convivencia
Las principales razones que esgrime la mayoría de los encuestados para no utilizar la bicicleta son el no poseer una propia (34%) y los peligros que se asocian a su uso (29%). Por otro lado, la convivencia entre peatones y ciclistas recibe una evaluación regular, aunque levemente más positiva que la evaluación de la relación entre automovilistas y ciclistas (4,0 y 3,3 respectivamente). "Sin embargo, quien no se interesa por usar la bicicleta difícilmente adquirirá una, tomando en cuenta que los precios no son considerablemente altos y que en el corto plazo pueden generar ahorro en transporte. Por lo tanto, el peligro asociado a movilizarse en bicicleta y la limitada cobertura y calidad de las ciclovías parecen ser más relevantes", dice al respecto el Dr. Claudio Soto, director del CIS.
Las medidas que los encuestados declaran como claves para cambiar su decisión respecto de usar bicicleta tienen relación con la existencia de condiciones de seguridad adecuadas para su uso, destacando la ampliación de ciclovías (37%). Considerando que a nivel nacional la cobertura existente es evaluada como "regular" (44%) o "mala" (37%), además de escasa, hacer las ciclovías más accesibles también puede constituir una medida que fomente el uso de este medio de transporte, esto es, construyéndolas en el contexto de una planificación y normativa adecuadas.
De esta forma "se refuerza la idea de que invertir en ciclovías y, adicionalmente, en campañas de mayor claridad respecto de la convivencia automovilista-ciclista-peatón, derechos y deberes, puede tener impactos deseables sobre la participación modal en la movilidad en las ciudades, impulsando la movilidad no motorizada", concluye Villalobos.