El abogado Mario Schilling, ex vocero de la Fiscalía Oriente, afirmó que el ingeniero comercial arriesga penas de cárcel si no reconoce el delito cometido, pero que todo depende de las pruebas que presente el Ministerio Público.
 

Carolina Abello Ross
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Para mediados de marzo se espera la llegada a Chile del ingeniero comercial Rafael Garay, luego de que la justicia rumana aprobara su extradición a Chile, donde deberá enfrentar cargos por una estafa piramidal por un monto cercano a dos mil millones de pesos, por la que podría arriesgar una pena de cinco años y un día. Y en este caso, no podría acceder al beneficio de presidio remitido, es decir, no podría cumplir su condena en libertad condicional, según precisó la Fiscalía Oriente. 

Apenas llegue al país, debe ser puesto a disposición del Tercer Juzgado de Garantía. En Concepción también está siendo investigado, pero ha sido formalizado. 

El abogado Mario Schilling, director de Schilling Abogados y ex vocero de la Fiscalía Oriente de Santiago, explicó las condiciones en la que llegará Garay a Chile y cómo podría enfrentar el escenario judicial en su contra. 

– ¿Qué falta para que se concrete su llegada a Chile?

– El proceso de extradición ya está en su fase final. Lo que se tiene que esperar ahora son los procesos policiales de entrega del imputado hasta nuestro país y una vez llegando tiene que ser puesto a disposición del tribunal, donde será formalizado, esta vez con su presencia, y con su abogado defensor. Debe ser llevado a tribunales más tardar a 24 horas después de su llegada. 

– El mismo Garay argumentó que no tendría un juicio justo porque ya fue condenado por los medios de comunicación, ¿cómo evalúa eso?

– Es un caso mediático porque el imputado es mediático. Él expuso ante los medios su calidad de experto y por eso muchas personas terminaron defraudadas al invertir bajo su confianza, por lo que la mediatización del caso va más allá de una estigmatización antojadiza. Cualquier persona que es figura pública -hay que recordar que él fue candidato a senador- se expone, si comete un delito, a que se mediatice su caso y se ventile por los medios de prensa para que distintas personas opinen al respecto, y eso es parte del sistema procesal penal que tiene un principio de transparencia. Él mismo se ha expuesto a la mediatización de su caso, ya que él mismo ha hablado con los medios de comunicación. 

– ¿Podría Rafael Garay recibir penas efectivas en este caso?

– Las estafas reiteradas sí tienen una pena alta, que parte en cinco años y un día a 10 años. Que tenga irreprochable conducta anterior es algo que tendrá que discutirse, ya que él ya tuvo una condena anterior por un manejo en estado de ebriedad, pero depende del tiempo que haya pasado. Pero al pensar en la reiteración de delitos, él podría cumplir una pena en prisión si es que es condenado sin beneficios. Pero yo sí he visto a personas que han terminado cumpliendo penas en la cárcel por estafa. 

– ¿Qué posibilidades tienen de recuperar su dinero las personas que lo entregaron?

– La ley les da plazos a los afectados para entablar demandas civiles, que se interpone en conjunto con la acusación particular, y también se puede pedir la recuperación de dinero si es que hay bienes incautados. Pero si el acusado no tiene bienes es complejo que las personas recuperen lo que entregaron. 

– ¿Qué estrategia legal podría implementar la defensa de Garay?

– La defensa podría apostar a disminuir la probable pena que se le imponga, por lo que puede alegar su irreprochable conducta anterior, reconociendo además los hechos que se le imputan y colaborando con la justicia. También puede poner a disposición dinero y bienes para reparar el mal causado a las víctimas y con eso podría bajar en un grado su pena probable y con eso podría cumplir su pena en libertad. 

– Pero aún está pendiente una posible formalización en Concepción. 

– Es que son hechos diferentes, tiene que responder por ambos hechos, también podría existir la posibilidad de que la Fiscalía agrupara ambas causas. En cuanto a las penas, es un proceso bastante técnico, pero es bastante temerario hacer un pronóstico. Y además hay que ver si la prueba de la Fiscalía convence al tribunal para condenar al imputado.