Afirman que estos casos se deben a la sensación de impunidad que tiene la gente, al discurso público, a los medios de comunicación y a la calidad de las leyes.
Afirman que estos casos se deben a la sensación de impunidad que tiene la gente, al discurso público, a los medios de comunicación y a la calidad de las leyes.
Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl
Esta semana causó impacto a nivel nacional el caso de Alan, menor de 13 años que fue asesinado en Temuco por los padres de una niña de cinco, junto a otras dos personas, porque creían que había violado a la menor.
De acuerdo a un informe del Servicio Médico Legal (SML) la niña no tiene indicios de haber sido violada, por lo que los motivos esgrimidos por los padres de la niña están en duda y siendo investigados por la Fiscalía. De hecho, la menor nuevamente será examinada para determinar las condiciones en que llegó a su hogar.
El martes fueron formalizados por el delito de homicidio calificado, en calidad de autores, Johana Mora, Pablo Morales, Abraham Bravo y Víctor Chanqueo, quedaron en prisión preventiva durante los seis meses que dure la investigación.
La audiencia arrojó antecedentes que sólo dejan más dudas en el caso. De acuerdo a lo relatado a La Tercera por Roberto Garrido, fiscal vocero de La Araucanía, el domingo por la tarde la supuesta víctima llegó junto a su hermana a la casa, con el rostro enrojecido, por lo que su padre pensó que algo le había pasado, pero no le consultó. Luego escuchó una conversación entre las niñas y supuso que la menor había sido violada por Alan. Pidió ayuda a su pareja, a una colega y al dueño del inmueble en el que el menor vivía para cobrar venganza.
Fue entonces cuando amarraron al niño a una silla, lo golpearon y torturaron por 12 horas, provocándole la muerte por asfixia por sofocación, con una bolsa y una almohada.
El cuerpo del adolescente, que había salido del Hogar Alborada dependiente del Sename el 30 de noviembre, fue encontrado al interior de una mediagua en Pedro de Valdivia, en la calle Rayenco, en un terreno colindante al domicilio de la familia detenida. Fue hallado bajo una cama, tapado con un cubrecama y con una bolsa de nylon en su cabeza.
El caso puso nuevamente en el tapete las atribuciones que se toman las personas para hacer justicia por sus propias manos, como ocurrió en agosto cuando un padre y su hijo mataron a un delincuente en San Bernardo tras ser víctimas de un "portonazo", y que quedaron en prisión preventiva, o las "detenciones ciudadanas", que muchas veces terminan en agresiones, como la de noviembre de 2014, cuando un hombre que habría asaltado a un anciano fue detenido, golpeado y desnudado por testigos que lo ataron a un poste y lo inmovilizaron con papel film, en pleno centro de Santiago.
Cambiar el discurso
Para el defensor regional, Osvaldo Pizarro, "la mal denominada detención ciudadana se explica por una desconfianza de las personas en el sistema de justicia, que los motiva a realizar justicia por su propia mano. Esto es absolutamente infundado, desde el momento en que tenemos un sistema criminal que funciona de manera eficiente y que soluciona los casos a nivel judicial y no policial".
Agregó que el riesgo de estas intervenciones ciudadanas es llegar a conductas como las de Temuco, "con actuaciones vejatorias, de trato cruel, inhumano, tratando de hacer justicia, pero que finalmente causan lesiones a la persona y pueden transformarse en imputados, y lo peor de todo es que esta autotutela carece de saber si la persona cometió o no cometió el acto que quieren reivindicar".
Agregó que es un contrasentido que hoy la gente no confíe en el sistema judicial, porque a 15 años de la entrada en vigencia de la Reforma, ésta ha dado cuenta de eficiencia y eficacia.
"El problema está en que se han montado en el debate público y comunicacional, conceptos que son absolutamente imprecisos, como la puerta giratoria, la impunidad, la ineficiencia de los Tribunales, y lamentablemente estas informaciones, que entregan incluso legisladores, ayudan a esta desconfianza, y no consideran que un estado democrático es visto a nivel internacional por cómo funciona el sistema de justicia".
Agregó que quienes tienen un discurso público deben ver cómo funciona el sistema de justicia, "que es eficiente, que no hay puerta giratoria, y conducir las comunicaciones en ese sentido, para que la ciudadanía entienda que el sistema funciona adecuadamente, que puede tener defectos, y que casos como el de Temuco no pueden volver a ocurrir en Chile".
"Sensación de impunidad"
El ex fiscal Andrés Cruz explicó que el problema no es que el sistema no esté funcionando, "sino que se está tratando de instalar la sensación de que el sistema no está prestando los servicios que debería realizar".
Dijo que la ciudadanía se deja llevar por hechos informados en medios de comunicación cuando alguien queda libre después de ser detenido. "Entonces la persona ya no confía en el sistema, y avala otro tipo de medios para superar el conflicto que se produce, que es que a mí me atacan. Yo ya no puedo recurrir a la autoridad para que sancione, y como la autoridad no responde me veo forzado a buscar otro tipo de salida, la auto defensa. Yo hago justicia por propia mano, con todas las consecuencias nefastas que eso significa, porque hay mayores posibilidades de incurrir en un error".
Recordó que en el caso de Temuco, hay dudas desde si existió la violación a la menor, hasta la participación del adolescente en el supuesto ataque. "Hay que esclarecer esas circunstancias, y de ahí la necesidad de que exista un proceso", dijo y precisó que la autoridad debe establecer medios para establecer confianza hacia la acción que despliega.
"Yo creo que hemos sido injustos respecto de la labor de la policía, del Ministerio Público, de los jueces y de los defensores, porque se trata de levantar una cierta percepción en el imaginario colectivo que no es tal. Y esto, unido a la mala calidad de la legislación vigente. No cabe la menor duda de que las herramientas legislativas que se le confieren a estas autoridades no son las adecuadas". Agregó que también se debe lograr que los intervinientes del sistema ejerzan de manera óptima su función, "impidiendo ciertas acciones aisladas de carácter garantista que puedan llevar a levantar noticias en los medios de prensa que puedan dar apariencia que esto se repite día a día cuando no es así".
Sin justificación
Para el abogado Remberto Valdés, "no existe ninguna justificación para que las personas tomen justicia por sus propias manos y pasen a ser de ciudadanos normales a homicidas o delincuentes, ya que todos los seres humanos tienen derecho a un debido proceso y nadie puede condenar de manera anticipada sin la metodología y las salvaguardas que ofrece la ley".
Calificó como insano, sin límites y repudiables acciones como la ocurrida en Temuco y dijo que para que esto cambie debe haber una política criminal que reprima el delito y que las penalidades sean modernas y se cumplan, con una política coherente que permita castigar a los culpables y tener penas rehabilitadoras.
Es decir, hay un sistema, con fallas que se pueden corregir, pero que por ningún motivo justifican lo ocurrido en Temuco y otras acciones similares. "El sistema funciona, pero no tiene los resultados que la ciudadanía exige", dijo y agregó que hay una sensación de que la ley se puede quebrantar sin sanción del Estado, lo que se ve en la toma de calles, universidades o en la violencia de Arauco