Aseguran que las sociedades deben evolucionar y comprender que la integración social y cultural implica respeto, interés e intercambio mutuo.
Aseguran que las sociedades deben evolucionar y comprender que la integración social y cultural implica respeto, interés e intercambio mutuo.
Ximena Valenzuela Cifuentes
ximena.valenzuela@diarioconcepcion.cl
Según el Centro de Estudios Regional (Cerr Bío Bío) en la Región hay 10 mil extranjeros, de los cuales 1574 están establecidos en la provincia de Concepción.
El dato no es menor, sobre todo, si se considera que hoy se celebra el Día Internacional del Migrante, aprobado por la ONU en 1990 que valida la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y su familia, en un ambiente complicado después de la discusión que se ha generado a nivel país sobre las ventajas y desventajas de su presencia en el país.
Más allá de la discusión política que han generado pre candidatos presidenciales, los jóvenes tienen su propia mirada y la dieron a conocer en el sondeo Percepciones Sobre Migrantes realizado por el Injuv, al que respondieron 1.119 personas, entre 18 y 29 años, de las que 88% los consideran como una contribución al desarrollo del país.
El estudio también reveló que siete de cada 10 jóvenes concuerda en que los migrantes son una contribución para la diversidad cultural. "Vemos que los jóvenes han dado una opinión sustentable, en la que en gran proporción han apoyado y reconocido la contribución de los extranjeros en nuestro país. Eso es un argumento válido para poder decir que hay cifras que respaldan la opinión de la ciudadanía", dijo Richard Guzmán, director regional del Injuv Bío Bío.
Asimismo, el 50% de los jóvenes considera que los extranjeros son discriminados "mucho o bastante" en Chile, destacando que el 50% cree que esto se debe a su color de piel. "Chile está al debe con los extranjeros", afirmó Javier Oyaneder (25) y aseguró que si no se les apoya pueden llegar a formar "guetos que van a producir en ellos pobreza, pero si se les brinda atención, van a poder ser integrados a la comunidad", dijo.
De hecho, el 65% de los encuestados está en desacuerdo con la afirmación de que los extranjeros vienen a quitarles los trabajos a los chilenos. "La mentalidad adulta cuesta cambiarla, ellos tienen una idea de que estas personas vienen a robarnos trabajo. En cambio, uno es relajado y encuentra válido que ellos busquen mejores oportunidades", dijo Camila Aedo (25), quien agregó que considera que su generación es muy diferente a otras.
Política migratoria
El decano de la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián, Rafael Rosell, aseveró que mucho se ha hablado sobre la delincuencia de la que los extranjeros serían responsables, pero que de los casi 500 mil que viven en el país, que corresponden al 2.8% de la población, sólo el 0,3% de las denuncias los involucra en ilícitos.
La instrumentalización política que se ha generado en el debate no constituye, según el académico, un marco adecuado para evaluar con rigurosidad jurídica el derecho de los inmigrantes. "Una política en este sentido debe ser una respuesta reflexiva y amplia sobre las bases de lo que Chile quiere y necesita en el tema migratorio".
Sostuvo que no se les puede considerar únicamente como agentes de desarrollo económico, ni unidimensionalmente como víctimas indefensas necesarias de rescatar, ni caracterizados como delincuentes. Sino que se deben aislar los temores, que muchas veces reflejan sesgos racistas, y brindar también claridad que cuando hablamos de migrantes nos referimos a personas con derechos humanos.
"Es obligación del Estado reflejar este tema en una política pública. No se debe reducir su alcance en tratar de promover puertas abiertas al país, sino de acogida con responsabilidad, teniendo en cuenta el aporte al desarrollo que significa la migración para toda sociedad. Y más aún, en la nuestra que ha hecho una apuesta por la inserción al mundo como camino al desarrollo. En síntesis, derechos y obligaciones correlativas en una nueva ley migratoria moderna".
Mirada social
María José Mera, académica Psicología de la Universidad Andrés Bello, aseveró que faltarían páginas para aclarar y desmitificar ideas erradas con respecto a los inmigrantes que indican que están llegando delincuentes, que nos vienen a quitar trabajo, salud y educación que algunas autoridades y figuras políticas han puesto en el debate público.
Explicó que la migración es un fenómeno bidireccional, que hace necesaria la adaptación por parte de la población inmigrante, pero también de las sociedades receptoras. "Las sociedades que logran comprender que la integración social y cultural implica el respeto, interés e intercambio mutuo, que la indiferencia es una forma de violencia, y que los muros no detienen a quienes buscan una vida mejor, construyen ciudadanos mentalmente más sanos, solidarios y que llevan a cabo proyectos colectivos e individuales positivos y provechosos".
Por el contrario, detalló que cuando se niegan derechos y oportunidades, y no se reconoce como legítimos a ciertos grupos sociales, lo que se obtiene es un clima social negativo, de tensión y conflicto.
Manifestó que la relevancia de la inmigración tiene que ver con el país que estamos construyendo para las generaciones actuales y futuras, con nuestra capacidad de reconocernos y reconocer a los otros diferentes como iguales en derechos, deberes y oportunidades, idénticos en su dignidad y valor como seres humanos.
"Nuestra región no está ajena a estos fenómenos. En los últimos años hemos recibido cerca de 15.000 extranjeros que han elegido el Bío Bío como destino para realizar sus proyectos de vida. Muchos de ellos se han integrado de manera exitosa en nuestras ciudades, enriqueciendo nuestra cultura, generando empleo y contribuyendo al desarrollo local, y muchos otros aun realizan importantes esfuerzos por formar parte activa de la vida de la Región.
Según dijo algunos grupos de la sociedad penquista, las instituciones del Estado, la Iglesia Católica y la academia, trabajan para generar espacios de acogida para los inmigrantes. "No obstante, el mayor desafío se encuentra en la forma en que nos relacionamos en el día a día, en nuestra disposición a reflexionar sobre nuestros propios prejuicios, creencias y temores, y acerca del tipo de sociedad que deseamos construir".