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Los dramáticos 35 kilómetros que separan la isla con el continente

Diez muertos en más de 3 años denotan la precariedad de las condiciones para movilizarse desde Isla Mocha a Tirúa. El clima y la falta de transporte son las principales falencias de la zona.

Por: Diario Concepción 10 de Enero 2017
Fotografía: imagenPrincipal-7254.jpg

Diez muertos en más de 3 años denotan la precariedad de las condiciones para movilizarse desde Isla Mocha a Tirúa. El clima y la falta de transporte son las principales falencias de la zona.

Daniel Núñez Durán
Contacto@diarioconcepcion.cl

Faltaban sólo 100 metros para que la avioneta Cessna 172 llegara a la pista de aterrizaje del aeródromo Lequecahue en la localidad de Tirúa. Pese a la escasa distancia, Boris Schulz perdió el control de la aeronave y falleció junto a los 3 pasajeros que lo acompañaban en la ruta que une a la Isla Mocha con la provincia de Arauco.

Las causas del nuevo accidente que enluta a la comuna de Tirúa aún se encuentran en investigación, sin embargo, con esta nueva tragedia aérea se vuelven a abrir interrogantes como la escasa seguridad en los vuelos, las duras condiciones climáticas existentes en la zona y la falta de transportes, principalmente marítimos, para suplir la necesidad de movilización de sus habitantes. 

Los 25 minutos de vuelo para recorrer los 35 kilómetros que separan a la isla con la Región del Bío Bío, hacen de las avionetas el medio preferido para los usuarios, que muchas veces deben hacer caso omiso de las precarias condiciones en las que los vuelos se realizan, donde intervienen factores climáticos y geográficos, como el emplazamiento del aeródromo de Tirúa en una zona de quebradas.

Primeras pericias

De acuerdo a las primeras pericias mecánicas realizadas por la Dirección General de Aeronáutica Civil, el accidente se habría generado por las condiciones climáticas, teniendo como factor principal el viento que se presentaba en la zona de vuelo a la hora del suceso.

"El impacto mayor de la aeronave fue en la punta. La hélice quedó enterrada y fue removida con vehículo, lo que a simple vista nos permite determinar que el avión cayó de punta", explicó Marco Ortega, fiscal subrogante de Cañete.

"A simple vista, el impacto fue directo. No hubo dispersión de elementos, lo que permite determinar que toda la fuerza del impacto se concentró en el centro", agregó.

Para efectos de la investigación, durante las primeras horas posteriores al accidente, la PDI determinó realizar las primeras diligencias para que la Dgac tomara el posterior control del caso, para elaborar el informe técnico respectivo para la Fiscalía, documentos con los cuales se permitirá establecer con certeza cómo ocurrieron los hechos.

Humberto Toro, gobernador de la provincia de Arauco, comentó que los cuerpos de las víctimas también están siendo periciados para establecer las causas precisas de los decesos.

"A primer impresión, nos informaron que los fallecimientos se produjeron por el impacto. Lo que generó politraumatismos y la muerte instantánea de las víctimas", explicó la autoridad.

"Dos de los cuerpos se enviaron a Concepción, dado que las personas residían allá. El tercer cuerpo va rumbo a la isla vía marítima en una embarcación facilitada por la Armada de Chile, y el cuarto va también a la Isla Mocha, pero en un vuelo. Hay que destacar la gentil labor de la Armada", cerró el gobernador.

La tragedia de 2013

Desde el 2013 a la fecha, en la ruta entre Isla Mocha-Tirúa se han registrado 2 accidentes aéreos que han cobrado diez víctimas fatales. 

El 6 de octubre de ese año, el avión piloteado por Mario Hahn y con 5 pasajeros a bordo, de acuerdo al informe final de la Dirección General de Aeronáutica Civil, despegó rumbo a Tirúa desde el aeródromo Punta El Saco de Isla Mocha, con sobrepeso y con menos combustible del indicado. 

