El intendente, Rodrigo Díaz, ordenó la construcción de un cortafuego alrededor de todas las viviendas para evitar más peligros.

Karla Altamirano Pérez
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Las llamas no dan tregua en Florida las desfavorables condiciones climáticas hicieron avanzar el fuego hacia las viviendas, poniendo en riesgo al menos 200 de ellas en el sector Tapihue. 

Al cierre de esta edición los terrenos perdidos alcanzaban las 4 mil 100 hectáreas y la propagación continuaba. Incluso las llamas llegaron a la ruta bloqueando el acceso a la comuna y dificultando el movimiento de vehículos de emergencia. 

Ante el temor de sufrir pérdidas humanas, la Intendencia decidió tomar medidas de precaución y entre otras, se ordenó la evacuación de los sectores más cercanos al fuego, como Tapihue. Previo a esto, se construyeron cortafuegos buscando mantener a salvo los sectores poblados. "En horas de la noche del lunes, al notar el peligro inminente para la comunidad, llegamos a la decisión de construir un cortafuego en torno al casco urbano de Florida para anticiparnos a un riesgo mayor", declaró el intendente Rodrigo Díaz. Hasta ese momento se contabilizaban cuatro estructuras perdidas, sólo dos son viviendas, el resto bodegas. 

Producto de la emergencia, pese a que habían incendios en otras localidades de la región, los esfuerzos se concentraron en Florida, hasta donde llegaron más de 52 equipos de ayuda entre brigadas de Conaf, Forestal Arauco, el Ejército, Bomberos y el personal de nueve naves para el combate del fuego. 

En este momento, el principal problema de los equipos es el viento que, no sólo aumenta la cantidad de focos, sino que también impide que las naves puedan sobrevolar el lugar y hacer su trabajo. Mientras tanto, las acciones se centran en contener el avance de las llamas.

El alcalde de Florida, Jorge Roa, agregó que "la tarea es construir este cortafuego para evitar que el siniestro ataque las viviendas y, para eso, tenemos mucho apoyo. Si la comunidad quiere ayudarnos, puede hacerlo con agua, alimentos no perecibles y útiles de aseo que pueden hacer llegar al internado de la ciudad, frente al municipio".

Las hectáreas destruidas eran la principal fuente de trabajo de cientos de familias que, en el área agrícola o forestal, dependían de estos terrenos como fuente laboral.

Y si bien todo es parte de una investigación, desde el sector forestal descartan que el siniestro se saliera de control a causa del tipo de árboles utilizados en la industria (pinos y eucaliptos). Señalaron que, además, reforestar con esas especies tardaría 20 años y hacerlo con especies nativas podría tardar hasta 60. Según indican, reforestar es clave para proteger el suelo e impedir que la tierra sufra erosión y se vuelva infértil. 

"Estos incendios fueron provocados por alguien y es tarea de las autoridades investigar. Estos sujetos son criminales que dañaron, incluso, a gente humilde que dependía de sus terrenos", explicó René Muñoz, presidente de la Asociación de Contratistas Forestales. 

Hasta ayer, se calculaban más de 7 mil hectáreas destruidas en todo el Bío Bío. Pese a esto, desde la Intendencia descartaron que estos siniestros puedan unirse a los de O’Higgins y Maule.