La de un puntaje nacional que prefiere el Pace a la vía regular, la de otra joven que será la primera en su familia en acceder a la educación superior, entre otras, son biografías que grafican el esfuerzo de muchos por tener una oportunidad.
La de un puntaje nacional que prefiere el Pace a la vía regular, la de otra joven que será la primera en su familia en acceder a la educación superior, entre otras, son biografías que grafican el esfuerzo de muchos por tener una oportunidad.
Tania Merino Macchiavello
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De los 13 estudiantes que rindieron la PSU para la admisión 2017 en el liceo Juan Martínez de Rozas, ninguno alcanzó el mínimo de 500 puntos para poder postular a una universidad dentro del Sistema Único de Admisión (SUA). El grueso de ellos (61%) se ubicó entre los 350 y los 449 puntos promedio, es decir, al menos 60 puntos por debajo de la media regional.
Con estos resultados ninguno de los alumnos del establecimiento podría ingresar a una universidad regida por el SUA, sin embargo, tres de ellos lo harán a través del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior, Pace, que apunta a dar una oportunidad a aquel 15% de jóvenes con mejor rendimiento dentro de su liceo y que este año tiene su primera generación de ingresos en la Región del Bío Bío.
La realidad del Martínez de Rozas es en particular más compleja que la de muchos liceos de la Región, sus índices de vulnerabilidad son altísimos y como heredero del programa Liceo para Todos se hizo cargo por años de los alumnos con mayor conflictividad, lo que implica en muchos casos objetivos más urgentes que los resultados académicos.
Su director, Ariel Sepúlveda explica que es muy significativo este tipo de apoyos "para chicos que, viéndose lo complicado que es su existencia, por distintas razones, tienen una luz de esperanza, de que pueden, aunque sea un grupito, llegar a la educación superior".
Unas de las alumnas del liceo es María José Vergara, de 18 años y es la primera en su núcleo en acceder a la universidad. "Mi hermano no pudo estudiar, él trabaja, porque no tuvo la oportunidad que estoy teniendo yo en este momento", cuenta. Sus expectativas son estudiar enfermería en la Universidad de Concepción.
Otro de los casos del Martínez de Rozas es el de un joven con síndrome de asperger, que tendrá la posibilidad de entrar a la Universidad Técnica Federico Santa María, USM.
Más allá de quienes podrán acceder a la universidad pese a no haber obtenido el puntaje necesario, también hay casos como el de Jessica Vera del liceo Héroes de la Concepción de Laja, puntaje nacional en Matemática, quien podría entrar vía Pace a estudiar Ingeniería Civil Mecánica a la Universidad de Concepción. "Si lo hago por esta vía tengo más apoyo, más orientación, en cambio por el sistema regular, quizás pueda tener más acceso a beneficios, pero quiero optar a becas de la universidad", comentó.
Sebastián Pinto del Liceo Trapaqueante de Tirúa, destacó lo ventajoso que resulta el programa. "Tendremos una nivelación y motivación, porque uno de los elementos más importantes es creerse el cuento, creer que se puede estudiar en la universidad".
El Seremi de Educación, Sergio Camus expresó que el Pace, "el año 2017 tendrá sus primeras luces, así como la profundidad y la magnitud que tiene esta alternativa para los jóvenes con mayor vulnerabilidad y que tendrán un acompañamiento, un reforzamiento pedagógico, pero por sobre todo, el refuerzo valorativo que se realiza a través del primer año de vida universitaria, lo cual es vital para los estudiantes que traspasan de la educación media a la educación superior".
El programa piloto iniciado en 2015, recibió la tutoría de la Universidad de Concepción, UBB, Ceduc-UCN, y los alumnos que cumplían con los requisitos accedieron a cupos especiales en las universidades mencionadas además de la USM. Los estudiantes que se matriculen a través de Pace recibirán por 2 años, una nivelación académica y un acompañamiento psicosocial que asegure su permanencia.
Los requisitos del programa son egresar de la educación media con el 15% de mejor rendimiento de su establecimiento; aprobar las actividades de preparación del Pace, tener asistencia sobre el 85% y rendimientos crecientes en las evaluaciones del proceso de preparación, entre otros.