La avioneta desapareció, no quedaron rastros de los cuerpos y sólo se encontró en la localidad de Quidico, cerca de Lebu, la mochila perteneciente a Jorge Luengo Espinoza, uno de los pasajeros de aquel Cessna 172.

Ruta impredecible

Las condiciones climáticas y la dirección de los vientos cambia con facilidad en la ruta aérea, situación que complica en exceso a los pilotos que viajan constantemente en la zona.

Así lo reconoce Daniel Bonelli, piloto comercial de Heliworks Limitada, empresa que realiza constantes viajes entre el continente y la isla. Dice que para nadie es desconocido que la zona de vuelo entre Tirúa y la Isla Mocha es complicada por los bruscos cambios climáticos. 

"Los vientos sobre el océano son bastante impredecibles y un cambio de dirección puede tumbar fácilmente una avioneta. Sin embargo, cuando existen buenas condiciones, la ruta es sumamente fácil y no se presentan mayores complicaciones. Accidentes como el del domingo se producen en su mayoría por volar con mal clima o por negligencia del piloto, y en este caso, eso debe definirlo la investigación", comentó el piloto. 

Por su parte, Felipe López, empresario turístico de Isla Mocha, cree que la situación es crítica, tanto para el comercio como para los habitantes de la zona. "El turismo de la isla se sostiene principalmente gracias al comercio aéreo, y al no permitir la salida de los vuelos nos vemos todos perjudicados. El accidente se pudo evitar si el aeródromo tuviera un controlador aéreo que evalúe el clima y las condiciones para volar. Como no existe regulación para los vuelos, ocurren accidentes como el del domingo", explicó.

Embarcación ¡Urgente!

Las aeronaves son prácticamente el único medio de transporte para movilizar pasajeros entre la isla y el continente. Por lo mismo, los habitantes de Isla Mocha llevan años pidiendo la implementación de la barcaza que les permita viajar a través del océano hacia Tirúa. 

Las constantes reuniones con emisarios de Gobierno para solicitar la embarcación no han tenido los resultados esperados y los numerosos accidentes en la zona hacen que la situación se vuelva complicada.

Jaime Herrera, presidente del sindicato de pescadores de la Isla, afirma que llevan años esperando una respuesta del Gobierno, pero parece que "para ellos los mochianos no existimos. Cada vez que hay un accidente se acuerdan de la isla, pero el resto del tiempo hacen oídos sordos a nuestras demandas", comentó. 

A su juicio, "urge la barcaza. La última reunión nos dijeron que para mayo estaría lista la licitación y en agosto se realizaría el primer viaje. Esperamos que sea la fecha definitiva para tener una alternativa mucho más segura que las avionetas".

Adolfo Millabur, alcalde de Tirúa, reconoce que hay una necesidad planteada por los habitantes de Isla Mocha y también de Tirúa. 

"En un país tan desarrollado como Chile no puede ser que en una distancia tan corta como la de la isla el único medio de desplazamiento entre ambas localidades sea solo a través de avionetas. Necesitamos una embarcación con suma urgencia, para evitar este tipo de accidentes y brindarle a la gente una alternativa válida y segura de viaje. De momento, el tema lo está viendo el Ministerio de Transportes, pero ya hay un par de proyectos presentados. Sólo nos queda esperar", concluyó.
 

Embarcación de 180 millones anuales 

Tras el nuevo accidente aéreo que enluta a la provincia de Arauco, volvió a tomar fuerza la implementación de una barcaza para unir Isla Mocha con Tirúa. El seremi de Transportes del Bío Bío, César Arriagada, explicó que en las oficinas del Ministerio ya existe el proyecto disponible que coincide con lo expuesto por el presidente del sindicato de pescadores de la Isla. 

Para la implementación del proyecto con miras a mejorar la conectividad de la isla con el continente, existe un presupuesto anual aprobado de 180 millones de pesos y se está realizando la etapa de licitación con el objetivo de resolver los temas administrativos de la manera más rápida posible para comenzar con los viajes en agosto, y para que los habitantes de la zona tengan pronto una nueva alternativa de viaje.

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