Sistema ha conseguido buenos resultados en la Región Metropolitana, con mejoras de un 11% en el nivel de comprensión en alumnos.

 

Tania Merino Macchiavello
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En 2016 el Simce de lectura alcanzó su nivel más bajo en 10 años, entre los estudiantes de segundo medio y el de lectura y escritura de sexto básico demostró que la mitad de los alumnos no es capaz de desarrollar una idea escrita de manera coherente.

A mejorar estos resultados apunta Ludibuk, una plataforma digital que contiene una librería de casi un centenar textos vinculados al currículo escolar a los que los alumnos pueden acceder a partir de un computador, una tablet o un teléfono inteligente. Allí están los hermanos Grimm, Oscar Wilde, Tolstói, Lovecraft, entre otros.

El plus está en que cada usuario tiene una clave y puede jugar a realizar la lectura a su propio ritmo, cambiando tipografías, jugando con los colores, subrayando ideas, de modo de reforzarlas o destacar algún pasaje favorito. Ludibuk, a la vez, va interrogando al lector mediante la trivia sobre lo que ha leído y puede analizar si el dueño de esa clave está o no siguiendo adecuadamente la lectura. Lo mismo pueden a hacer el profesor y la familia del niño, explica Cristián Monsalve, representante en la zona sur de Ludibuk.

Mejoría lectora

Hace dos años esta plataforma es aplicada en establecimientos educacionales de Santiago y este año por primera vez llega al Bío Bío. "Los resultados muestran, de acuerdo a estudios que hemos realizado con la Universidad de Santiago, es que los alumnos que utilizan Ludibuk han mejorado su capacidad lectora en un 11%, lo que para nosotros es súper importante, más cuando los indicadores de comprensión de lectura están tan bajos", destacó Monsalve.

A nivel regional el producto se está aplicando a partir de este año en la escuela Diego Portales y Liceo Experimental y pronto comenzará a operar en ocho establecimientos de la Región. 

De acuerdo a las estimaciones de este estudio, los primeros resultados debieran ser visibles a partir de los primeros seis meses. Un factor que en el caso de la escuela Diego Portales, es fundamental, asegura su directora, Luzmira Gómez. "Esta escuela involucra familias con un 82% de vulnerabilidad y tenemos resultados muy bajos en cuanto a lectura, si bien se han logrado avances importantes. Por ejemplo, gracias al esfuerzo de la profesora se logró subir en 59 puntos en el último Simce, pero todavía debemos seguir avanzando", comenta.

Para eso implementaron ya el sistema en alumnos desde primero a octavo básico. Entre ellos Joaquín Herrera y Génesis Cárdenas, ambos de 13 años. Joaquín, con "El príncipe Feliz" desplegado en la pantalla de su notebook, motea de colores las letras al tiempo que avanza concentrado por las líneas. "Me ayuda a concentrarme y entender más", dice sobre los colores elegidos. 

Génesis comenta que el programa tiene música de relajación y música vinculada a los textos que hacen más íntima la experiencia lectora. "Me ayuda a concentrarme y el programa nos sirve para ahorrar dinero en los libros, mejorar la notas y la ortografía".

La profesora, Alejandra Cárdenas, detalla que ve a sus alumnos cada vez más motivados y que un factor fundamental es que no sólo los profesores y sostenedores pueden ver los avances de los chicos, sino también sus familias, lo que entrega continuidad al trabajo desarrollado por el colegio.

También en los más grandes, en alumnos del liceo Experimental, se está aplicando esta plataforma, que la directora, María Francisca Henríquez, considera puede impactar efectivamente también en las notas de los estudiantes. "Si los alumnos leen poco, tienen menos vocabulario, menos capacidad para extraer información, para entender lo que se está leyendo, para entender una instrucción en una pregunta, qué es lo que efectivamente quieren que respondan o cuál es la secuencia pasos que deben seguir".