A fin de mes y con aporte de 26 mil UF se iniciará la reparación del Hipólito Salas, que se estima será entregado a la comunidad antes de fin de año. En la torre B del Plaza del Río no se llega a acuerdo para reparación. Por el contrario, el terreno de la torre Libertad ya encontró comprador.
A fin de mes y con aporte de 26 mil UF se iniciará la reparación del Hipólito Salas, que se estima será entregado a la comunidad antes de fin de año. En la torre B del Plaza del Río no se llega a acuerdo para reparación. Por el contrario, el terreno de la torre Libertad ya encontró comprador.
X. Valenzuela / C.Abello
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Parece ilógico que, a casi siete años del terremoto que en 2010 azotó a la zona aún existan edificios que resultaron dañados por el movimiento, sin obras de reparación y, por ende, sin moradores en ellos.
A pocas cuadras de la Plaza Independencia de Concepción se aprecia una triste postal, el edificio Hipólito Salas, en el que vivían mayormente adultos mayores, se encuentra vacío y en espera de obras de mejoramiento. Situación similar se vive en el Plaza del Río, ubicado en Salas 1343, que tampoco ha sido sometido a faenas que permitan volver a sus dueños al lugar.
La situación no es menor, sobre todo, si se considera que durante el proceso de espera los vecinos, en general, se encuentran arrendando un inmueble o, derechamente, viviendo de allegados con familiares e, incluso, en algunos casos, murieron esperando por volver a sus hogares.
Actualmente, la comunidad del Hipólito Salas está a la espera de las obras de reparación del edificio que, si bien, debían partir en diciembre, por temas administrativos se retrasaron y sólo iniciarán obras a fin de mes, así lo confirmó el dirigente del lugar, Juan Esteban, quien aseveró que están esperanzados en volver durante este año a sus hogares.
"Para nosotros el punto más álgido es que el promedio de edad de nuestros vecinos es bastante alto, son muchos adultos mayores, en el camino fueron quedando varios que lamentablemente no alcanzaron a recibir esta noticia", comentó.
El seremi de Vivienda y Urbanismo, Jaime Arévalo, aseveró que como cartera se sienten satisfechos del trabajo realizado, pues si bien las reparaciones se iniciaron en 2013, las faenas no prosperaron afectando a 30 familias. "Ha sido un trabajo largo y arduo, nosotros asumimos el compromiso que durante el año pasado íbamos a tener los recursos, estamos hablando del orden de 26 mil UF , que permitirán llevar adelante las modificaciones planteadas por la entidad patrocinante que, en este caso, es la Municipalidad de Concepción".
El jefe local de la cartera confirmó que esperan, a más tardar entre el 17 y el 20 de este mes, esperan hacer entrega del terreno a la constructora El Boldo, que se hará cargo de las faenas que se prolongarán durante 10 meses. "El ánimo que tenemos es que estas familias durante 2017 ya estén habitando sus departamentos".
El inicio de las faenas alegró a los ex habitantes del lugar, pues, según explicó Esteban, se logró aunar criterios con los equipos de trabajo desde que pasó a intervenir el seremi. "Estamos contentos después de tanta espera, que se ve coronado con un aporte importante y con un proyecto bastante mejorado".
El proyecto inicialmente contemplaba una inversión de 24 mil UF. Sin embargo, según explicó Arévalo, se incorporaron partidas adicionales para lograr realizar un trabajo de alto estándar en el lugar. "Aislación térmica, los departamentos tendrán termopaneles, ventanas y marcos de PVC y un revestimiento perimetral exterior del edificio con un sistema aislante, vamos a reparar departamentos y áreas comunes, pintarlos y dejarlos en óptimas condiciones".
El seremi agregó que para su cartera es satisfactorio realizar el programa de recuperación de viviendas que se construyeron en el gobierno pasado, vinculadas al terremoto, pues con ello van cerrando el círculo de la reconstrucción, logrando, de una forma u otra, resarcir la historia de miles de familias de la Región que sufrieron los embates del terremoto y que por diversos motivos sus obras no garantizan que estas familias puedan vivir en ellas.
De hecho, la autoridad reconoció que el tiempo perdido y el sufrimiento emocional de las familias no es recuperable, por lo que buscan elevar sustantivamente los estándares técnicos, complementando con equipamientos y servicios.
Cabe recordar que la Constructora Felipe Carrasco, realizó la reparación iniciada en 2013, tarea que tenía fecha de término el 14 de abril de 2014.
Sin embargo, producto de su mal trabajo, limitado número de trabajadores, insolvencia económica, mala ejecución de partida y mal trato con los vecinos, sumado a una deficiente coordinación con la entidad patrocinante, Jundep, generó que no se respetaran los plazos ni la calidad de las obras.
A todo lo anterior se suma que la obra estuvo paralizada por insolvencia económica tres meses, período en el que delincuentes saquearon el edificio que ahora ni siquiera cuenta con lavaplatos, tasa de baño ni griferías, entre otros.
Un nuevo punto que se incorporó en las obras es que los vecinos tendrán representación al momento de fiscalizar las obras, situación que a Esteban lo dejó muy tranquilo, pues si bien no se consideran expertos en el tema, ya cuentan con amplio bagaje en obras. Eso sí, dijo que buscarían apoyo, ojalá con un experto, de tal manera que no se generen nuevamente errores en la obra y que, dicho sea de paso, no se malgasten los recursos.
Torre aún en espera
En octubre de 2014, 103 afectados por el colapso del edificio Plaza del Río recibieron la indemnización que para ellos puso fin a 5 años de pesadilla, tras el terremoto de 27 de febrero de 2010, luego de concretarse el acuerdo con la inmobiliaria Jardines del Sur y que contemplaba el pago de mil 500 millones de pesos para los ex residentes del edificio.
Además, el avenimiento comprometió además la inversión de 3 mil 500 millones de pesos para la reconstrucción de la torre B edificio ubicado en calle Salas 1343. La torre A fue demolida tras el mega sismo, en 2012.
Sin embargo, a más de dos años de la firma de este contrato, la estructura aún no ha podido ser reconstruida, debido a la falta de acuerdo entre la inmobiliaria y los residentes que no optaron por el acuerdo, y que prefirieron que se reconstruyeran los departamentos donde vivían en 2010.
Gustavo Fuentes, gerente de la inmobiliaria Levante, explicó que como empresa están dispuestos a reparar la torre B, tal como especifica el contrato firmado en 2014, pero ha costado llegar a acuerdos con los otros copropietarios. Hay que recordar que al momento del terremoto, no estaban todos los departamentos vendidos, por lo que la inmobiliaria aún es copropietaria de la mayor parte de la estructura.
Para ello, se designó al abogado Juan Fernando Silva, como presidente del comité de copropietarios, quien fue ratificado en la asamblea, el que está trabajando con los ex residentes para llegar a un acuerdo, por lo que aseguró que esperarán a ese acuerdo para intervenir la obra.
Y en la Torre Libertad, luego de lograr a un acuerdo recién en 2015 entre todos los ex residentes, ya encontraron un comprador para el terreno de 670 metros cuadrados.
Lucy Neira, presidenta del comité organizador, contó que están en pleno proceso de firmar la transacción, por lo que no quiso adelantar el nombre del comprador.
El edificio, ubicado en pleno centro penquista, tenía 17 pisos. Su demolición costó 600 millones y se realizó a través del Ministerio de Obras Públicas, ya que el 7 de abril de 2010 fue declarado inhabitable.